Posponer la boda: 7 razones por las que se deben plantear un cambio de fecha
Muchas veces posponer la boda es la única alternativa que queda ante ciertas crisis o circunstancias repentinas. Descubran cuándo es necesario considerar un cambio de fecha y cómo pueden estar prevenidos. ¡Mantengan la calma todo saldrá bien!
El deseo de que llegue el día para lucir el elegante traje y el vestido de novia con el que se darán el "sí" frente al altar, está más presente que nunca conforme se acerca la fecha que señalan sus invitaciones de boda. Sin embargo, la vida sigue y con ella un sinfín de situaciones que pueden ocurrir y hacer que los novios consideren posponer su enlace nupcial. Les compartimos algunas situaciones en las que se deben plantear esta posibilidad, en algunas ustedes tendrán la última palabra, pero en otras el cambio de fecha será inminente. Antes de que los pensamientos de amor se esfumen por el estrés de vivir una experiencia así, lean estas recomendaciones para que no los tome por sorpresa. Como dicen, más vale prevenir.
1. Emergencia familiar
Cuando un diagnóstico grave o terminal sorprende a uno de sus familiares es prudente platicar en pareja sobre la posibilidad de cambiar la fecha de la boda. Y es que ante un pronóstico en el que se desahucie a un ser querido, el desgaste vendrá desde muchas aristas: en la parte emocional, porque los pensamientos de amor cortos se ausentarán ante la preocupación, en la cuestión económica y por supuesto, en la física, si requiere que ustedes se involucren en su cuidado.
2. Muerte repentina de un ser querido
Hay un dicho que reza “lo único que tenemos seguro es la muerte”. Y es verdad, pero además nunca se sabe cuándo va a llegar, y por más que la pareja haya entregado las invitaciones de boda elegantes, la muerte repentina de un familiar puede cambiar los planes por completo.
¿Qué hacer en este caso? Valoren la cercanía de su lamentable pérdida con la fecha de su celebración nupcial y pongan en la balanza qué tan conveniente es posponer la boda de acuerdo a las costumbres familiares de cada uno.
3. Conflicto de pareja
Ninguna pareja está exenta de tener conflictos, incluso cuando la planeación de la boda ya tiene un gran avance. Antes de tomar una decisión apresurada, traten de tener una conversación respetuosa, cordial y muy objetiva.
Analicen si la crisis se debe a la presión por el enlace nupcial o a una razón de mayor profundidad en la que la duda de contraer matrimonio esté bien afianzada. Una buena opción es buscar asesoría de pareja y tener en cuenta que casarse es un paso importante en la vida, por lo que es mejor aclarar cualquier inquietud antes de darlo.
4. Estrés financiero
La boda de sus sueños puede costar más de lo que estimaron apenas tuvieron en sus manos el anillo de compromiso Cartier. Para aquellas parejas que pierden el control de sus gastos, lo recomendable es que se den un tiempo para replantear las cosas.
¿Realmente falta mucho por pagar? ¿Lo que falta puede suplirse por algo más económico o incluso prescindir de ello? Valoren si están dispuestos a aceptar la ayuda de sus familiares y ante todo prioricen su estabilidad económica para no adquirir una deuda que les genere un mayor problema después.
5. Locación inapropiada
Son muchas las razones por las que una locación puede resultar inapropiada para llevar a cabo su celebración matrimonial el día y hora que comunicaron en su invitación de boda original. Entre ellas que haya ocurrido algún accidente, como un incendio, un daño estructural que lo ponga en riesgo, o consecuencias de algún fenómeno natural.
Si están convencidos de que ese es el lugar en donde quieren casarse, entonces investiguen cuál es el tiempo estimado en el que la locación estará de nuevo disponible. De lo contrario, ¡a buscar opciones lo más pronto posible!
6. Alerta sanitaria
Cuando las autoridades de un país informen a la población sobre la presencia de un virus o bacteria que ponga en riesgo la salud, como el coronavirus o COVID-19, siempre cabe la probabilidad de que sea necesario cambiar la fecha de la boda. Esto especialmente, si la alerta sanitaria se presenta en días previos inmediatos a la celebración.
En este caso, no serán los únicos que consideren posponer, muchos de sus invitados se sentirán con temor de acudir a un lugar en donde hay un numeroso grupo de gente. Claro está que este escenario solo es ante un nombramiento oficial de alerta sanitaria. Si esto ocurre, póngase en contacto con sus proveedores de boda, que estarán abiertos a resolver una situación extraordinaria de este tipo de la mejor forma.
7. Fenómenos naturales
Hay fenómenos naturales que no pueden prevenirse, como los temblores y sismos. Sin embargo, en otras ocasiones las noticias advierten con anticipación sobre la intensidad del impacto de ciertos eventos climáticos, las zonas a la que llegará con más fuerza y hasta la duración.
Con esta información se puede tomar la decisión de posponer la boda, si es que supone un riesgo para ustedes y sus invitados. También puede suceder que la misma locación les avise que optará por no dar el servicio. En caso de que a última hora las condiciones climáticas no sean favorables o un fenómeno natural los obligue a cambiar de planes, dejen el tema en manos de sus wedding planners o bien, contacten a sus proveedores para llegar a un acuerdo.
¿Cómo informar?
Lo primero que hay que hacer es mantener la calma y no estresarse de más. Si se encuentran ante una situación que inevitablemente los obligue a posponer la boda, sigan estos pasos y será mucho más fácil informar a sus familiares y amigos, así como a sus proveedores.
- Antes de informar a sus invitados, contacten con su proveedores para determinar las condiciones del cambio, como multas, penalizaciones o incluso alternativas que puedan solucionarse con la elección de una nueva fecha. En este tipo de circunstancias extraordinarias lo mejor es hablar y llegar a un acuerdo que convenga a todas las partes. En momentos de crisis la solidaridad es lo más importante.
- Una vez que tengan definidos los cambios, informen a sus invitados. Pueden hacerlo a través de su web de boda o mediante grupos privados de redes sociales o mensajería instantánea, si el tiempo apremia. También pueden hacerlo a través de llamadas telefónicas que organice su wedding planner en caso de contar con un margen de tiempo más amplio.
- Tengan empatía con sus invitados, por ejemplo, si ya pagaron el hospedaje del hotel en donde se llevará a cabo la boda destino. Designen a una persona que les ayude a gestionar reembolsos o cambios.
¡Mantengan la calma! Prever cualquiera de estas circunstancias es posible, ¡así que fuera miedos! Continúen con la elección del ramo de novia y busquen opciones de recuerdos para boda con los que sus invitados se sientan mimados.