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Bodas

7 tipos de blanco para el vestido de novia con los que entrenarás el ojo

¿Cuál es la diferencia entre el blanco nuclear y el blanco hielo? ¿Cómo es el blanco champaña? ¿Existe el blanco hueso? Encuentra todas las respuestas, inspira tu look de novia y conoce cada detalle de la moda nupcial. ¡Pon a prueba tu vista!

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Benito Santos

¿Te imaginas jugar a encontrar las diferencias con las imágenes de vestidos de novia? Seguro notarías que tienen diferentes tipos de encajes, detalles en el escote, distintos tipos de pedrería… Pero, ¿sabrías detectar las diferencias entre los blancos? Así como no hay dos ramos de novia iguales, cada parte de los vestidos de novia los vuelve completamente diferentes. Aprende a distinguir cada tono de blanco y encuentra el mejor matiz para lucir en tu boda.

Blanco nuclear

El blanco nuclear es tan blanco, que es difícil de encontrar en fibras naturales. Sin embargo, lo podrás apreciar en sedas y tejidos sintéticos o en fibras como el charmeuse y el chifón.

Se dice que este blanco puro es también el más difícil de vestir. Esto se debe a que atrapa la luz, por lo que a su lado cualquier tono de piel parece contrastante. Oscurece las pieles morenas y hace que los tonos de piel más claros parezcan un poco más bronceados. Además, crea un bonito efecto en las pieles apiñonadas y sonrojadas.

Podrás distinguir el blanco nuclear porque hará parecer a los demás blancos opacos, azulados o amarillentos. Una hoja de papel bond servirá como guía para identificarlo, pues tienen tonos parecidos. 

Para armonizar este blanco se pueden usar intensas pinceladas de color, como un ramo de novia rojo o unos labios de intenso tono rosa. Los mejores accesorios son piezas muy brillantes, como una tiara o un juego de pulseras. Aunque combina bien con tonos cobrizos y dorados, si quieres moverte dentro de una paleta más discreta de colores, a juego con tu anillo de compromiso de oro blanco, opta por el mismo metal, por platino o plata.

Blanco hielo

Peter Langner

¿Frío como el viento? ¡Y peligroso como el mar! El blanco hielo es una poderosa tonalidad que tiende al azul. Este color, más habitual en bodas nocturnas llenas de glamur, se puede apreciar en textiles como el tafetán, shantung y mikado. Es uno de los matices más fáciles de reconocer, especialmente si se contrasta con otros blancos, porque refleja la luz con destellos celestes o grises.

Este tono puede resaltar las pieles blancas y armonizará tonos amarillos y sonrojados. Crea un fuerte contraste con pieles oscuras y los tonos que tienden al verde aceituna pueden llegar a parecer pálidos a su lado.

Se puede coordinar con colores armónicos: unos aretes con zafiros o un collar en oro blanco o plata serían un complemento digno de un cuento de hadas. También se pueden acompañar por velos con bordados discretos y maquillajes con toques de glitter.

Blanco alabastro

El blanco alabastro designa una textura más que una tonalidad: como el satén o el raso, es tela que refleja la luz, por lo que es brillante y lustrosa. Suele emitir destellos más cálidos que el blanco hielo. Su propiedad es iluminar todos los colores de piel y matizar los tonos amarillentos y aceitunados. Sus mejores complementos son de colores rojizos y tonos intensos de guinda. Ý si te gusta el oro, súmate a la tendencia del oro rosa. 

Blanco diamante

El blanco diamante es la tonalidad más clara y luminosa. Es el blanco que más abunda en los textiles naturales. Es un poco más opaco que el blanco nuclear y aunque tiene efectos similares sobre la piel, los contrastes que crea son menos extremos, por lo que puede usarse como una propuesta más equilibrada. Beneficiará especialmente a la piel clara con tendencias amarillentas.

El blanco diamante puede encontrarse en la seda, el algodón, la gasa, la muselina, el mikado y el otomán. De hecho, es el tono característico de muchos bordados y algunos vestidos de novia de encaje, como los que se componen de guipur, chantilly o encaje francés.

Para reconocer este blanco, compáralo con un pedacito de algodón. Puede soltar destellos fríos o cálidos, dependiendo de la luz a la que se exponga la tela. Como el blanco nuclear, el tono diamante se puede combinar con colores vibrantes y con complementos llamativos, salvo que el vestido sea abundante en detalles o pedrería. Y para balancear los accesorios, se puede combinar con uñas y tonos de labios en tonos neutros y nude.

Blanco perla

El blanco perla tiene una tonalidad que se aproxima al gris y también se le conoce como "blanco roto". Por sus matices apagados, tiende a palidecer a las pieles muy blancas, mientras que producirá contrastes muy seductores en pieles más morenas. Al igual que el blanco diamante, es un tipo de blanco bastante más natural que el nuclear, por lo que casará a la perfección en enlaces celebrados al aire libre, sea en el campo, en la playa o en un jardín. 

Si te gustaría incorporar en tu estilismo la tendencia de los accesorios en negro, este es el tipo de blanco con el que mejor combinarán. En cuanto a los metales, por sus matices plateados, lucirá mejor con joyería de oro blanco, platino o plata.

Blanco marfil

El color marfil es cálido y tiende a los tonos cremosos, como las hojas de pergamino. Algunas personas llaman al marfil “color hueso”, aunque, en realidad, el hueso es más amarillento. Se verá claramente en telas como la bambula y el tul y es una fantástica tonalidad para bodas de día y al aire libre. 

Es una tonalidad muy armoniosa para pieles morenas, amarillentas y aceitunadas, mientras que puede contrastar vivamente con las pieles blancas o sonrosadas. Es conveniente combinarlo con colores claros, como el rosa o el amarillo: unos zapatos en colores metálicos pueden ser un toque ligeramente contrastante que llene de vida los vestidos de novia sencillos. Para el maquillaje, puedes elegir también tonos intensos como el rojo, el marsala o el chocolate.

Blanco champaña

Este blanco tiende a los destellos dorados y rosados, por lo que simpatizará a las novias más románticas y dulces. El crepé y el piqué son algunos tejidos de color blanco champaña natural, aunque también es un tono presente en telas más vaporosas como el tul, la gasa o la organza. Son tonos que armonizan bellamente con pieles morenas y aceitunadas. La mejor forma de combinarlos es con complementos dorados y metálicos, como cadenas y tocados y con ramos de novia naturales de flores oscuras y mucho follaje.

Otros colores de vestidos de novia

En los últimos años, las tonalidades nude se han vuelto parte de los guardarropas más trendy y también se han apropiado de las pasarelas de moda nupcial. Tonos como el rosa, bronce y azul pastel también son frecuentes en las colecciones de los diseñadores de vestidos de novia modernos. Muchas de estas tonalidades se combinan con diferentes tonos de blanco, por lo que pueden utilizarse sin sacrificar la pulcritud de un vestido de novia clásico.

Ahora que eres una experta en blancos para novia, aprende a distinguirlos a la hora de buscar tu vestido de novia 2019. Si expandirás el blanco al resto de elementos de la fiesta, ¿qué tono de blanco tendrás las flores para boda o el boutonniere del novio? Inspírate en estos colores para personalizar tus invitaciones de boda y disfruta descubriendo cada detalle de la moda y la decoración nupcial. Y tú, ¿con qué blanco te quedarás? ¿O te saltarás las convenciones y te casarás de otro color?

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