50 vestidos de novia parecidos a los de Meghan Markle
Vestir elegante es elegir el mejor look para cada situación. En su boda con el príncipe Harry, Meghan Markle enamoró con su belleza natural y la sobriedad de sus estilismos. ¿Quieres saber qué firmas tienen vestidos similares a los que ella llevó?
Uno de los grandes secretos en una boda es el vestido de novia de la futura esposa. Y al añadir a un matrimonio los ingredientes “realeza” y “celebrity”, ya ven que cada quien arma su pronóstico. Aunque este sábado muchos creyeron que verían a Meghan Markle enfundada en un vestido de novia corte princesa, con detalles de encaje o un escote joya, ganaron la sobriedad y la pulcritud. Millones de personas aplaudieron los diseños que llevó la hoy esposa del príncipe Harry de Inglaterra. En ambos casos, optó por un maquillaje muy natural y dos peinados de novia clásicos, pero favorecedores. ¿Quieres saber en qué firmas, aptas para bolsillos mortales, encontrar vestidos de novia parecidos a los de Meghan Markle?
Sí, Markle vistió dos modelos nupciales en su gran día. Optó por llevar un diseño de Givenchy para la ceremonia religiosa y el almuerzo ofrecido por la reina Isabel II a sus 600 invitados. Después, lo cambió por un modelo de Stella McCartney, con el que siguió a la segunda recepción con familiares y amigos cercanos. Como estas creaciones de alta costura están al acceso de muy pocos bolsillos, entre los vestidos de novia 2019 podrás encontrar algunos diseños similares al de la ahora duquesa de Sussex.
Primer vestido: sobriedad protocolaria
Muy respetuosa con la puntualidad británica, Meghan Markle se encaminó a tiempo a la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. En un clásico Rolls-Royce Phantom de color granate la acompañaba su madre, Doria Ragland, pero donde estaban puestos todos los ojos era en el estilismo de la novia. A través de la ventanilla se podía presagiar que el vestido de la futura esposa de Harry de Inglaterra sería sobrio, elegante y bastante apegado al protocolo. Toda una oda a la belleza natural.
El diseño fue de la británica Clare Waight Keller, directora creativa de la francesa Givenchy. Mucho se había dicho sobre la casa que habría confeccionado el real atuendo; entre los nombres figuraban Ralph & Russo, la marca que diseñó el vestido de la sesión oficial de compromiso, y hasta el diseñador canadiense radicado en Londres, Erdem Moralioglu, a quien mencionaba The New York Times minutos antes de que finalmente, la novia apareciera con la pieza de Givenchy que desveló el gran misterio.
Detalles del vestido
Con cuello barco y manga francesa; sin encajes, bordados ni apliques de pedrería y dejando atrás una cauda generosa y un velo extralargo, la actriz estadounidense evidenció que la máxima del “menos es más” siempre tiene vigencia, incluso en una boda de la realeza.
El vestido de corte en A y de color blanco nuclear (también los zapatos) fue confeccionado con seda de alta densidad. Sin costuras visibles, el diseño es el resultado de un sofisticado trabajo de alta costura. Los detalles más impactantes los pusieron la tiara, que enmarcaba su peinado recogido elegante, y el velo. Este incorporó motivos florales bordados alusivos a los 53 países de la Commonwealth, la mancomunidad de los países que alguna vez formaron parte del territorio británico.
La tiara de filigrana, en cuyo centro destacaba un diamante central de grandes dimensiones, se convirtió en la principal joya de la novia. La pieza perteneció a la abuela de Isabel II de Inglaterra, la reina Mary de Teck, y desde hace 65 años, nadie la había empleado.
Opciones similares
Entre la selección de vestidos que hallarás en la fotogalería de este artículo encontrarás modelos 2018 de Rosa Clará, St. Patrick, Raimón Bundó, Morilee y Franc Sarabia, entre otras firmas. Prevalece el uso de tejidos nobles y con un grosor similar. Y pese a que el corte elegido por Meghan Markle fue una silueta en A, te mostramos algunas otras opciones en cortes princesa con la cintura más marcada y vestidos de novia corte sirena que mantienen esa esencia minimalista.
En cuanto a los cuellos, es difícil encontrar en las boutiques modelos tan discretos como el de Markle tanto en el escote frontal como en la espalda. Pero si buscas un vestido atemporal como el de ella, además de los escotes barco, no dejes de mirar los cuellos redondos y en V; serán de los que más verás en los avances de colecciones de los vestidos de novia 2019, un año en el que regresarán algunos clásicos de la moda nupcial. También hay vestidos sin mangas o con mangas cortas que satisfarán a las novias cuyas bodas se celebren en locaciones de clima cálido.
A falta de una tiara que esté a la altura de la de Meghan Markle, aquellas novias que quieran poner algo de fantasía a sus estilismos podrán servirse de sutiles cinturones, hombreras o detalles de pedrería rodeando el escote.
Segundo vestido: glamur para disfrutar
A la recepción oficial siguió una segunda fiesta más "íntima” con 200 invitados en Frogmore House, una especie de casa de campo en Windsor. Para esta segunda recepción, los novios se cambiaron de vestuario. Harry dejó el uniforme militar con el que había asistido a la ceremonia religiosa y al banquete y se puso un elegante traje sastre en negro con un moño a juego y camisa blanca. ¿Y Meghan? Nuevamente, optó por un vestido de líneas muy definidas, sin artificios, pero esta vez, con un tejido más fluido: crepé de seda.
Este segundo vestido fue de la británica Stella McCartney. En esta ocasión, un escote halter cerrado en el busto descubría los hombros y parte de la espalda de la recién casada; en la falda, su silueta de sirena se ceñía muy sutilmente a la figura, solo hasta la parte superior del muslo, lo que seguramente le permitió bailar con su esposo, rodeados del cariño de los invitados. Para este momento escogió unos zapatos de salón de Aquazzura en color nude y con suelas azules.
La tiara y el velo se quedaron en casa en favor de un peinado recogido algo menos riguroso, con algunos mechones sueltos que enmarcaron su rostro, al cual le bastó un maquillaje natural ¡y una amplia sonrisa de felicidad! Apenas lo que necesitaba para subir con toda la actitud y el glamur al Jaguar convertible que manejaría el príncipe Harry hasta Frogmore House. Por cierto, el vehículo tenía por matrícula “190518”, ¡la fecha de su boda!
La boda
La suya ha sido la boda del año y, probablemente, la boda de lo que va de siglo. Al interés mediático que siempre rodea a las monarquías europeas y, especialmente, a la corona británica, se sumaron los factores de que el novio fuera uno de los miembros menos ortodoxos de la institución monárquica y que la novia fuera una actriz estadounidense.
Según algunas estimaciones, ninguna suficientemente concluyente, se calcula que casi 3 mil millones de personas en todo el mundo podrían haber seguido alguna parte de la boda, tanto por medios de comunicación tradicionales como por internet. Aunque esas cantidades parecen algo desorbitadas, lo que es un hecho es que antes de que terminara el fin de semana, el hashtag #royalwedding acumulaba más de 6.6 millones de tweets y más de 1.1 millones de publicaciones en Instagram.
Se estima que el evento costó unos 34 millones de pesos y que otros 820 millones fueron destinados a la seguridad del evento.
Esos pequeños gestos
Aunque la espontaneidad del príncipe Harry y la visible complicidad de ambos dio la vuelta al mundo, la hoy duquesa de Sussex protagonizó varias de las principales sorpresas del enlace matrimonial. Incluso dentro de la rigidez del protocolo, fue posible encontrar y aprovechar resquicios.
Además de la sobriedad de sus dos vestidos de novia, Meghan Markle decidió entrar sola a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor y caminó sola la mitad del recorrido al altar antes de que la acompañara su ahora suegro, el príncipe Carlos. Un mensaje de que las mujeres del siglo XXI emprenden su camino al altar por voluntad y sin necesidad de ser “entregadas” a su futuro esposo por otro varón.
De igual manera, y siguiendo la estela de la que habría sido su suegra, Diana de Gales, y de su cuñada, Kate Middleton, Markle prescindió de prometer obediencia a su esposo como parte de los votos matrimoniales. Conocida por su defensa de la igualdad entre hombres y mujeres, la novia también quiso tener otro gesto de mujer independiente al costear íntegramente su vestido de novia y la luna de miel que los llevará a África.
También se rindieron varios homenajes a la madre del novio, la princesa Diana de Gales, fallecida hace 20 años, cuando Harry tenía 12 años. Los hoy esposos apartaron un asiento para ella junto al hermano del novio, el príncipe William. Otro de los momentos cargados de especial simbolismo fue la interpretación de Guide me, uno de los himnos que sonó en el funeral de Lady Di.
Y en el estilismo de la novia, la esencia de Lady Di se manifestó en dos de los diamantes del anillo de compromiso de Meghan Markle, que pertenecieron a la difunta exesposa de Carlos de Inglaterra. Pero también en su ramo de novia natural se le rindió tributo. Las flores de mirto, arvejillas y jazmines arroparon en un sencillo arreglo a las flores nomeolvides, las preferidas de Diana, y las cuales recogió el mismo príncipe Harry de los jardines del Palacio de Kensington la víspera de la boda.
Si están pensando cómo tener presentes en su boda a esos seres queridos que ya partieron, ya ven que la joyería y el ramo de novia son algunas de las múltiples posibilidades. Y regresando a la inspiración del look de la novia, ¿te cautivó la elegancia aparentemente minimalista de Meghan Markle? Entonces, empieza a incluir vestidos de novia sencillos en tu listado de búsquedas. Tal vez te quede lejos el presupuesto de esta boda real, pero en las boutiques nupciales encontrarás vestidos de novia para todos los bolsillos y parecidos al de la duquesa de Sussex. ¿Preparada para convertirte en reina de tu día B y princesa indiscutible de la elegancia?