Plan exprés para San Valentín: una noche de vino y chocolate
¿No tienen plan para celebrar el día más romántico del año? ¡Preparen una experiencia gastronómica inolvidable! Después de leer este artículo, tendrán las mejores ideas para hacer una degustación íntima y deliciosa de vino y chocolate.
Para preparar una experiencia gastronómica cálida y sensual solo necesitan dos cosas: vino y chocolate. Esta degustación seguro les dará ideas para la mesa de dulces para boda o para encargar a su proveedor de recuerdos para boda un kit comestible con estas dos delicias. Si ya se casaron, brinden con el vino por muchos más años juntos y dejen que esos postres de chocolate les recuerden el sabor de su pastel de boda. Si no se dieron tiempo para preparar San Valentín, este plan exprés les demostrará que una velada sencilla puede convertirse en el recuerdo más romántico.
¿Por qué combinar vino y chocolate?
La combinación de vino y chocolate se ha vuelto un clásico porque sus contrastes de textura y sabor son interesantes y atractivos hasta para los paladares más exigentes. Ambos productos suelen considerarse afrodisíacos y muy románticos: no por nada los pasteles de boda elegantes pueden combinar ambos ingredientes y fascinar a los invitados.
Los tipos de chocolate
Encontrarán por lo menos cuatro tipos de chocolates: amargos, semiamargos, con leche y chocolate blanco. Cada tipo de chocolate tiene un diferente contenido de cacao, manteca y azúcar. El contenido de cacao es lo que le da aroma y sabor al chocolate, mientras que la manteca le da textura y determina si es más o menos grasoso.
El chocolate amargo tiene alto contenido de cacao y no tiene leche ni azúcar, por lo que su sabor es intenso. Esta es la variedad que se considera más afrodisíaca, debido a su alto contenido del estimulante fenilalanina. En contraste, el chocolate blanco es el más dulce, pero deben elegir uno con un buen contenido de cacao: si no, ¡no es chocolate!
El chocolate con leche y el semiamargo tienen entre un 20% y un 40% de cacao y tienen mayor contenido de leche que el chocolate amargo. Ambos son perfectos recuerdos para boda originales porque su sabor es más universal y gusta a más personas. También son fáciles de combinar con casi todos los tipos de vino, porque su dulzor es balanceado.
A todos los anteriores se suman los chocolates combinados, que contienen frutos, como cereza, pasa, nuez, almendra, avellana o pistache. Aunque su cantidad de azúcar puede variar, generalmente tienen un bajo contenido de leche y manteca, por lo que pueden ser secos. También hay otros chocolates que combinan especies como chile pasilla o menta para crear efectos sorprendentes y poco comunes.
Los sabores del vino
Hay muchísimas formas de describir el sabor de un vino y por eso existen glosarios larguísimos sobre sus propiedades. Para combinarlo con el chocolate, pueden guiarse con su aroma. El aroma del vino puede ser frutal, tostado (con olor a madera) o especiado (con notas de pimienta, clavo e incluso fragancias herbales).
En general, los vinos espumosos tienen notas frutales y frescas. Los vinos dulces tienen sabores maduros y acaramelados. Y los vinos generosos tienen notas especiadas. Los vinos con más cuerpo son los que dejan un gusto más intenso al degustarlos. Tomando esto en cuenta, podrán expresar mejor sus sensaciones al probar diferentes combinaciones.
Los vinos más secos tienen menos dulzor, mientras que los afrutados y los especiales para postres tienen sabores más dulces. Tengan esto en cuenta por si desean acompañar su pastel de fondant para boda con un delicioso vino.
Combinaciones ganadoras
Para crear las combinaciones perfectas, deben equilibrar las propiedades de los productos que elijan. Las características de un elemento deben resaltar las propiedades del otro. Es importante buscar chocolates con bajo contenido de grasa o manteca, ya que la textura puede chocar con la consistencia del vino.
Tanto los vinos como los chocolates contienen taninos, que es una sustancia que produce astringencia, es decir, una sensación de sequedad. Entre más alto sea el contenido de cacao, mayor sequedad producirá. Las nueces también lo contienen.
Como guía general, consideren que los vinos blancos se llevan bien con el chocolate blanco y el chocolate con leche. Los Chardonnay, por ejemplo, tienen notas tostadas que combinarán con los chocolates dulces con almendras.
Los vinos con más cuerpo deben acompañarse con chocolates intensos. Por eso, si quieren disfrutar de un chocolate semiamargo, el sauvignon blanc y el merlot serán las mejores opciones, debido a sus notas afrutadas. De igual manera, el chocolate amargo combina bien con vinos especiados, como el syra y el cabernet sauvignon.
Los vinos más espumosos o con mayor acidez, como la champaña, son los más difíciles de maridar, pero quedarán bien con el universal chocolate semiamargo y con el versátil chocolate con leche.
Postres románticos
Encontrarán acertadas combinaciones mezclando vinos dulces con chocolates aún más dulces. Si quieren ir a la segura, elijan un vino especial para postre: Oporto, Madeira y Jerez son las variedades más fáciles de combinar con chocolate. Los vinos rosados suelen balancear dulzura y textura burbujeante con notas afrutadas, por lo que son muy versátiles.
La textura es muy importante para disfrutar de su degustación. los chocolates en barra ofrecen una presentación sólida que les ayudará a disfrutar de cada nota de sabor con mayor precisión. También pueden buscar chocolates pequeños o en trozos, para hacer más intensa la experiencia.
El chocolate líquido, que además puede combinarse con frutas o con dulces, les ofrecerá una textura fácil de mezclar con el vino. Para que no se pierdan las sensaciones, elijan un vino con mayor densidad. El chocolate suave o en fondant suele usarse en decoración de pasteles para boda, así como en panqués. Si degustarán estas presentaciones, prueben vinos suaves, para que los sabores se balanceen y las texturas se fundan bien.
La textura esponjosa del mousse de chocolate contrastará con el vino ofreciéndoles sabores más explosivos; prueben a armonizarlo con vinos de notas tostadas.
Y si están buscando complementos extra, canela, vainilla, naranja, fresas, cerezas y nueces son algunos de los elementos más sensuales con los que podrán maridar tanto sus chocolates como sus vinos.
Degustaciones románticas
Uno de los aspectos más importantes de su degustación será la ambientación. Su velada especial de San Valentín (o de cualquier otra celebración) merecerá unas velas, música ambiental, aromas frutales y esas flores para boda que tanto les gustan. Así estimularán todos los sentidos.
Es importante que dediquen suficiente tiempo a experimentar los sabores y las sensaciones. Además, si probarán más de un vino o más de un chocolate, limpien su paladar tras cada prueba con sabores neutros, como el del pan y el agua.
Aprovechen esta experiencia para intensificar sus sentidos: pueden preparar una composición muy artística con sus chocolates y vinos o cubrirse los ojos uno a otro para realizar la degustación. Prueben los chocolates antes de beber el vino, para combinar mejor los sabores.
Si probarán diferentes combinaciones, vayan subiendo la intensidad: empiecen con vino blanco y chocolates suaves y avancen hacia los chocolates amargos y vinos más intensos.
Para hacer la velada aún más divertida, pueden preparar tarjetas con los datos de los diferentes productos y jugar a adivinar cuál es cada uno durante la degustación. También pueden combinar diferentes texturas de chocolate o probar una sola presentación y un solo sabor con diferentes vinos.
No olviden preparar pensamientos de amor para hacer de esta degustación el mejor Día del Amor y la Amistad. Intenten dedicarse un pensamiento de amor corto antes de cada bocado o prémiense con un beso cada vez que uno acierte. ¡Se sentirán más inspirados que nunca!