La boda de Aarón y Lilia Asseneth en Ciudad Obregón, Sonora

La crónica de nuestra boda

¡La verdad es que nunca me había divertido y cansado tanto! ¡Todo estuvo genial y maravilloso! Me encantó que todos los invitados difrutaron la boda, la ceremonia, la cena ¡y hasta la decoración! ¡Todo fue muy hermoso!

Ese día desde temrano empezó el ritual de alistarse y ponernos en remojo: ¡nunca había estado tan nerviosa como hasta en ese momento! Todo parece bien, controlado y todo, pero ese día hasta se me olvidó comer solo por estar nerviosa. Cuando fui a que me peinaran, la muchacha me empezó a dar consejos para ese día y para tratar de aliviar un poco mi estrés. La verdad es que fue divertido ir con ella. No pude limpiar las lágrimas de mi mamá cuando me empezó a poner el vestido, estaba tan feliz y al mismo tiempo nostálgica. Gracias a Dios el maquillaje no se corrió para nada.

Mientras íbamos al lugar de la ceremonia, mi mamá manejaba el auto, platicábamos sobre cómo estaría ahí el asunto y todo. ¡La ceremonia realmente fue preciosa! Las palabras que el pastor nos dirigió (mi hermano), la música de fondo, la decoración del lugar... ¡todo fue precioso!