La boda de Aarón y Nuria en Monterrey, Nuevo León

La crónica de nuestra boda

El mejor día de mi vida.

Un día antes no podía dormir, no sé si eran nervios pero me sentía muy cansada y emocionada por lo que estaba por vivir.

El día de la boda todo fue perfecto, desde que inició el día me propuse disfrutar cada momento al máximo, no estar pensando en lo que venía o lo que ya había pasado. Desde mi punto de vista, sólo una cosa no salió como se había planeado; el ramo. Era de tulipanes y la verdad aunque era temporada no estaban muy abiertos, no me importó y seguí con todo.

Al llegar al salón ya había muchos invitados, faltaba aún una hora para el civil y queríamos tomarnos fotos pero ya había llegado gente, todos nuestros invitados se veían muy felices y nosotros más pues estuvimos rodeados de mucho amor y buenos deseos.

El civil estuvo lleno de emociones y hemos recibido muchos comentarios del mismo, todos lloraron y nos hicieron sentir muy bonito.

La recepción estuvo llena de detalles, tanto el vals del papá como el del novio tenían coreografía y los invitados quedaron sorprendidos. Hubo cosas que ni nosotros esperábamos por parte del salón, detalles que nos hicieron sentir muy especiales.