La boda de Alejandro y Greys en Playa del Carmen, Quintana Roo

Ya cuando llegamos a la playa, estaban todos organizados, sentaditos, ya había pasado el cortejo y Alejo esperándome, vi todo organizado, divino y no podía de la emoción, fue tanta que no escuche al saxofonista, y sabía que mis papás estaban mas nerviosos que yo.

Y salimos. Mis papis junto a mi, camino al altar, woow fue espectacular. Yo me sentía en un cuento. Alejo me vio y lloró, se asustó bastante creo. Comienza la ceremonia y todo fue divino, muy emotivo, las palabras de mi hermano, de la juez, los votos, el intercambio de alianzas, la ceremonia de la arena, firmas y listo. ¡Ya estábamos casados por fin!

Caminamos con la marcha nupcial del saxofonista, más fotos, burbujitas.. las cuales no salieron en las cantidades que quería, pero en algunas fotos se ven.

Seguimos con el brindis, un momento hermoso, Alejo habló divino y siguió toda la sesión de fotos para aprovechar la luz. Inmediatamente tuvimos el cóctel, lo tenía programado para una hora, pero al ver que sobraría tiempo antes de la cena, aumentamos otra hora. Repartieron unos canapés deliciosos y barra libre por supuesto. Allí baile con papá, eso no estaba programado, ni nada, y no fue un vals, fue una canción de Carlos Vives y fue otro de los momentos mas maravillosos.

Llegó el momento de cambiarme y colocarme el otro vestido, mientras todos se dirigían al restaurante para la cena, mi mami y mi damita de honor nuevamente me ayudaron y nos retocamos el maquillaje. Llegamos a la cena y se hicieron miles de brindis, de mi papá, mi suegro, mi mami, mi dama de honor y cada uno de los invitados, nos dijeron palabras hermosas y con todo el sentimiento del mundo. La cena fue espectacular y seguimos con el pastel y el topper.. el cual fue la sensación. Todos aterrados porque éramos nosotros en miniatura. Risas, abrazos, felicitaciones por todo lado, repartimos los recordatorios y seguimos por las instalaciones del hotel para lanzar la liga y el ramo.

El ramo se lo ganó una de mis mejores amigas de la maestría, fue un momento único y para la liga Alejandro se me perdió, no lo encontré. Entonces mi papito hermoso me ayudó a quitármela para poderla lanzar. ¡Cosas que ocurren!

Finalmente aquí terminó todo el protocolo. Los invitados se fueron para arreglarse un poco, para seguir con la fiesta en Mándala, donde tenía reserva de la terraza en VIP. Fuimos 15 personas de lo 26 invitados, muchos habían llegado ese día y estaban cansados, más el calor, los nervios y el clima. ¡una locura! de todos modos la pasamos increíble y todo fue maravilloso. Terminamos como a las 4 de la mañana muertos, en sano juicio los novios Gracias a Dios y esta historia de cuento terminó.

Cumplimos nuestro sueño de casarnos como siempre lo quisimos hacer, en la playa, con la bendición de cada una de nuestras familias y los más cercanos, Dios siempre presente con nosotros y será un momento memorable para cada uno de los que me acompañaron en este proceso.

Infinitas gracias a cada uno de los que hicieron parte de este mundo mágico, los que estuvieron presentes y lo que con sus oraciones y buenos deseos siempre nos han apoyado, a mis amigos, a mi bella dama de honor, mi hermanito rayo de luna, a mi hermosa familia. Son mi mejor ejemplo de respeto, confianza, apoyo incondicional y verdadero amor, pues sin ellos, mi sueño no hubiera sido posible.