La boda de Alfredo y Lidia en Guadalajara, Jalisco

¡¡¡Ah!!! y no podemos olvidar mencionar al super equipo de meseros, hostess, cocina (los mejores, nada de cremas sorpresas y alimentos fríos, y por supuesto, un sazón riquísimo) que tiene Mónica, la responsable... impresionante su forma de hacerte sentir en casa y con esa calidez humana y totalmente atentos y serviciales, hasta nos hicimos compas al final.

Mi vestido, muy sencillo, pero no simple... y muy hermoso a los ojos de todos, y totalmente a mi gusto, soy mala para esas cosas jii... lo mandé a hacer en el centro de Guadalajara, mucho más económico, a mi gusto, a mi medida, elaboración rapidísima y segura, es más, cuando iba saliendo de mi casa al Templo que estaba a escasos 100 mts, y una explanada intermedia, pasa una niña de unos 7 años, y en cuanto me con mi vestido y caminando, se sorprende evidentemente con un rostro de alegría y me grita con aquella voz emocionante, ¡¡¡Adióssss Princesaaaaaa!!!... y entonces, pues yo me sentí en la obligación en hacerle sentir correspondida, porque me sentía expuesta caminando a media plaza jajaja, y entonces, inmediatamente le respondí con gran saludo como si fuera una princesa de Disney jiii... ¡¡¡nunca olvidaré su cara al verme!!! valió la pena caminar ese tramo expuesta a la gente jajaj…

¡¡¡Mi celebración eucarística no la puedo omitir!!! La mejor del mundo mundial, en la parroquia donde he crecido, me he formado espiritualmente y servido a la comunidad pastoralmente, así que grandioso, celebrar el sacramento del matrimonio en la parroquia de mi corazón, así que por supuesto, quien nos casó el sacerdote que quiero mucho, amigo y gran director espiritual, acompañado con otro gran sacerdote amigo... Todos los que participaron en el coro, ministros de la comunión, monaguillo, lectores, salmista, etc, etc... ¡¡¡amigos!!! así que recibimos un gran regalo de una misa muy cercana, participativa, con gran sentido del sacramento no sólo por nosotros los novios, sino que todos eran testigos con mucha voluntad de serlo. Nos sentimos muy acogidos por todos desde la celebración eucarística (parroquia de Jesucristo Obrero), hasta la ceremonia civil y pachanga en el ex convento.