La boda de Alfredo y Tirsa Berenice en Santiago, Nuevo León

Fue nuestra decisión no contar con wedding planner pues queríamos cuidar nosotros cada detalle y a la vez involucrar a las personas cercanas en la organización. Debo confesar que en la semana previa a la boda dudé de esa decisión pues tuvimos momentos de estrés por los imprevistos, pero al final del día, no me arrepiento de haber cuidado yo misma cada detalle así como de la manera en que involucramos a personas para ayudarnos. Lo mejor es que aunque todo parecía estar anticipado y organizado por nosotros, la realidad es que ¡cada detalle y cada momento fue una sorpresa para mi!

Muchas novias me habían aconsejado que disfrutara cada momento, había escuchado tantas veces las frases "el día se pasa volando", "cuando te das cuenta ya todo se acabó", "no van a tener tiempo ni de comer". Pero puedo decir que en mi caso no fue así, realmente viví cada momento plenamente; cada hora, cada minuto estuvo lleno de emociones que disfruté al máximo y en mi mente y en mi corazón quedaron grabados por siempre... ¡Y logramos comer muy bien, junto a nuestros invitados!

Nuestra ceremonia religiosa fue inolvidable, cargada de emoción. Desde que iba camino a encontrarme con Alfredo no pude contenerme y lloré. El lugar donde fue nuestra boda, la Antigua Hacienda de Santiago; la música que elegimos, las flores, la decoración en rosas, azules y dorados; la comida de buffet mexicano; el pastel con flores naturales, los regalos para los invitados, ¡todo fue hermoso! Nuestros proveedores se portaron de maravilla y realmente la atmósfera que buscábamos para nuestro día se logró tal como lo imaginamos.

Y bueno, qué puedo decir yo del traje del novio, de mi vestido y arreglo personal. ¡Me encantó! Podría dar tantos detalles sobre esto, pero lo que nunca olvidaré ¡es que tuve tres peinados distintos! ¡En un sólo día! Uno para el civil, otro para la ceremonia religiosa y otro para la fiesta. Con dos cambios de tocado.

Nuestro primer baile, inolvidable, no sólo por el momento y el significado que tiene sino porque Alfredo estaba muy nervioso. Y fue justo en ese momento en que el sol decidió asomarse en todo su esplendor, ¡directamente en nuestra cara! Pero nada nos podría quitar la felicidad de ese momento.

¡Wow! Vuelvo a recordar ese día y me emociono, pero sobre todo agradezco a Dios lo vivido así como el iniciar esta etapa del matrimonio junto al amor de mi vida... ¡Un sueño hecho realidad!