La boda de Alonso Raúl y Wendy Veronica en Cozumel, Quintana Roo
En la playa Otoño Café 3 profesionales
A&W
27 Nov, 2021La crónica de nuestra boda
¡Hola! Quiero felicitar a esta app porque verdaderamente me llevó de la mano a lo largo de la lista de actividades... Al final explicare al respecto...
Mi boda salió de ensueño, prácticamente 3 semanas dedicamos el novio y yo a full para que todo saliera lindo. Pero yo, la novia, me dediqué casi con dos meses de anticipación a tiempo completo. Pensaba ahorrarme dinero de esta forma, pero ilusa yo, no sabía lo que implicaba... Si tienen la posibilidad de contratar wedding planner, háganlo o dense 3 meses para hacerlo ustedes y con el 70 % del presupuesto en mano, y eso que ya teníamos muchas cosas definidas y elegidas desde unos 6 meses antes.
Nosotros fuimos afortunados porque al final la familia apoyó, el universo mandó buen clima y, pese a todo obstáculo, nos manteníamos con el ojo en lo que soñábamos. Y hasta el universo conspiró, pues nuestra boda fue al aire libre y a orillas del mar; el clima puso de su parte ese día. De no ser por meditación (silencio mental) hubiera entrado en pánico, pero dentro de mí sentí que todo fluiría. Escogimos fecha de eventos deportivos en la isla de Cozumel, pues sabíamos que en cuestión de semáforo de Covid tendríamos todo a nuestro favor, ¡y así fue!
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Comenzó 4 p.m. en Cozumel junto al mar en una capilla (Stella Maris) que, aunque era pequeña, fue perfecta. El padre Federico Juárez (de Cancún) nos ofició una ceremonia hermosa, mientras escuchábamos las olas y el sonido del violín. Nos ayudaron muchísimo en la iglesia de San José del Mar.
Después fuimos al Club Playa Uvas, donde mi amiga y decoradora Estela (de Mérida, Yucatán) ya se había ocupado de muchos detalles (¡gracias!) todos al aire libre (para evitar riesgos de pandemia).
Tuvimos una bendición a orillas del mar, en la arena (ese era el sueño) con unas palabras y, después, tomamos fotos al atardecer con todos.
La fiesta comenzó y el mar se iluminó desde lo alto (en unas torres) con grandes reflectores para que la naturaleza brillara, y también iluminamos toda la vegetación (que nos rodeaba) con colores y utilizamos pampas traídas de CDMX del Mercado de Jamaica, que con flores amenizaban como centros de mesas. Hicimos dye con unos jarrones (que prestamos) y pampas.
Bailamos (después de haber ensayado 50 min, con tacones y crinolina en casa, y después de ver videos de otras bodas). El momento fue mágico, bailando sobre una pista iluminada y todos alrededor nuestro (colocamos las mesas radiales) y solo nosotros dos existíamos.
La comida la escogimos con detalles asesorados por mi hermana Fran (excelente cocinera) y el alcohol asesorados por dos amigas y una madrina... ¡Incluso unos tíos y mis papás nos regalaron alcohol para la boda! Así que no hubo pánico y, lo más preocupante, es que, si se terminaba el al alcohol, ideamos unos cocteles lindos con Bacardí, ¡pero ni hizo falta! Todo fue suficiente. ¡Estamos bendecidos! Y la gente estaba muy agradecida de ver a sus seres queridos después de tan horrible pandemia, y todo trascurrió con bien y seguridad.
Pasamos de hacer una boda de 50-90 personas a hacerla de 160. El resto del presupuesto salió de los regalos mismos de nuestros familiares, quienes colaboraron con regalos en efectivo, y a esas personas les avisamos con invitación digital tipo 1 mes antes. Y pudimos hacerlo, pues aumentar comida no era tan caro como ya pagar música, local, decoración, flores (que ya estaba cubierto). Nos hicieron falta unas cuantas personas, pero tomamos la decisión del número de invitados con la cabeza bien fría, para tener un número amigable y no tener restricciones.
Amamos cada momento, gracias a que Alejandra, junto con Abril y David, nos apoyaron y vieron cómo solucionar cada inconveniente que pudiera surgir. así como Diana, Paulette, nuestras tías y, por supuesto, nuestros papás y mamás, unos solezotes, sosteniéndonos durante esos días de estrés ¡y con tanto amor!
Una mención especial a los que nos apoyaron ese día a estar tranquilos, relajados y llegar con bien y en paz... ¡Fue parte importante de ese día! Tías, Tatis, primos, primas, papás: ¡los amamos!
¡Y amamos ese momento! Volveríamos a organizar nuestra boda, ¡valió la pena! Y cumplimos ambos nuestro sueño juntos. Cásense si aman a esa persona, hagan una ceremonia religiosa, dense el tiempo de conocer al oficiante y de hacer sus pláticas preparatorias, valen mucho para unirnos.
En relación con esta app, creo que lo único que omitieron en su app es sugerir una lista de encargos si uno mismo organiza su boda. Entiendo que también la app sirve para contratar servicios, pero, en mi caso, al ser un lugar pequeño la organicé yo misma. Y pues, nueva en esto, pues no encontraba proveedores (me arrojaba cercanos, pero no dentro de la isla donde vivo). Quizá pudieran dar unos tips si alguna pareja arriesgada decide hacerlo como nosotros.
De verdad que nosotros aprovechamos los recursos y conectes para hacerla linda, aun en el contexto de termino de pandemia y, gracias a Dios, salió bien y nos alcanzó para todo, Aunque próximamente, aún nos falta la luna de miel. Ojalá ganemos la rifa…
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