La boda de Andrés y Sarahí en Monterrey, Nuevo León

El 19 de mayo llegó, (horas antes ni me lo creía, sentía como que no era verdad) de tanto que lo soñaba no me sentía en la realidad. Desperté en el hotel a las 6:00 am! Acordándome que había olvidado meter a la maleta ropa interior. Rápido desperté a mi mamá para decírselo, pero rápido lo arregló y mandó a mi papá que me trajera mi cajón de la casa al hotel. Una noche antes repasé la lista de cosas una y otra vez y nunca me percaté de eso, total, bajamos a desayunar mi mami, mi abuelita y yo. Me di el baño más delicioso que había sentido en mi vida! sentía una paz bien linda. Llegó mi maquillista, empezó a arreglarme y platicándome de cómo me sentía si estaba nerviosa o algo, pero la verdad era de que aún estaba como en shock, no sentía nada aun, ella fue la que me ayudó a ponerme mi vestido ya que mi prima no pudo.

Dieron la 1:30 pm. Mi prometido tocaría mi puerta para el encuentro, ahí es cuando no sentía mis piernas de los nervios que tenía! Abrí la puerta y él estaba de espaldas, voltea a verme y veo como sus ojitos brillaban y se llenan de lágrimas. Por fin era el día que tanto habíamos soñado juntos!

Nos fuimos a la sesión formal de estudio y de locación, después a la misa. Cuando íbamos a bajarnos el señor del carro nos dejó unos minutos solos. Nos miramos a los ojos, me apretó las manos y nos dimos un beso, se sintió hermoso. Me dijo te veo adentro mi amor, te amo. Me bajé después y formamos la marcha nupcial, mi mami y mis abuelos me dieron la bendición y mi papi, nos fundimos en un hermoso abrazo. Comenzó la misa y con la bendición de Dios nos convertimos en marido y mujer. Nos dirigimos a la recepción para el civil. Una ceremonia hermosa la que dio la licenciada. El DJ nos presentó como los nuevos esposos y nos abrió la pista para bailar nuestro primer vals. Lo ensayamos mil veces y en ese momento no sabíamos ni con que pie empezar, bailamos Hasta mi Final de IL Divo. Me sentía en las nubes, una paz hermosa y cuando lo veía a los ojos me daban ganas de llorar. Bailé con mi papi, Yo primero la amé de Gilberto Gless. Lloramos y bailamos abrazados toda la canción, fue hermoso y mi marido bailó la de Mamá de IL Divo...y seguido de eso empezamos con el baile! Después la cena que sabía más que deliciosa! nuestro tercer platillo iba a ser el pastel. Para esto cuando estábamos en el carro esperando para subir al civil era las 7:15 cuando vi que el señor apenas llevaba mi pastel! Cuando a mí me confirmaron que llegarían alrededor de 3 a 6pm y desde lejos pude notar que los colores de mi pastel no se veían para nada iguales a mi ramo ni a lo que les mandé por foto. Pero dejé pasar ese detalle. Durante la música, después del vals pude notar que mi pastel no estaba en la mesa, a lo que me respondí, lo han de haber movido de ahí por mis sobrinos que andaban por ahí pasando. Cuando de pronto vi que llegó el mismo señor que lo entregó con otro pastel en la mano ahí es cuando me espanté y fui con mi coordi y le pregunté qué estaba pasando y me dice que mandó traer un dummy porque mi pastel se había destruido, me quedé en shoock! Dije qué!! Quiero verlo! Se le habían caído todas las flores. Por fortuna se podía partir y servir a mis invitados. A pesar de todo estaba delicioso! Todo el mundo me lo mencionó. Después de la cena todo fue baile, se puso muy bueno! el DJ supo que música poner y en qué momento, bailé como nunca! Y eso que a ni marido ni a mi nos gusta bailar, todos se pararon a bailar, vimos a nuestra familia reír a carcajadas, posar felices para las fotos, ese fue el mejor regalo para nosotros. Que hayan estado ahí en ese día tan importante para nosotros, agradecidos que a pesar de ser la mayoría foráneos, no nos fallaron. ¡Y todos derechito a la torna!

Y así fue el mejor día de mi vida. Cuando por fin uní mi vida con el hombre de mis sueños, con mi príncipe Ken, el amor de mi vida, nos amamos más que nunca y aún no nos la creemos que ya haya pasado. Estamos muy muy felices. Niñas! Vívanlo al 1000 % que el tiempo se pasa volando y no se enojen ni se mortifiquen por nada, sino pasa algo no fue boda, ya ven mi pastel. Dios bendiga siempre nuestros matrimonios.