La boda de Ángel y Rebeca en Mérida, Yucatán

Ángel siempre me dijo que seguramente iba a llorar durante la ceremonia y yo lo molestaba diciéndole que yo me reiría si lo hacía y ¡oh sorpresa! no fue él quien lloró, en el momento en que empecé a caminar hacia el altar de la mano de mi papá (que no me quería soltar) y lo vi a él esperándome, con una sonrisa, feliz y pleno se me hizo un nudo en la garganta muy difícil de controlar, creo que son esos momentos y sentimientos que solo vives una vez.

Antes de la boda, como un mes antes, tuvimos un contratiempo que a mí me afectó mucho, el padre que queríamos que nos casara nos canceló, así sin más. Lloré como tres días, pero pues nos asignaron a otro, el padre Alejandro Álvarez Gallegos, no lo conocíamos, no teníamos ni idea y de verdad debo decir que Dios sabe porque hace las cosas, pues la misa estuvo hermosa, nos habló muy bonito, directo, olvidándose de los demás y enfocándose en nosotros, creo que nadie hubiera dado una misa tan bonita como la que celebramos ese día, y estoy más que agradecida por eso. Y además tengo a las mejores amigas del mundo, todas mis damas nos ayudaron muchísimo en la misa, que todo saliera perfecto, repartir los misales, arroceros, que todos sepan que hacer, bueno no sé qué hubiera hecho sin ellas.

Una vez que finalizó la ceremonia y estábamos camino a la fiesta, mi ansiedad empezó, pues la mayoría de los preparativos son para la fiesta, todos los proveedores, la organización, el armado de las mesas, cronograma todo lo hice yo sola y me daba mucha ansiedad cómo iba a quedar todo, como iba a verse todo. Mi boda no fue pequeña, pero tampoco enorme, tuve 300 invitados y la pagamos al 100% entre Ángel y yo, lo cual me enorgullece mucho e hizo que disfrutara todo mucho más y que quisiera que todo estuviera perfecto. Lógicamente hubiera querido muchas cosas más cosas diferentes que por presupuesto no se pudieron, pero en verdad todo se puede hacer y quedar hermoso si sabes buscar y tienes el tiempo de hacer las cosas, el caso es que antes de llegar a la fiesta Ángel y yo nos preguntábamos cómo se iba a ver todo en la hacienda (nos casamos en El Triunfo) porque pues una cosa es lo que ves en la degustación, lo que imaginas y otra cómo se ve al final y cuando llegamos en verdad quede gratamente sorprendida, Grupo Hypnotq (que ahora se llama Grupo Caveli) fue quien me dio el servicio de gran parte de toda la boda, y a pesar de que no era el servicio como tal las atenciones de Jenny fueron como de una wedding planner, todo quedó hermoso. Me encantó como se veía la iluminación verde y rosa, las luces colgantes, la decoración de las escaleras yo les había dado los materiales y lo dejaron perfecto, la distribución de las mesas, los centros de mesa de la Florería Los Ángeles que los cambié mil veces por indecisa quedaron perfectos justo con los colores que quería. La comida deliciosa, todo mundo me dijo que le encantó, la mesa del pastel, los dulces, todo salió perfecto.

A las 10:45 fue la hora del baile, debo admitir que tenía mucho estrés de esto, no me gusta ser el centro de atención y saber que tendría que bailar y que 300 personas estarían viéndome específicamente a mí me creaba mucho conflicto, pero cuando estas con la persona que quieres, compartiendo un momento especial, todo se te olvida. Ángel y yo decidimos bailar la canción de For You I Will de Teddy Geiger, al principio yo estaba un poco renuente porque no es tan de amor como otras, pero la realidad es que era nuestra historia, así con esa canción inició nuestra relación y todo lo que pasamos entonces quedaba perfecta. Días antes de la boda le dije que teníamos que practicar el baile (por aquello de mi estrés) pero por equis o ye razón nunca lo hicimos y eso solo aumentaba mi ansiedad. Pero empezamos a bailar y empezó a decirme no sé qué, tanta burrada y nos empezamos a reír y de ahí todo fluyó, recuerdo que me dijo "te voy a dar una vuelta cuando cuente tres okey? y luego me dijo, espera ¿con qué mano te doy la vuelta? todo eso mientras bailábamos, era como si estuviéramos solos en nuestro mundo neceando mientras compartíamos un momento de intimidad y romanticismo. Al final me dio la dichosa vuelta, salió divino porque fue justo cuando se dispararon los chisperos (ya quiero ver el video para recordar ese momento).

Después siguió el baile con mi papá, debo admitir que yo no estoy nada pegada a mi papá, no tenemos mala relación pero tampoco hay mucha que digamos por muchas cosas de la vida y honestamente (suena horrible lo sé) a mí no me emocionaba ese baile, pero era algo que tenía que hacer, cuando se anunció y se le pidió a mi papá que pasara a la pista él se shokeó, me dijo que no se lo esperaba que no sabía que iba a bailar (y yo así de papá es obvio, esos e hace en las bodas) pero pues creo que por lo mismo del tipo de relación que tenemos pensó que quizá omitiría eso, no sé. La verdad fue un momento muy emotivo, a pesar de no llevarme tan bien con él, me dio mucho sentimiento incluso llore más cuando bailé con mi papá que con Ángel, y mi papá estaba muy conmovido, creo que nunca lo había visto así. Suena tonto pero son muchas las cosas que puedes descubrir en momentos así y son los que más vale la pena recordar, sin importar lo demás.

La fiesta la animó Grupo Actitud, y Christopher el dueño es un lindo. Es excelente en su trabajo, ahora está muy de moda los DJs pero yo siempre he pensado que jamás animarían como un grupo, y de verdad les puedo decir que el relajo, la animación y la emoción que Christpher y su grupo le ponen a la fiesta es la cereza del pastel para la diversión, no me puedo imaginar la hora del ramo ni del liguero sin sus ocurrencias, fue de lo más divertido.

Creo que no hubo ningún contratiempo en toda la boda, todo transcurrió bien, bonito y de lo más divertido. Lo único que me arrepiento, que bueno creo que es normal, es que siento que no conviví con muchas personas, luego al día siguiente tenía remordimiento de consiente de que no me había tomado foto con fulanito, que no me despedí de menganito y así. Pero bueno imagino que son cosas que le pasan a todos, no puedes estar en todo, hay demasiadas cosas pasando a tu alrededor.

Y pues bueno, creo que esa es mi historia, quizá no la más romántica de todas, pero fue mi experiencia, no me arrepiento de nada, los disfrute todo al máximo, quisiera repetirlo porque se me pasó muy rápido. Ahora viene lo bueno la vida real, hay que ahorrar mucho pues si bien gracias a Dios no tenemos ninguna deuda de la boda, si nos quedamos en ceros y falta todo lo de la casa, los regalos ayudan mucho, pero faltan demasiadas cosas aún, aunque cuando compartes el día a día con la persona que más quieres todo eso pasa a segundo plano.

Un beso.