La boda de Antonio y Alejandra en Culiacán, Sinaloa

Había estado súper tranquila hasta el momento en que bajé la escalera de mi casa y subí al auto con mi padre, entonces si sentí que el corazón se me saldría de nervios, ya en la iglesia me entretuve viendo por la ventana a los invitados que estaban en la explanada listos para entrar al templo. Después ya era hora, el tiempo pasó de prisa y cuando menos pensé ya estaba hasta adelante, frente al altar con mi prometido que en menos de una hora sería ya mi esposo.

La ceremonia fue hermosa, el padre nos dirigió unas palabras muy bonitas y no pude contener las lágrimas. Entre muchos abrazos y fotos corrimos para llegar a tiempo al salón donde a las 10 de la noche bajamos las escaleras como marido y mujer, dimos una vuelta a las pista y bailamos nuestra canción Heaven de Bryan Adams, luces salieron al final y se oyeron los plausos mientras entre risa y felicidad nos dábamos un beso.

Siguió el vals con nuestros padres y luego caminamos por las mesas para saludar a nuestros invitados, comimos de prisa para terminar de saludar, pues teníamos casi 400 invitados. Aunque eso no quitó que disfrutáramos mucho la deliciosa cena que era Pollo relleno de espinacas y queso ricotta y Filete de res en salsa de Champiñón al vino tinto.

Mientras los Hermanos Cota (Banda orquesta) ya comenzaban a poner ambiente con un show de mariachi donde nuestra pajesita Helena, de 2 años, les acompañó con su sorpresivo baile. Después de otras tandas de diferente música mi esposo y yo dimos la sorpresa de la boda y nos subimos con los músicos a tocar, yo la batería y mi esposo el bajo. Los invitados se juntaron en las pista para ver y tomar video y otros varios para bailar Jhonny be good que ante los gritos de “otra, otra.” Siguió improvisadamente I want to break free de Queen. Fue maravilloso sentir los aplausos y ver la cara de nuestros sorprendidos invitados que no paraban de felicitarnos.

Bailamos toda la noche (contratamos el salón hasta las 4), el ambiente estuvo fenomenal, la pista estaba llena, la gente con sus termos y artefactos led no paraban de brincar y divertirse, igual nosotros, y que decir de los chilaquiles que sirvieron a las 2:30, ¡riquísimos!. Nos divertimos también al lanzar el ramo y la liga, donde varios dejaron claro que son excelentes deportistas, ambas cosas las ganaron dos primos míos, que por cierto quiero mucho.

Nos encantó nuestra boda, y hasta la fecha las personas que asistieron nos siguen diciendo todas las cosas que les gustaron y lo mucho que se divirtieron en ella. Y nosotros con más razón. Un día que por muchas razones atesoraremos en nuestra memoria, el excelente inicio de una nueva vida llena de aventuras, diversiones, respeto y sobre todo mucho amor.