La boda de Armando y Monse en Puerto Vallarta, Jalisco
En la playa Otoño Verde 3 profesionales
A&M
10 Nov, 2018La crónica de nuestra boda
The “I Do Tour” o nuestra boda rockera. Resulta que mi esposo y yo somos fanáticos del rock y los festivales de música (hemos ido a 13 conciertos en un año), es mi alma gemela y después de darme el anillo viendo un amanecer en el centro ceremonial de Wirikuta, en Real de Catorce, tuvimos un año para planear nuestra boda soñada.
Armamos todo un tour con destino a Puerto Vallarta llevando a una parte de nuestra familia y amigos en un camión oficial de la gira. La otra parte llegó en avión o antes por vía terrestre.
Nunca pensé en algo tierno o romántico, sino más bien en imprimirle todo el toque personal a nuestra boda. Tierno mi vestido que fue el que quería: un Maggie Sottero de encaje y mis zapatillas Badgley Mischka de muy buen gusto que complementé con un bolero de satín negro y una chamarra de piel con estoperoles.
Durante todo ese tiempo mi novio estuvo al pendiente de toda la organización, hicimos muy buena mancuerna, tiene muchas cualidades para la planeación. En todo decidíamos si el DJ, las flores, la misa, los tonos verdes de playa contrastando con el negro, como era rockera y nosotros melómanos obvio era imprescindible, era vital que sonara muy bien la música, ¿no?
Seguir leyendo »Pues nos fuimos a Vallarta unos meses antes a hacer audiciones a 6 bandas locales de rock para que amenizaran durante la cena (si una banda de rock, no mariachi) y nos quedamos con una que sonaba muy bien: los 3Tones, gracias Marc.
Bueno el viaje inició cuando citamos a nuestros invitados en un punto de nuestra ciudad, Querétaro y los fuimos a recoger en el autobús enorme, tuvimos que viajar desde el jueves en la noche, y fue una fiesta total, para llegar el viernes al hotel sede Barceló, Mismaloya, ese día que llegamos mis papás que eran los encargados de mi vestido, lo dejaron abandonado arriba de un cenicero en la recepción, siento que casi se lo llevan. Después del registro todos los invitados se dispersaron en las instalaciones y se relajaron, nosotros tuvimos una sesión de fotos romántica durante el atardecer. Yo me sentía como rockstar pues a donde quiera que íbamos siempre saludábamos a nuestros seres queridos, 100 personas en una boda destino fue algo mágico y único.
Esa noche cenamos en familia en el restaurante internacional con mi querida abuelita, para ultimar detalles sobre todo, fue una noche de muchas risas con mis padres y la idea era que yo durmiera con ellos para que al día siguiente ya durmiera con mi marido, pero nada, como ellos iban de novios al final me dejaron y así pedí asilo a mi futuro esposo en nuestra suite nupcial con una vista preciosa al mar.
DIA “B”
Por la mañana Armando mi marido y yo ensayamos por primera y última vez nuestro vals “You and I” de Scorpions.
Después corrí a bañarme y al spa para que me maquillaran. El DJ ya estaba en prueba de sonido.
Después llegó Álex, el fotógrafo e hicimos sesiones con nuestros amigos para un video titulado MARRIOKE donde todos tenían que aprenderse y cantar la canción “Living On a Prayer” de Bon Jovi.
Mis amigas apenas pudieron ponerme mi vestido de corsé y mi tío llegó por mí para trasladarnos junto con el camión a la Iglesia en el pueblo de Vallarta.
Llegamos a la iglesia a ritmo de "High Way to Hell" de AC/DC gracias a mis tíos.
Para la entrada a la misa contratamos un grupo que se aprendió “November Rain” de Guns and Roses. El florista fue increíble con mi ramo de orquídeas naturales verdes y toda la decoración en general.
La misa fue corta y emotiva, quiero mencionarles que al terminar la misa el padre no pidió beso y se fue, pues bien yo tuve que dárselo a mi esposo y así los invitados desconcertados pero felices aplaudieron. Salimos y caminamos 2 cuadras para la foto grupal en el malecón, la gente aplaudía a nuestro paso y unos preguntaron si se trataba del aforo de una telenovela.
Para esta foto usé un precioso ramo de partituras que me hicieron mis queridas amigas.
Del malecón nos trasladamos en el autobús a la playa donde se celebraría la ceremonia civil al atardecer, la canción de entrada fue “Fear of the Dark” de Iron Maiden en orquesta, con el mar de fondo ya en colores rojos y azules, el juez nos habló muy bonito, fue un momento hermoso ya que tuvimos un horizonte muy bello al darnos nuestro beso como esposos ya al final, la salida fue musicalizada con la canción de Piratas del Caribe versión gaitas.
Al término, nuestros invitados se trasladaron a la explanada de los arcos que fue al aire libre y con únicamente el mar como decoración, (que más se puede pedir), eso sí con sus respectivos cocteles y la banda de rock que ya estaba tocando.
Nuestra entrada triunfal fue con "Welcome to the Jungle" y agradecimos a nuestros seres queridos su apoyo y su presencia, cabe mencionar que nuestras invitaciones fueron inspiradas en un álbum de los Guns and Roses, muy originales, eran de un disco de vinilo en su empaque y los pases boletos de entradas a conciertos.
La cena fue de tres tiempos y al final de esta, con la banda detrás, le canté a mi esposo la canción “No One like you” de Scorpions que significa mucho para mí, algunas novias bailan o cantan y creo que fue una sorpresa linda.
Después llegó nuestro vals también de Scorpions y el baile con los papás que fue una mezcla hermosa de Bruce Springsteen con Ed Sheeran versión sax.
Procedimos a partir nuestro pastel que tenía dos guitarras eléctricas como topping y así dio inicio el baile, hubo de todo, yo creo que para el DJ fue un reto personal pues le pedimos rock, rock para todo y salió muy bien la mezcla. El buen audio pues tanto la banda como el DJ llevaron ingeniero de sonido, se escuchaba en todo el hotel, la gente salía desde sus balcones a disfrutar de la banda y la buena música, muchas personas de diferentes nacionalidades, se acercaron a escuchar e incluso una familia como de 11 no dejó de bailar en toda la noche cerca de la mesa de dulces (igual tengo foto con ellos).
Al final aventaron a mi marido, me aventaron a mí, terminamos bailando Caballo Dorado en el bar a pesar de que me negué. Nos metimos al mar ya de madrugada llenos de alegría y con la luz de la luna sonriéndonos, mi vestido de diseñador quedó deshecho por la arena y para mí y mi esposo fue la noche más romántica, divertida, alocada y llena de amor de nuestras vidas.
Nuestra luna de miel fue en París y otro países europeos. El wedding tour siguió y seguirá.
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