La boda de Arturo y Lucero en Guanajuato, Guanajuato
Rústicas Verano Fucsia 4 profesionales
A&L
30 Jun, 2018La crónica de nuestra boda
Viajamos desde Mexicali, una semana antes de la boda para ultimar detalles.
Nuestros familiares fueron llegando a Guanajuato, y nos pusimos en plan "guías de turistas".
La mañana del día B, llegué a nuestra suite en el hotel real de minas, la primera en llegar fue la chica del maquillaje, quien de inmediato se dio a la tarea de comenzar a arreglar mis manos y pies. Mi mama, hermanas, sobrinas, tía y mi mejor amiga Nicté, llegaron poquito después.
Primero arreglaron a todos mis familiares y a mí y a mi mama nos dejaron para el final, como era mucha gente y aunque contraté dos peinadoras, eran las 4 de la tarde y apenas estaban colocándome las pestañas.
Tenía pensado que saliéramos rumbo a la iglesia a las 4:30, puesto que la misa era a las 5, sin embargo, se me hizo super tarde y justo a las 5 me disponía apenas a salir del hotel.
Todo el mundo estaba histérico y preocupado, mi novio me marco mil veces, el padre amenazaba con cancelar, en fin, todo un drama.
Seguir leyendo »Salí corriendo y mi papá y yo nos fuimos a la iglesia, mi mamá quedó en llegar aparte. Mi papá iba manejando y yo lo obligué a estacionarse justo por encima del museo que está al lado del Templo de San Diego, que era el lugar de la misa (recibimos una infracción por eso). Corrí como novia en fuga y llegué justo para decir, aquí estoy, por favor no cancele mi boda. Yo hasta quería caminar sola al altar (así de loca estaba), pero mi papá llegó justo a tiempo y caminamos juntos. Justo al final del pasillo, se encontraba el amor de mi vida, guapísimo y radiante de felicidad.
La ceremonia fue hermosa, lloré cuando dije mis votos, creo que todos lloraron junto conmigo. Al salir de la iglesia todos soplaron las burbujas en un momento mágico.
La fiesta empezaba a las 7, por ser una boda destino, decidimos no dejar mucho tiempo entre la misa y la fiesta. Cuando llegamos de la sesión de fotos, nos dimos cuenta de que no les estaban sirviendo bebidas a nadie y yo toda enojada y en plan bridezilla, me fui a gritarle a los meseros (Estuvo mal de mi parte, pero estaba muy estresada, porque todos en el salón tenían sed), por fin pude resolver ese problema, el hotel nos compensó con una hora extra, y tuvimos que pagar una hora extra de música.
Me divertí montones en mi fiesta, bailamos casi toda la noche, disfruté tanto de la celebración junto a mi nuevo marido y a las personas a las que amo, todo fue hermoso, cada detalle fue pensado por nosotros, desde las lucecitas, las jicaritas chiapanecas, que estaban en las mesas, el pastel con motivos de Dr. Who, la pirotecnia cuando bailamos "Te voy a amar" de Axel, todos los momentos los atesoro y los guardo en mi corazón.
Al final todos los invitaron estuvieron de acuerdo en que fue una boda más que hermosa y que se la habían pasado de maravilla, la comida deliciosa, muchas bebidas, montones de botanas y dulces de la mesa de postres, regalitos, recuerdos, en fin. Mi boda fue como siempre soñé, una boda con algunos detalles chiapanecos que me recuerdan mi origen.
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