La boda de Carlos Jasso Barron y Marleth Rodríguez en Puerto Vallarta, Jalisco

La ceremonia no pudo ser más perfecto, un par de chicas tocaban el violín de una manera linda y con eso daba inicio un gran momento. Entramos un poco desordenamos, pero nada evidente, y creo que no era algo que me preocupara, estaba decidida a disfrutar de este día. Las palabras del padre eran las indicadas, recuerdo haber visto un par de lecturas antes de ese día y pensar en que esas eras las que me gustarían. Estaba muy contenta y no podía dejar de sonreír. Nos acompañaba mucha gente, la gente que debía estar ahí y todos compartiendo nuestra felicidad. Al terminar nos tomamos un par de fotos con algunos y corrimos hacía la playa para alcanzar el atardecer

La gente comenzó a arribar a la recepción, me encantó cómo quedó el lugar. Con unas cuantas lámparas colgadas, los centros de mesa que hicimos nosotros con flores azules y quinqués se veían increíbles. Las servilletas azul marino para contrastar el beige de las mesas daba un toque formal y bonito. Mientras iniciaba la fiesta la gente podía agregar mensajes en piezas un rompecabezas en forma de corazón que pusimos para recibir sus buenos deseos.

Pusimos algunos regalos como lentes y abanicos para que nuestros invitados tuvieran un detalle y pudieran recordar este importante día. Unos minutos después de las 7 comenzó el evento, con una canción de entrada muy divertida que, por cierto, decidimos con un volado. Posteriormente, bailamos nuestro primer baile, la canción la elegimos fue perfecta, sigo pensando que fue muy romántica e original y acompañada de unos fuegos artificiales que se adecuaron a nuestro baile por casualidad y destino.

Siguió el baile con nuestros padres, la canción también es muy significativa para nosotros y creo que eso más la compañía me hacía llorar de tanta felicidad, tratamos de que este baile no se extendiera con todos los familiares para aprovechar el tiempo de fiesta y no hacerlo tedioso para nuestros invitados.

Una vez terminada la parte romántica, comenzó el baile. La gente estaba muy divertida. Podíamos ver gente que es muy sería baile y baile, había muchas risas y buena vibra. Disfrutamos mucho compartir con ellos, convivir y tomarnos divertidas fotos, salirnos de nuestra área de confort y hacerlos sentir a todos tan felices como estábamos nosotros. El tiempo paso muy rápido, pero se aprovechó cada segundo. Para cerrar realizamos un brindis, en donde tuvimos fuegos artificiales, estos sí eran los nuestros, y junto con ellos un mariachi que alegro aún más a todos los presentes.

Fue un gran día, aun cuando veo fotos o lo platicamos sigue siendo el día más feliz y perfecto de nuestras vidas. Es increíble escuchar los comentarios de la gente y saber que fueron tan felices como nosotros.