La boda de Daniel y Claudia en Tejupilco, Estado México

Arribamos al salón, los aplausos, las porras y la ovación pidiendo beso, ¡inolvidable! Un espectáculo de manganas a pie en festejo a nosotros, los caballos bailan y la música no para.

La juez lista ya … emocionada y contagiada, una hermosa boda civil que jamás se olvidará. Un beso inigualable que selló nuestro amor, ¡cómo olvidarlo! los aplausos en miles, y la multitud pide un beso más. Y la cargada no podía faltar, más aplausos … la bendición y agradecimientos para con todos se hace presente.

A degustar los sagrados alimentos acompañados de la gente que nos quiere. El ambiente de felicidad, un baile especial y ¡sorpresa! la novia baila un emotivo vals con su papá, una canción muy emotiva. El público la siente, no se contiene y el sentimiento los invade … pero ¡oh sorpresa! el DJ se equivoca y el pávido návido se hace sonar… la canción favorita de papá… despide a su hija con un gran zapateado que a todos pone a temblar.

La emoción está a flor de piel y de fondo la canción de los novios ‘Un privilegio’ de Pepe Aguilar, nos hace temblar … un baile para recordar, su mirada, la mía... ¡oh dios! me he vuelto a enamorar, el corazón palpita muy rápido y por un momento solo éramos él y yo … el mundo nos vio pasar, nada existía, todo era sus ojos y los míos . Los aplausos, la euforia, el “beso, beso” nos hacen reaccionar y contagiados por el público con un gran besos sellamos nuestro vals.

El brindis, la víbora (con un muy buen jinete), el ramo, el mandilón inigualables e inolvidables; las risas, gritos, y emociones jamás se olvidarán. Un gran baile, una fiesta para mí inigualable, los pies no los sentíamos, pero no queríamos dejar de bailar. Los amigos y familia nos alentaban, y los tacones, las botas y las espuelas se olvidaron.

Ya el calor de la noche nos invade y la fiesta aún no para… llega la madrugada y aún enfiestados...¡oh mi dios! ¡nuestro sueño echo realidad! Una promesa de amor para toda la vida.

D & C