La boda de Daniel y Letty en Aguascalientes, Aguascalientes

Ambos decidimos que aunque ya estuviéramos juntos, él saldría de casa de sus padres, y yo de casa de los míos. No queríamos dejarlos sin vivir ese gusto.

Ya en la estética, llegué y espere un momento, porque estaban terminando de arreglar a otra novia, que por cierto quedó bellísima. Cuando tocó que me atendieran (12 del medio día), justo en ese momento comenzaron mis nervios. Y es que para ser honesta, tenía mucho miedo de quedar mal maquillada, o que no me gustara cómo me peinaran, no sé, supongo que todas tenemos este miedo.

La estética dónde me arreglaron se llama Gloss Up, para mi gusto, de los mejores lugares de Aguascalientes. Comenzando me colocaron una loción relajante y refrescante, la cual ayudó a que me relajara los nervios. El día de la prueba de peinado y maquillaje, yo había elegido un maquillaje para mis ojos en negro y café, y me encantó como quedó, pero al final lo cambié por un rosa y negro, y fue la mejor decisión, mi maquillaje quedó maravilloso, hacía lucir hermosos mis ojos, todo mundo me chuleó. El peinado lo amé, sencillo pero elegante, y ya con el tocado se veía espectacular.

Mientras me maquillaban, Daniel (mi amor), me avisó que ya habían llegado los ramos de las damas de honor y los míos, cosa que me dio más tranquilidad, ya que era lo único que faltaba. Terminaron de maquillarme y peinarme justo a las 2pm, mi hermano mayor y mi sobrino pasaron por mí, mi sobrino hermoso me dice: “tía, te ves muy bonita”, y me abraza; mi hermano se quedó asombrado, ya cuando le cayó el 20, me dijo: “te ves hermosa, hermanita.”

Nos fuimos a casa de mi mamá. Cuando mi mamá me vio llegar, me dijo: “ándale, así tenías que maquillarte. Bonita, sin necesidad de una máscara de maquillaje”. Y es que dos días antes, me había dicho que me maquillara lo más natural posible, con esto se refería a que no me pusieran capa tras capa de maquillaje.

A las 3.30pm comenzó mi mamá a vestirme. Mientras lo hacía, me decía: “Siempre, desde que naciste, soñé con vestirte el día de tu boda. Gracias por no quitarme esta dicha”. Mi mamá es muy dura, quizá por la vida tan difícil que ha llevado desde que mi papá faltó, entonces que me dijera cosas tan bonitas me puso más feliz. Tardamos como 25 minutos en terminar de vestirme, ya que mi vestido era de cintas.

A las 4.00 pm llegó mi hermano, el de en medio, él me iba a llevar a la sesión de fotos que era a las 4.30, nos fuimos, pero tardamos en llegar, ya que están arreglando las calles aledañas a dónde sería la sesión de fotos. Mi amor me estaba marque y marque, se le hacía que no llegaba. En fin, llegamos. Cuando Daniel me vio, casi se va para atrás, me sonríó y se le nublaron los ojos, me dijo: “Gorda, te ves más hermosa de lo normal ¡Me encantas!” Yo feliz con escuchar eso, y es que él me había dicho lo mismo que mi mamá, que no fuera capa tras capa de maquillaje.

La sesión duró 1 hora, a las 5.30 pm nos fuimos al templo. Nos casamos en el Templo de San Antonio, uno de los más bonitos del Estado, para mí el más. Llegamos y ya estaban muchos de los invitados. Nos formamos para entrar. Entramos y Daniel me recibió en el altar con una sonrisa de oreja a oreja, y así estuvimos toda la misa. La homilía fue bellísima, el padre se inspiró y nos dio unas palabras hermosas, nos hizo llorar, reír, todo junto. Llegaron los votos y, bueno, los nervios al 1000, los dijimos y a los dos se nos quebró la voz. Todos los invitados muy conmovidos. Daniel desde la mitad de la misa me decía: “Te quiero besar.” Y yo: “no, espera, hasta que termine la misa”. Terminó y al fin me besó, en ese momento todos nos aplaudieron y echaron porras. Salimos del templo, nos tomamos fotos y nos fuimos al salón.

Ya en el salón, (Quinta Santa Fe), comenzaron a llegar los invitados, y poco a poco fueron ocupando los lugares. Nosotros entramos ya que había llegado la mayoría. Llegamos y todos nos aplaudieron fuertemente, de fondo sonaba la canción “Living on a prayer” de Bon Jovi, una canción que nos encanta. Daniel y yo saludamos a todos y tomamos nuestro lugar en la mesa de honor.

La decoración lucía fantástica, hermosa, así como la queríamos. Cuando dieron las 9.00pm comenzó el vals, nuestra canción fue “A Thousand Years” de Christina Perri pero en un cover realizado por The Piano Guys. Todos nos aplaudieron y se conmovieron, felices por nosotros. Luego vino el baile con la familia, en el que participaron todos nuestros familiares y amigos. Después el brindis, el cual realizamos con unas copas hermosas que nos mandaron de USA. Posteriormente partimos el pastel. Enseguida vino el lanzamiento de ramo, el cual se ganó una de mis cuñadas, hermana de Daniel; y siguió Daniel con el lanzamiento de liga, que se la ganó uno de sus amigos.

A las 10.00 pm se sirvió la cena. Estuvo deliciosa, todos nos dijeron que les había encantado. El menú fue lomo en salsa de tamarindo con spaguetti en salsa de chile poblano, y ensalada de fruta con vinagreta de mango, para acompañar unos panesitos, no sé de qué, pero riquísimos. De tomar se sirvió tequila Centenario, Whisky Black and White, y Torres; refresco y agua natural.

Terminado de cenar, se abrió la mesa de dulces, mi amor y yo abrimos pista y comenzó todo mundo a bailar de inmediato. Y así seguimos, mientras todos bailaban repartimos abanicos, toallitas faciales, letreritos para fotos, termos, globos y algunos artículos de ambientación.

Todo marchaba perfecto, hasta que se fue la energía eléctrica ¡Rayos! La noticia: Se tronó un transformador. La gente del salón, rápido echó a andar una planta de luz y siguió la fiesta. Un poco más tardé se volvió a ir la energía, la razón: la planta no aguantó, otra vez entró en acción la gente del salón y pusieron otra planta y así siguió la fiesta. Originalmente la fiesta duraría a la 1 am, pero con los inconvenientes causados por la energía eléctrica se extendió hasta las 3am, con todo y barra libre.

Debo confesar que aunque soy la persona más estresada del mundo cuando las cosas no le salen bien, el día de mi boda nada me estresó, ¡nada! Daniel y yo estábamos contentísimos y nada nos arruinó nuestro gran día. Sonará a cliché, pero el día de mi boda ha sido el día más feliz de mi vida. Es algo inexplicable, tanta felicidad que no paras de sonreír, que todo te parece perfecto.

Daniel y yo damos gracias a Dios por permitirnos llegar a este día; a nuestros amigos y familiares por acompañarnos en tan maravilloso día; a nuestros proveedores (GlossUp; José Casto Fotografía; Quinta Santa Fe; Termo Eventos; El Siete Ceremonial; Mens Fashion; Show Party; etc.) por hacer de nuestro día, un día maravilloso, inolvidable, satisfactorio, ¡Feliz!

Así terminó el día que tanto esperamos, un día que jamás olvidaremos, que nos deja más felices de lo que ya estábamos.

Mi consejo para todas las que están por vivir esta experiencia tan hermosa es: ¡Disfruten! Habrá a quién le salga todo de maravilla, tal cual lo planearon, ¡que padre! Pero me atrevo a decir que en la mayoría de los casos hay algo fuera de nuestras manos. En nuestro caso fue la energía eléctrica, pero así como nosotros, no se estresen, no dejen que un pequeño detalle arruine todo lo demás. Lo más importante es su felicidad, es un día tan esperado e irrepetible, háganlo inolvidable, pero por todo lo lindo que vivieron, no por el detalle que salió mal.

Deseo que su matrimonio esté lleno de bendiciones y mucho amor. Mientras el amor no falte y Dios nos acompañe, todo lo demás viene por añadidura.