La boda de Daniela y Álex en Cuajimalpa, Ciudad de México
Rústicas Otoño Verde 6 profesionales
El 22/10/2022 257 2 1
D&Á
22 Oct, 2022
La crónica de nuestra boda
¡El día de nuestra boda!
¡Qué nervios! Decidimos no estar juntos la última noche antes de la boda, pero después de un día atareado lleno de pequeños detalles importantes, nos extrañamos mucho.
El mero día empezaron los preparativos desde temprano, cada uno por su lado. Recoger el traje, ponerse el vestido, rasurase, maquillarse, conseguir los últimos toques, peinarse... A sugerencia de nuestro fotógrafo, Alejandro, tuvimos una sesión juntos antes de la ceremonia religiosa, pero eso sí, insistimos en no vernos hasta la mera hora. Los dos estábamos muy nerviosos y aprovechamos para estar juntos los últimos momentos de solteros antes de empezar nuestra vida de casados. Los dos nos dijimos con palabras y sin ellas, con música y con el tacto, lo mucho que deseábamos pasar el resto de nuestras vidas juntos. Sólo un poco más.
Y bueno, la entrada de la iglesia… Preciosa, decorada con cunas de moisés, radiante, pequeña, personal, acogedora. Y de repente, las voces mágicas de un coro que ama la música nos llevaron a mis papás y a mí desde la entrada de la iglesia hasta el lugar en el que Daniela y yo nos volveríamos "oficialmente" esposos. Por fin, el momento de la entrada de Daniela. Para mí, todo se congeló, como en una película, el órgano se esfumó, la visión se volvió de túnel y sólo lograba ver la silueta de Daniela y su mamá. Poco a poco, se fue acercando, la imagen cada vez más nítida hasta que llegaron los detalles y el mundo se puso en cámara lenta. ¡Qué hermosa! Las palabras faltan para describir lo que sentí en ese momento. En cuanto pudimos estar juntos, los nervios desaparecieron y fueron reemplazados por una alegría inmensa, una alegría que sin duda convierte este en el día más feliz de mi vida.
Seguir leyendo »La ceremonia fue también algo muy personal. Después de las pláticas que tuvimos con el padre, la verdad le agarramos cariño, y realmente fue un momento hecho a la medida y que nos reflejaba nosotros como pareja. Sé que quizás suene tonto, pero nos dio la impresión de que le dio gusto al padre casarnos. ¡No más gusto que a nosotros! Después de ya ser esposos, salimos a saludar a nuestros amigos y familia y a tomarnos fotos antes de irnos a tomarnos más fotos cerca del jardín en donde sería la recepción.
Nuestro fotógrafo, un gran profesional, nos llevó al bosque para tomarnos retratos ahí antes de la ceremonia civil, la cual fue dentro del venue. Nos casamos por segunda vez en el día con nuestros amigos y familia cercana. Después de eso, nos escondimos para tener nuestros primeros momentos a solas como casados, preparándonos para salir como esposos. Estábamos muy felices y emocionados.
Al salir, nos recibieron todos y fuimos a saludar a quienes nos faltaban antes de sentarnos a una cena deliciosa. Una crema de cilantro (wow) y una carne espectacular. Después de la cena le agradecimos a nuestros padres, sin quienes la boda no hubiera sido posible y los amigos que nos ayudaron. También recibimos un mensaje de mi mejor amigo, el cual me conmovió mucho. Fue emotivo pensar en él y en las demás personas que no nos pudieron acompañar.
¡Y a bailar! La pasamos increíble con todos. Fotos, baile, saludos, abrazos, convivir con quienes estaban ahí, recordar a quienes nos faltaron y, sobre todo, pasarla bien. No queríamos hacer las cosas de manera habitual; el ramo fue con el juego de ramos y listones y la liga de una manera que nosotros no sentimos vulgar; para nosotros era muy importante que todo mundo se sintiera incluido. El pastel (una delicia de Maracuyá), era chiquito pero cada quién tuvo su parte individual, lo cual sentimos que era la mejor opción. Bailamos mucho, nos divertimos y terminamos felices y agotados.
Nos encantó poder hacerlo todo nosotros, con ayuda de nuestra familia y de nuestros amigos y, al final, sentimos que fue realmente nuestra boda y no algo genérico. ¡No hubiera sido fácil tampoco sin la ayuda de bodas.com, gracias!
¡En resumen, ha sido el mejor día de nuestra vida! ¡Y ahora sí, a disfrutar la vida de casados!
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