La boda de David y Jezabel en León, Guanajuato

La crónica de nuestra boda

Yo creo que todas las bodas son imperfectamente perfectas, independientemente de que todo lo planeado salga tal y como lo visualizamos, el hecho de unir tu vida con la persona que amas (que es igual a la boda perfectamente imperfecto) y conmemorarlo ese día es una experiencia inolvidable. Son tantas cosas que no sabría cómo comenzar. Tal vez agradeciendo a todas las personas que nos apoyaron e hicieron posible entre la familia, amigos y como no los proveedores. El vestido a cargo de Viele Casa de novias un excelente trato y asesoría, Banquetes Bombonier, una deliciosa cena. Recepción, Ex Hacienda Cruz de Cantera, un lugar que enamora por sí solo, decoración, Mariana Echandi, espectacular trabajo en cada detalle, fotografía Leonel Simental, detrás de cada momento. Ambientación musical, Nivel 5 que nos hicieron brincotear hasta que los pies nos hicieron echar lumbre y sin olvidar a nuestros Mini Mi, Tin toys los muñecos personalizados.

Cada minuto y peso invertido valió la pena. Quisiera poder quitarme el chip para que ustedes se lo pusieran y pudiera revivir lo que vivimos ese día. Pero como no es posible les escribiré algo breve. La primera sensación al despertar fue emoción y de ahí todo el día, incrementando de menos a más. El recinto de las fotos y el ver a David esperándome. Mis amigas listas para vivir conmigo el momento. Mi mamá con la lágrima gorda de verme. El traslado en una cuatrimoto, eso fue una alocada foto de llegar y que nadie se esperaba es más ni yo. (Salirse del plan también es válido y muy divertido) Recibir a los invitados, y no ellos a nosotros es una experiencia que te acerca a las personas que no todos los novios experimentan, pero que nosotros disfrutamos mucho porque entre tanto bolote no sabes ni quien fue y quién no. Nuestro brindis en unos tarros Mason Jar, muy divertido, tampoco lo esperaban. Bailar y bailar toda la noche, consejo de una muy buena amiga: "Si los novios bailan es garantía de diversión" tomen nota chicas lo corrobore ese día. Todos bailaron nadie paro toda la noche y hasta que se paró la música, no podía caminar al terminar y eso de sirvió de pretexto para que mi esposo me alzara, detalles que unieron a las familias y el trabajo en equipo, los globos de cantoya, una excelente opción, nos sorprendió que todos nuestros invitados en lugar de ocupar sus lugares hicieron fila para dejar su huella en nuestro arbolito y no nos alcanzaron las ramitas.