La boda de Diego y Gaby en Guadalupe, Zacatecas
De noche Primavera Vino 1 profesionales
D&G
05 May, 2018La crónica de nuestra boda
Desde niña soñé con encontrar al amor de mi vida y casarme con él, casi toda mi vida planeé el día de mi boda, conforme fui conociendo a Diego, me di cuenta que él era el indicado para mí, con sus defectos y con el montón de virtudes que tiene, así pasó el tiempo, hasta que lo pude vivir, hasta que se hizo realidad.
Había sido una semana de locos, según yo ya había llevado todo a la hacienda, mis kit anti crudas y kits post boda, mis jarritos, ya había quedado con la del pastel de cup cakes, la mesa de dulces, la mesa de novios todo, pero mi vestido de novia había sufrido un accidente un mes antes, así que tuve que pedir otro de urgencia, llegó en un paquete el jueves en la noche, la boda era el sábado, me lo medí a medias, pero no me lo vi solo corroboré que me quedara y listo. No tenía quien me ayudara. Ese día mi esposo llegó y me llevó a un bar, dos días antes de la boda pensar en desvelarnos era una locura, en fin, me llevó a nuestro bar favorito, y de repente pusieron una canción de bodas y llegó un mesero con una pizza en forma de corazón y un tomate en forma de rosa, dentro venía un segundo anillo de compromiso, rosa con plata hermosísimo, se hincó nuevamente y me confirmó su deseo de casarse conmigo. Fue algo que quería hacer desde hace mucho, pero no creía que lo hiciera, y así seguí convenciéndome de que él era el indicado.
Seguir leyendo »Al día siguiente me levanté súper temprano tenía que ver a los coordinadores para afinar detalles, comprar libros para colorear, comprar mis zapatos rojos y mi tocado y cositas para nosotros. Lo hice todo en compañía de mi mejor amiga y fotógrafo de boda, terminamos cansadísimos, pero compramos todo lo que faltaba. Regresé a la casa y mi esposo llegó, ese día se iba a ir él y mi hijo con su mamá para ya no vernos hasta el día siguiente y se fueron, yo me quedé con mi hija (tengo un par de gemelos).
Gracias a Dios ese día llegó mi mamá, porque necesitaba planchar mi velo, ponerle la peineta, hacer mis copas de novios, y medirme bien el vestido, así que mi mamá me planchó mi velo mientras yo hacías otras cosas y después fuimos a medirme el vestido y ¡oh! Sorpresa, la cola estaba toda arrugada y la telita era súper delicada, si lo planchábamos o algo se iba a quemar yo quería llorar y mi mamá me decía, así hija quien se fija, y yo así de como que quién, yo, yo me fijo. Total, me dijo metete a bañar, colgamos el vestido en el baño y con el vapor se le quita lo arrugado. Pues así lo hice, me metí a bañar y para que saliera más vapor solo le abrí a el agua caliente, me depilé e hice mis rituales de una vez, tardé muchísimo, cuando salí mi vestido estaba hermoso desarrugado, lo llevé a colgar a su lugar y fui muy feliz, para esto ya había hecho mis copas, le había puesto la peineta y dejé todo listo. Me desperté el 5 de mayo de 2018 a las 8 de la mañana, bueno mi hija me despertó porque me había dormido como a las 2 de la mañana, me acordé que con tanta trivialidad no me había confesado, así que, a las 9 salí a la parroquia donde me iba a casar en unas horas a buscar un padre, tardé una hora y media ahí porque el padre arreglaba los micrófonos. Salí muy feliz, libre, sentía como un peso muy grande, como que le había fallado a Dios, nadie me había dicho nunca nada, era algo entre él y yo.
Regresé a la casa, desayuné y mi abuelita (que es como mi segunda mamá) me dijo que se metería a bañar, yo estaba toda tranquila haciendo mi maleta para la luna de miel y la pañalera de mis bebés, mi cita en el salón era a la 1, eran las 11 dije, bueno que se bañe ella y enseguida yo ¿Qué puede salir mal? Y en eso que escucho que me gritan, Gaby, se acabó el gas, bajé corriendo y le dije sabes que deja me baño con la niña con el agua caliente que queda en el boiler y dijo, sí, yo mientras pido el gas por si se tarda que tú te vayas. Pues así de volada lo hice, por andar “planchando” mi vestido me acabé el gas.
Fui al salón y ahí fue cuando me puse nerviosa, llegué a la casa y estaba mi tío el que me iba a entregar, y otro drama, eran las 4:15, la misa era a las 5, nadie se había cambiado, estaban comiendo muy tranquilamente, su hijo tirando mango en el piso y yo ya con mi vestido y no sabía qué hacer, quería llorar, pero mantenía la calma. Eran las 4:55 de la tarde y apenas estaba subiendo cosas entre el ajetreo la esposa de mi tío (es su segunda esposa y nadie la quiere mucho). Me decía ¿Qué me llevo? Y yo, nada nada, y ella si esta canastita (donde estaban mis copas) y se le cayó una, se los juro que si no hubiera traído el vestido la golpeo. Una de mis amigas estaba en casa, así que recogió todo y me dijo que no me preocupara que ella lo arreglaba y la otra solo se quedó como mensa.
Lo bueno de todo es que la parroquia está muy cerquita. Nos subimos y emprendimos el camino, de lejos pude ver que mi Diego estaba parado afuera, esperándome y quise llorar de emoción, grité, ¡ahí está, ya llegó! Al momento de entrar quise acomodar mi cortejo (porque el coordinador no sirvió de nada, no llegó) y sale el padre, no, así no, los novios primero y después los padrinos, pues nos hizo entrar a los dos juntos, tal vez porque ya éramos papás y vivíamos en pecado.
Pero a pesar de todo eso, fue la misa de boda más hermosa a la que he ido y de corazón no lo digo porque haya sido mía, de verdad estuvo hermosa, los votos fueron los de “Diego, ¿quieres ser mi esposo? Y él sí, y yo, Diego yo te acepto como mi esposo para amarte fielmente por toda la eternidad. Sí. lloré poquito la verdad. El comulgar de nuevo fue lo más hermoso de la vida, también lloré. Toda la homilía del padre fue hermosa, dijo que éramos valientes por seguir creyendo en el matrimonio y la familia y bautizaron a nuestros hijos, así que mi familia está llena del espíritu santo.
Salimos y volaron las burbujas, justo como lo pensé, y nos felicitaron, solo me pelee con un fotógrafo de esos que van a las fotos de improviso como a venderte fotos, porque no dejaba que mi fotógrafo oficial tomara fotos, ni que la gente me felicitara, le dije “oiga pues me están felicitando, espérese”. Fue muy gracioso.
Salimos juntos mi esposo por todas las leyes y yo y nos fuimos a la hacienda, cuando llegamos estaba hermoso, parecía de cuento de hadas, luces por todos lados, nuestras mesas hermosas, los centros de mesa, nuestra mesa de novios, nuestro cuadro de firmas, la mesa de dulce y en medio el pastel y en serio las luces.
Nos tomamos nuestra sesión de fotos en la hacienda, fue genial, super divertida y estábamos muy contentos, los invitados comenzaron a llegar, nuestra boda era pequeña de 120 personas y solo llegaron como 100 pero no importa fue muy bonita, brindamos cenamos y llegó nuestro vals, empezó a sonar de fondo “Hasta la raíz” de Natalia Lafourcade y las luces de bengala brillando, me sentí la mujer más afortunada y más enamorada del mundo, cada que me besaba o me abrazaba bailando sentía como todo mi amor por él me recorría. Bailamos con nuestros papás y con nuestros hijos, aventamos el ramo y liga, yo lo aventé hasta el DJ. La liga, lucharon mucho por ella y empezó el bailongo, tenía miedo del DJ y se hizo realidad, ponía solo música como de XV así que también fui a decirle que música quería. Pero sí se nos fue la noche, entre baile y comer y ser muy feliz.
A pesar de las pequeñas cosas y de que se nos olvidó dar los kits, mi boda literalmente fue un sueño hecho realidad, todo lo que vi, todo lo que sentí, todo lo que viví fue justo lo que soñé. Cuando veía a Diego en el altar, cuando tocaba mi mano que no soltó en ningún momento, ese fue mi sueño hecho realidad, conseguí al hombre de mi vida, conseguí a un hombre que amo con todo mi corazón y que él me ama a mí, y que con la bendición de Dios vamos a cuidar uno del otro y juntos de nuestros hijos.
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