La boda de Diego y Tania en Tequisquiapan, Querétaro

Sábado 10 de junio. Desperté un poco antes de las 8:00 am, me costó mucho trabajo despertar, me sentía cansada ya que no había dormido nada bien por la falta de uno de mis proveedores, un desastre por la madrugada. El día era muy soleado y me di un baño, me puse mi bata de “Novia” y salí al ruedo. La poca familia que faltaba por llegar empezó a entrar al hotel, me sentía muy sentimental pero seguía sin estar nerviosa, bajé al restaurante me serví un poco de fruta, un panecito y subí al salón que habíamos acondicionado para que fuera nuestro salón de belleza. Los estilistas empezaban a llegar e instalarse y cuando me di cuenta ya había varias tías arreglándose, era mi turno. Cerca de la 1:00 pm estaba ya casi lista y solo faltaba poner el velo cuando subieron las botellas de vino que había comprado para mis damas, al final lo repartimos entre todas las mujeres que estábamos en el salón. Una vez lista, salí a caminar pero no pasé más allá de las escaleras, solo alcanzaba a ver algunas personas en la alberca y ahí fue cuando me di cuenta de qué estaba pasando y me empezó a faltar la respiración, a partir de ahí creo que me cayó el veinte de que estaba por casarme.

A las 2:00 pm ya estábamos listas mi mamá y mi hermana para la sesión del getting ready, empezamos con las fotos y a cambiarme, después de eso, hicimos un first look con mi papá que también fue muy emotivo. Ya lista, lo siguiente era hacer el first look con Diego y la sesión de novios. Debo confesar que estaba nerviosa de que me viera, tomamos algunas fotos y tomas para el video y llegó el coche que nos llevaría a mis papás ya mi a la Parroquia Santa María de la Asunción.

Llegamos muy puntuales a la iglesia, mi esposo ya estaba con su mamá, el cortejo estaba listo y yo esperaba en el coche. Había muchos turistas tomándonos fotos y esperando a que bajara la novia, se acercó la secretaria del Pbro. Mariano y me dijo: ¿Lista? Mi papá abrió la puerta del coche, era nuestro turno. La misa fue muy bonita, las palabras del Pbro. no pudieron ser más sinceras, de repente volteamos y la iglesia ya estaba llena de todos nuestros invitados, el coro cantó hermoso, recibimos la bendición Apostólica de manos de mis papás, la misa terminó y a la salida nos esperaban todos con burbujas y campanitas.

Una vez en Villa Antigua, empezamos con todo el itinerario programado, tomamos fotos con mis damas y pajecitos, llevamos a cabo la ceremonia civil (misma que nos obligó a movernos de lugar por la lluvia), ¡sí, empezó a llover! En ese momento solo pensaba en el bonito coctel que habíamos montado con sax para todos los invitados en el jardín, pero después vimos que no fue problema ya que entraron al hotel que también es muy bonito. De ahí, todos se pasaron a la recepción, Diego y yo entramos hasta las 8:00 acompañados de “A sky full of stars” de Coldplay y pirotecnia en el camino. ¡Ya no llovía más! Solo fue una brisa de buena suerte.

Brindamos con discursos de nuestros papás, cenamos delicioso: crema de pimiento, dos platillos fuertes y 4 postres diferentes, todos riquísimos en compañía de otro agradable sax. Terminando la cena era hora del baile de novios, bailamos “Solo para ti” de Camila y después de eso una canción con mi papá, Diego con su mamá y una pequeña entre su papá, mi mamá y mi hermano. Era hora del Lienzo mazel tov, confieso que tenía mis dudas ya que nunca lo había visto en una boda, ahora sé que fue de las mejores decisiones que pudimos hacer. Nos sirvió para acercar a los invitados a la pista, y entre pétalos volando y toda la buena energía de nuestra familia lo empezamos a mover y de ahí, ya no paramos en toda la noche.

Tuvimos los detalles tradicionales como el ramo que entre las prisas no alcancé a amarrar (eran tres de mis damas de honor) pero fue mejor porque hubo tres invitadas suertudas que lo ganaron, la liga fue súper divertida, en lugar de víbora de la mar hicimos un camino de tequila para los invitados y al final, no pudimos evitar que lanzaran a Diego al aire pero fue muy padre para él también.

La música estuvo a cargo de un grupo versátil que tocó hasta las 2:30 am, hora en la que arrancamos la tornaboda con fuegos artificiales y aún mucha pila porque ya venían los tacos al pastor, las pantuflas, botecitos y la banda que arrancó con “Caminos de Michoacán”. De verdad fue una fiesta muy divertida, creo que nunca me había bailado y brincado tanto en mi vida, terminamos cerca de las 5:30 am. Pero lo mejor fue ver que cada detalle, esfuerzo y sacrificio que planeamos e hicimos durante 9 meses para que todos nuestros invitados disfrutaran tanto como nosotros, habían valido la pena. Todos se fueron muy contentos por nuestra boda y aún sigo recibiendo comentarios positivos del mejor día de nuestras vidas.

Estoy agradecida con Diego, con la vida, con Dios y mi familia por permitirme pasar un día tan bonito y en palabras del Pbro. Mariano, por permitirme ser parte de esta historia de amor.