La boda de Elias y Ana en Los Mochis, Sinaloa

La crónica de nuestra boda

Para empezar, mi boda fue en un salón mitad jardín, lo cual estuvo perfecto porque al ser en época invernal, quizás mis invitados mayores no hubieran disfrutado tanto por el frío. Lo otro que aconsejo 1000% es hacer tu sesión un día distinto. Yo no estoy acostumbrada a las fotos y procuraba salir lo más fresca posible Ahora sí, ¡el día de la boda!

Comencé levantándome a eso de las 10 am, desayuné y a las 11 me fui a la maquillista. Para esto, yo estaba lista a la 1 pm. Tenía 2 horas libres en lo que inciaba todo, así que me puse a grabar un videito que guardaré para mis futuros hijos (si Dios me los concede). Finalmente llegué a la iglesia, 30 minutos tarde, por cierto. Es que esto del peinado fue a última hora, se los juro, y eso que la chica fue super rápida al solucionarlo. Recuerdo haber entrado con muchos pero muchos nervios.

Un consejo que me dio mi wedding planner fue: sonríe en todo momento. Y es que yo suelo ser un poco seria, aunque me encuentre feliz. Así que cada que me acordaba, ponía en práctica ese consejo ja, ja, ja. Se lo agradezco mucho porque de ahí salieron muchas fotos increíbles en las que se reflejaba la verdadera felicidad que estaba sintiendo. Mi novio estaba divino, ver su rostro al entrar a la iglesia fue tan mágico que según recuerdo, en ese momento no tuve que recordar estar sonriendo. Todo el recorrido hacia el altar me dediqué a verlo completamente a él, y en ese momento los nervios se esfumaron. Lo demás, es historia. Ambos dijimos ¡Sí!