La boda de Erik y Nayeli en Acapulco, Guerrero

Mi vestido fue hermoso en verdad color ivory con tul, un velo bordado largo que cubría mi cabeza, muy bello.

Esa mañana me desperté con mucha emoción, por fin había llegado ese gran día que tanto anhelaba, me pondría aquel vestido que tanto había soñado por años, ansiaba ver como quedaría la decoración y cada detalle que yo misma había planeado, me levanté me dispuse a desayunar (es algo muy importante) estuve un rato con nuestros más íntimos amigos, dos parejas, platicamos mientras veía como comenzaba el hotel a montar petates y mesas, mi emoción crecía más y más, los nervios invadían mi ser.

Llegaron mi maquillista y peinador, y comenzó la magia, tal cual yo quería quedé, pasamos a la puesta del vestido acompañada de mi madre y una de mis damas, sonreía al verlo sobre mí, la emoción aumentaba casi estaba lista, para bajar puesto que estaba hospedad dentro del mismo hotel donde fue mi boda Hotel Copacabana. Fue así como se abrió el elevador y arribé a mi primera sesión de fotos, miré al novio y lucía tan espectacular como yo, mis ojos se llenaron de lágrimas en el momento que lo vi, aun no terminaba de creer que era mi día, mi gran día. Al término de la sesión, mi padre ya estaba allí para entregarme, caminé hacia ese bello altar en un camino de rosas y antorchas tan bello frente al mar, me entregó mi padre, y comenzó la ceremonia, nos temblaban las manos a ambos, vinieron consigo los momentos importantes y así un los declaro marido y mujer.

Pasamos a las fotos familiares y al terminó la cena, una exquisita cena de entrada crepas rellenas de champiñones con salsa de chipotle, segundo tiempo filete de pescado relleno de mariscos en salsa de camarón, timbal de arroz con ejotes y tocino. Todo delicioso.

El lugar fue decorado de manera espectacular en verdad tal como toda mujer sueña y tiene su expectativa, las mías fueron más que superadas, mi mesa estaba iluminada por debajo, al igual que la mesa del pastel, unos centros de mesa bellísimos arboles de naturaleza muerta, todo de acorde al mar y la playa, mis invitaciones fueron una botella con una estrella de mar por fuera, y en su interior con arena, conchas y un pergamino con los datos.

El color de la temática de la decoración como de mis damas fue color verde menta, mi pastel fue hermoso, mi mesa de dulces, todo, todo me salió tal cual lo planeé.

Así comenzaba la fiesta, abriendo nuestro primer baile de novios con la canción de Bruno Mars “Rest of my life” (por el resto de mi vida)

Un increíble baile acompañado por todos mis invitados de pie a la luz de varas de bengala, encendidas con todos a nuestro al rededor.

Y así fue pasando tan rápido este sueño planeado durante un largo año, terminó en 5 horas frente al mar, el lugar que siempre soñé, la pasamos increíble, bailamos toda la noche sin parar, fue y será inolvidable por el resto de mi vida.