La boda de Feliciano y Alejandra en Arteaga, Coahuila
De noche Verano Rojo 1 profesionales
F&A
09 Ago, 2014La crónica de nuestra boda
Yo quería estar muy relajada desde un día antes, cosa imposible ya que te ganan los nervios y el pensar e imaginar que ya solo en unas horas más te convertirías en esposa de tu prometido. El día tan esperado me desperté algo tarde: 10am, para esto ya tenía en mi recamara mi vestido, zapatos, crinolona y todo ahí puesto (cosas que no paraba de contemplar una noche antes), desayuné un poco, ya que te siguen ganando los nervios de que ya casi es el momento. Me bañé, llegaron mis hermanos los cuales venían de lejos, y ya estaba yo toda emocionada, y a la vez muy sentimental con mi madre y mis hermanos. De rato llegaron los de fotografía y video, y me acompañaron a que me maquillaran y peinaran. Tomaron una serie de fotografías y cuando el maquillista me montó el velo y el tocado, mis ojos se llenaron de lágrimas, ya llorando y rápido llegué a mi casa, mi mamá me ayudó a ponerme mi vestido hermoso como de princesa y me colocó los zapatos, y cuando me vi al espejo junto con mi mamá. Las lágrimas no se hicieron esperar. Un momento muy emotivo, en el cual aprovecharon para tomar fotografías.
Seguir leyendo »Después, ya solamente tomé mi ramo y bajé las escaleras para subir al carro, el cual ya estaba listo para partir a la ceremonia religiosa cristiana. Yo esperaba en el carro en la parte de afuera y solo veía llegar a muchos invitados y yo emocionada y a la ves un poco desesperada por que la familia del novio nada que llegaba, demoró como media hora de la establecida. Empezó a entrar el cortejo y yo toda emocionada. Mis hermanos listos los cuales me tomaron uno de cada brazo para entrar y al escuchar la marcha nupcial mi corazón palpitaba rápidamente. Entramos y yo sólo veía rápido a la gente y caminaba y veía el camino un poco largo para llegar a mi prometido. Sólo pensaba como reaccionarían mis hermanos al entregarme, pero ya al llegar con el novio creo que todo fue tan rápido que no vi sus reacciones. El pastor empezó a decir unas palabras. Tomamos asiento, oraciones, los símbolos dimos unos agradecimientos a todas las personas importantes que marcan nuestras vidas y fue algo hermoso. Agradecí a mi madre y a mis hermanos por sacarme adelante y que por ellos soy lo que soy. Gracias a dios por ese momento tan hermoso, todos los invitados estaban llorando al igual que los novios. Nos dijimos nuestros propios votos, los cuales al final de pensar y pensar. Nos salieron muy bien. Al finalizar salimos y el confetti y un beso nos esperaba ya éramos marido y mujer. Seguía la ceremonia civil, la cual fue algo rápida y de fondo seguía tocando el cuarteto que teníamos. Finalizando el civil, aún no llegaba el sonido y estábamos muy estresados. Hicimos tiempo para salir a la recepción. Bailamos nuestro vals, la canción de “Aquí estoy yo”, la cual me dedicó mi esposo por un tiempo y baile con mis hermanos. Sólo decían que se aguantaban las ganas de llorar. Mi familia y amigos felices al vernos ya nos dedicamos solo a disfrutar. El día se pasó muy rápido. El día maravilloso e inolvidable. Gracias a dios por ese momento.
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