La boda de Fernando y Jennie en Morelia, Michoacán
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F&J
23 Mar, 2019La crónica de nuestra boda
La ceremonia civil fue el día viernes 22 de marzo y fue algo pequeño, se celebró en las oficinas del registro civil, de ahí nos reunimos en un restaurante donde sólo fue la familia más cercana (una que otra persona que se coló en la celebración), comimos muy rico y nos la pasamos muy bien.
Para el día siguiente la ceremonia religiosa, el día 23, desde muy temprano nos fuimos mi ahora esposo y yo a arreglar al salón donde sería la fiesta. Esperamos todo lo que se iba a ocupar para el arreglo del salón y con ayuda de mi hermano, de mi suegro, de mis tías y mi padrino de velación y mis mejores amigas terminamos de acomodar todo tal y como lo queríamos. Ya cuando era hora nos fuimos cada uno a bañarnos y a los salones de belleza donde nos iban a arreglar para estar listos para reunirnos de nuevo pero ahora en el altar.
Cuando terminaron mi hermano pasó por mi esposo y por salir rápido se les olvidó a mi esposo y a él que les faltaba ponerse el traje para estar totalmente listos se pararon en una calle con pocas personas y empezaron a desvestirse para ponerse los trajes y verse guapos, olvidándose de que los pudieran ver en ropa interior. Al terminar de arreglarme pasó mi papá por mí y al salir del lugar casi choco con unos trabajadores y me dio algo de pena y me subí rápido al carro, después se sube mi papá y algo celoso y sonriendo me dice: esos trabajadores te mandan una flor que con respeto esperan que me guste, una flore amarilla muy bonita, y eso de cierta manera me alegro aún más día.
Seguir leyendo »Al llegar al templo (Catedral de Morelia) mi esposo ya me esperaba, pero nos habíamos prometido no vernos hasta estar juntos en el altar, así que me mantuve lo más que pude dentro del carro y después siempre detrás de él. Ya avanzando al altar mi esposo ya me esperaba con una sonrisa enorme la cual reflejaba la felicidad que él sentía y yo tan nerviosa jalomeaba a mi papá del brazo porque ya quería llegar al final y estar hay con él juntos esperando la bendición para iniciar esta nueva aventura juntos. El padre con el que celebramos la misa era muy buena onda en todo, entonces nos hacía reír y nos tranquilizaba. Nos dio muchos consejos y nos dio la bendición.
Saliendo de ahí tuvimos nuestra sección de fotos y aprovechamos que había una conferencia de motos y nos tomamos fotos con ellos, unas fotos muy hermosas (de eso no tenemos evidencia, las fotos las tiene el fotógrafo), y los motociclistas se portaron muy buena onda con nosotros, eran de un club llamado Lobos. De ahí nos dirigimos al salón de la fiesta, entramos y bailamos nuestra canción favorita (Ana Gabriela- Eres todo en mí) y después bailamos con nuestros papás, hermanos y nuestros padrinos de velación.
Después de eso todo fue pura fiesta, personas que pensamos que no podrían estar con nosotros ahí estuvieron. Notamos que todos se la pasaron muy bien, lo veíamos en sus caras, siempre una sonrisa. Todos se fueron hasta que ya nos prendieron las luces. Una experiencia totalmente inolvidable y muy feliz.
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