La boda de Francisco y Delia en Guadalupe, Nuevo León

La crónica de nuestra boda

¡Y llegó el día de la boda! Un día antes creí que no iba a poder dormir por los nervios que había tenido esa última semana, pero para mi sorpresa caí rendida y dormí placenteramente (la verdad me preocupaba que el día de mi boda trajera ojeras). A partir de medía mañana comenzó todo el movimiento en mi casa, mi mamá, mis hermanas y yo estábamos listas con nuestras batas para que llegaron las maquillistas, terminaron de maquillarnos llegaron los fotógrafos y parecía que ellos traían todos los nervios que no había sentido toda la mañana, apenas vi que sacaron la cámara de fotos y video, cuando mi estómago empezó a irse de arriba a abajo, las manos heladas y ¡el corazón a todo lo que da! Comenzaron las fotos con nuestras hermosas batas, con mi mamá mis hermanas, tomaron fotos a cada detalle, accesorios, zapatos, anillo de compromiso, vestido, tocado, no se les pasó nada, al final tomaron fotos donde mi mamá me ponía el tocado y me daba los últimos toques de maquillaje, terminamos y tocaba la parte difícil, ¡poner el vestido! y digo difícil porque con tremendo peinado y maquillaje no quería arruinar nada, con mucho cuidado entre mi mamá y mis hermanas acabaron de ponerme el vestido cuando me asomo por la ventana y ¡oh! sorpresa, era mi novio llegando en el carro antiguo que habíamos rentado para ese día, lo vi bajar del carro y mi corazón casi se me sale, me dio tanta emoción, nervios, un montón de sentimientos encontrados, bajé las escaleras y ahí estaba él, de espaldas esperando dar la vuelta y ver a su novia vestida de blanco, me puse enfrente de él, toque su hombro se dio la media vuelta y ahí estábamos de frente uno del otro con una sonrisa de oreja a oreja, nerviosos, felices y más enamorados que nunca. Nos dimos un fuerte abrazo y nos despedimos de mis papás para irnos a la locación donde nos iban a tomar las fotos formales. Llegamos a la locación y ya nos estaban esperando mis 8 damas con sus respectivos acompañantes (lo mejor de todo es que eran mis primos, ¡sí! mis primas y primos fueron nuestras damas y caballeros de honor). Tomaron las fotografías en pareja luego con las damas, fue en el barrio antiguo de Monterrey, el escenario era hermoso y el clima nos dejó tomar muy bonitas fotos ya que apenas tomaron la última foto y comenzó a llover, poco, pero fue suficiente para hacernos correr a los carros e irnos rumbo a la misa, nos casamos en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, justo en el centro de Guadalupe el lugar donde he vivido toda mi vida. Todo se preparó para la entrada a la Iglesia y de nuevo se vinieron el montón de nervios a mí. Entró mi novio a la Iglesia y yo me quedé al final con mis papás, yo quería entrar con la marcha nupcial y ¡lo logré! Contratamos el servicio de clarinada y entré con la marcha nupcial a todo volumen con mis papás a cada lado y una sonrisa que no me cabía en el rostro, estaba feliz de estar ahí, feliz por ver a las personas que quiero compartiendo ese momento tan especial con nosotros, feliz porque al final del pasillo estaba el hombre que amo y que será mi compañero de vida. La misa fue hermosa, el coro estuvo a cargo de un amigo el cual hizo que ese momento fuera aún más especial, mis damas lloraron de la emoción (bueno, al menos eso fue lo que me platicaron). Salimos de la Iglesia y nos estaban esperando con luces de bengala, llegamos al salón y todo estaba listo solo nos estaban esperando a nosotros, hicimos nuestra entrada y comenzó a sonar nuestro vals (Everything de Michael Buble). Sí, nuestro vals era bastante movido así que tuvimos una coreografía especial para el vals, a todo mundo le encantó, luego para sorpresa de muchos invitados las damas y caballeros de honor estaban en el centro de la pista ya que bailaron un mix con nosotros. Estuvimos ensayando por 1 mes una coreografía para ese día, fue la sensación, todo mundo estaba gritando, aplaudiendo, disfrutamos mucho el baile y de ahí se abrió la pista para todos los invitados. Afortunadamente tengo una familia muy alegre y la pista de baile nunca se vio sola. Siempre hubo gente bailando y haciendo ambiente. Pasó la cena y comenzó un grupo norteño a tocar, tuvimos la víbora de la mar, el ramo, la liga, luego tuvimos un carrito de shots, eso animó a que la gente que baila poco se animara y entrara a la pista y pasar un rato con nosotros. También tuvimos una deliciosa mesa de repostería fina y una enorme pizarra donde nos tomamos un montón de fotos con los invitados, afortunadamente todo lo que habíamos preparado con tanto esmero y amor salió perfecto, no nos falló ningún proveedor, todo estuvo en tiempo y forma, cada detalle salió como lo habíamos planeado, disfrutamos desde el primer día que comenzamos con los preparativos hasta el día del evento, todo fue tal y como lo soñamos, agradezco a nuestros padrinos quienes nos apoyaron, a mis papás quienes siempre estuvieron a nuestro lado apoyándonos en todo, al igual que mis hermanas quienes me ayudaron en cada detalle y locura que se me ocurría, a mis primos quienes estuvieron cada domingo en mi casa ensayando e hicieron posible que la boda fuera completamente diferente, a mi esposo le doy las gracias por hacerme hasta el día de hoy la mujer más feliz, por seguir mis locuras, por apoyarme en cada idea, cada paso, todo fue gracias a su apoyo y sé que juntos pasaremos más momento inolvidables, aún nos falta mucho camino por recorrer. Futuras novias disfruten cada día, cada preparativo, no se enojen por tonterías, saquen lo mejor de cada situación porque el día del evento pasa tan rápido que no quieres que termine. Les deseo lo mejor y que su boda salga tal y como la han estado planeando.