La boda de Francisco y Lulu en Puerto Vallarta, Jalisco

La ceremonia fue muy linda, las palabras del juez super bonitas, ya que solo me casé al civil y muchos de los invitados estaban hasta llorando de la emoción. Al terminar tuvimos un pequeño coctél de bienvenida y posteriormente se asignó a cada invitado a la mesa que le correspondía.

¡La decoración quedó increíble! Siempre hay algo que no queda como quisieras y más en las bodas. pero al menos considero que en la mía fue todo lo contrario, quedo muchísimo mejor de lo que hubiera podido imaginar.

Dimos las gracias a los invitados, cenamos riquísimo. Fue buffet italiano: una barra de ensaladas, barra de pastas, estación de pizzas y una barra de postres. Después de eso, el baile. Comenzamos con nuestro baile “No te apartes de mí”, de Vicentico. Posteriormente, el baile con los papás y, al final, ¡nuestro baile sorpresa! Estuvo padrísimo porque tenía un efecto que simulaba que se había apagado la computadora. Todos creyeron que había fallado el sonido ya que también se apagaron todas las luces. Al escuchar que todo fue parte del show vimos que los ánimos empezaron a subir, todos estaban igual de emocionados que nosotros. El único contratiempo fue que mi vestido se me enredo al bailar. Afortunadamente, no me caí ni nada, solo perdía un poco el paso por estarme peleando con el vestido.

La fiesta estuvo genial. Todos los hombres acabaron en la alberca, porque al hacer lo de la aliga subieron a mi novio y lo aventaron al agua, empezaron a aventarse entre ellos y de un momento a otro ya estaban todos ahí.

Todo terminó a las dos de la mañana, aún había la mayoría de invitados y con bastante pila. Algunos se fueron al malecón a seguir, otros ya mejor a dormir y algunos más nos quedamos con los amigos en la habitación tomando.

Nos adornaron la habitación super bonito, con pétalos de rosa y una botella de champagne (que ni siquiera abrimos por que llegamos muertos). Al siguiente día, fue super satisfactorio escuchar los comentarios de todos, felicitándonos y diciéndonos que todo había quedado padrísimo, que se la habían pasado super bien. Lamentablemente, varios se fueron ese día, pero tratamos de despedirnos de todos y agradecerles que nos hayan podido acompañar.