La boda de Francisco y Yovana en Saltillo, Coahuila

La crónica de nuestra boda

Mi boda fue el mejor día. El gran día comenzando con los nervios al millón. Ese día también con sentimientos encontrados, ya que fue día del mesesario luctuoso de mi padre, y pues lo primero que hice, fue ir visitarlo al panteón. Sabía que no me dejaría sola y que me acompañaría en cada momento, incluso puse un relicario en mi ramo con sus fotos. Mi mamá y yo fuimos a el maquillaje y peinado.

Después a ponerme mi vestido y toda bellísima. Estuve tan feliz y más al encontrarme por primera vez con mi esposo para vernos y tomarnos la sesión de fotos. Terminando, ahora sí lo bueno. Llegamos a la iglesia para la bendición de Dios. La misa un encanto. Estuvo tan bonita. Todo lo que nos dijo el Sacerdote... Y al final a la fiesta. Nuestra entrada, el vals, la Víbora de la Mar, el ramo, la liga y de todo pasó.

Tal cual la soñé así paso: los detalles, la decoración, amé mi vestido. El vals que decidimos nos identificaba. Los grupos que animaron la fiesta excelentes. Los invitados quedaron encantados con nuestra boda. La disfrutaron muchísimo. En fin, amé mi boda.