La boda de Gabriel y Araceli en Los Mochis, Sinaloa

Rentamos una habitación en el hotel Best Western de Los Mochis y mi novio en Ibis Hotel, pues queríamos estar separados y vernos hasta la ceremonia religiosa. Nuestros fotógrafos tomarían fotos a mí en el preparativo y a él en su hotel también en su habitación alistándose.

Fue un momento emotivo, porque mi mamá y dos tías me acompañaron en todo momento, para cambiarme, para arreglarme, y el fotógrafo captó todos esos momentos, ¡inclusive grabó a mi mamá diciéndome unas palabras de amor que jamás olvidaré! Pues ella me ha dejado ser feliz siempre, pero me expresó que desde saber que tiene una niña, esperaba ese momento… yo con un nudo en la garganta, pero emocionada y feliz.

Posterior a eso, nos tomaron fotos en el jardín del hotel ,y mi hermano llegó con su carro para llevarme a la iglesia. Esperaba ansiosa en el coche a mi novio, para que pudiera entrar él y yo con la corte de padrinos y damas.

Por fin llegó, entró a la iglesia y yo con mis damas y padrinos guapos, ¡se veían divinos todos! Las damas llevaban un color vino-uva y las niñas vestido blanco con lazo vino-uva. Los niños guapos con traje, ¡hermosos! y nuestro pajesito con la leyenda de "Tío, ahí viene tu novia #rungabrielrun" ¡divertido!

Nuestra ceremonia fue linda y muy amena, los dos sonreíamos, estábamos muy contentos y era como lo esperábamos, ¡no podíamos creer que ya estaba sucediendo! Al final de la misa, obsequiamos pulseras que yo misma había hecho a las invitadas, con algún detalle acorde a la ocasión, bolsitas pequeñas con chocolates de menta, arándanos con chocolate, chocolates con cacahuate y galletitas cubiertas de chocolate, también algunos frasquitos decorados con arroz dentro.

Salimos de la iglesia y nos dirigimos a la recepción de la fiesta en Salón de eventos Lorelai, llegamos y todo era muy lindo. Todos los invitados fueron puntuales, nosotros hicimos la entrada después de algunas fotos con los invitados. No recuerdo la canción de entrada, pero nuestro vals fue la canción "All of me" de John Legend, fue tierna y nos hizo conectarnos muy bien. Decidimos no bailar con nadie más, solo nosotros dos y después el brindis, ¡muy emotivo!

Una vez sentados se sirvió la cena: Lomo en salsa de tamarindo acompañado de crepas y ensalada con aderezo de jamaica, todo delicioso. Para nuestros familiares que no comen carne roja, se sirvió atún ahumado con crepas y ensalada. Previamente se sirvieron quesos, jamón serrano y uvas para picar en la mesa, con el regalo de agradecimiento a nuestros invitados: un frasco de caramelos personalizados por "Sugarox" (La mejor opción, pues nos encantaron).

Después de la comida todo fue diversión, ¡bailamos como locos sin cansarnos! Nuestro grupo musical, "El Clon" de Los Mochis, hizo un ambientazo, y la gente respondió excelentemente. Se repartieron termos con nuestras iniciales, pantuflas negras con iniciales blancas (muy lindas), y muchos colgantes led e inflables.

Y de tanto bailar casi olvidaba la liga y el ramo, fue divertido y emotivo, nuestras damas se acercaron y ¡saz! cayó el ramo a dos de ellas, ¡que terminaron en el suelo! pero como es de siempre, solo una se lo llevó. Para la liga, el novio de mi cuñada se la sacó, ¡así que podemos saber quien pueda ser la próxima en casarse!

Fue una fiesta muy divertida. Hubo mesa de postres, alrededor de 2-3 postres por persona, y a media noche, para los que aun tenían un huequito en el estómago, contratamos un carrito de hot dogs estilo Sinaloa, y la gente se sirvió con apetito, ¡después de tanto bailar se antoja todo!

2 de la mañana y la fiesta se terminaba, ¡nos sentíamos tan agradecidos! Nuestros invitados se quedaron hasta el final, y esperamos se hayan pasado un increíble momento como nosotros lo hicimos. Hubo hermosas fotos de los invitados con sus teléfonos que después vimos en Facebook.

Repartimos morralitos que mandamos a elaborar con la leyenda "Hangover kit", para todos aquellos que seguramente tendrían una resaca al día siguiente, incluía una botellita de agua mineral saborizada, pringles o sabritas, mentas, chicles, aspirina y pastillas efervescentes, ¡un poco de apoyo para después!

Al día siguiente continuó la post boda, algo muy familiar y de convivencia, discada para comer, pastel, botanas, y agradable compañía. ¡Fue una boda lindísima y divertida! Estuvo la gente que más apreciamos (alrededor de 160 invitados) y fue posible saludarlos y compartir con ellos. Siempre pensamos en algo así, que nos permitiera disfrutar de cada persona que nos acompañaba y pasar un rato de calidad con cada uno de ellos.

Estamos contentos y agradecidos de la respuesta de todos y de Bodas.com.mx, pues pudimos crear nuestra web de bodas y compartir con nuestros invitados, saber de proveedores e ideas, y finalmente contratar lo que mas nos gustó. Nuestro consejo es disfrutar todo el proceso, y si el día del evento algo se sale de tus manos, déjalo y disfruta, pues es un momento único y muy corto para compartir.

¡Gracias!

Araceli y Gabriel