La boda de Georgina y Cecilia en Puerto Vallarta, Jalisco

El sábado planeábamos levantarnos un poco tarde, todo estaba programado para comenzar a las 5.30 pm, sin embargo, llegaron el maquillista y el peinador a nuestra habitación en Almar para comenzar a arreglar a nuestra familia. Todo iba bien, fuimos a desayunar con calma, terminamos de definir la distribución de nuestros invitados en las mesas y estábamos disfrutando la mañana, cuando de pronto se escuchó un estruendo similar a una explosión cerca del hotel.

Estábamos en el roof top, así que nos asomamos y vimos que una excavadora haciendo obras al lado del hotel había desenterrado y cortado un cable de energía eléctrica y la luz se fue en el hotel. Estábamos muy desconcertadas y no sabíamos qué pasaba, hasta que nos dimos cuenta de que no había servicio de baño, luz, cocina ni sonido en la playa. Nos dijeron que había sido un accidente y el hotel no contaba con ningún plan para esto, así que tendríamos que esperar.

Era nuestro turno de que nos empezaran a arreglar, era la 1.30 pm y ni siquiera podían trabajar el peinador ni el maquillista. Llamamos a nuestras amigas en el hotel más cercano y nos fuimos a su habitación donde se volvieron a instalar para arreglarnos. Perdimos mucho tiempo en eso. Georgina estaba muy enojada y yo muy preocupada porque no sabíamos si cuando regresáramos iba a haber luz, eso significaba que no iba a haber música ni cena, ni baile, ¡ni nada! Nos arreglaron y cada una se fue por su lado porque no queríamos vernos antes de la boda y yo regresé a mi habitación muy estresada. El fotógrafo tocó la puerta y yo me sentía muy incómoda y nerviosa por todo lo que había sucedido, y en eso... llegó la luz.

El fotógrafo me empezó a hacer tomas del vestido, los zapatos, empecé a vestirme y tocaron a mi puerta mis tres mejores amigas y mi abuelita. Me ganó el llanto, las abracé y me ayudaron a vestirme y a estar lista. Estaba muy emocionada y muy nerviosa a la vez, bajamos todas a tomar una camioneta hacia el club de playa donde ya nos esperaban los demás invitados, y donde ya estaba la juez lista para la ceremonia.

Georgina estaba tardando mucho, se me hicieron minutos eternos hasta que vi que llegó en la camioneta y bajó hermosa y radiante, y de pronto todo estuvo perfecto y yo estaba lista para casarme. La ceremonia fue muy linda, las palabras de la juez muy acertadas y un discurso muy relevante para nosotras, los invitados muy felices y con sonrisas todo el tiempo adornaron la puesta de sol más hermosa que he visto en la vida.

Después de la ceremonia estuvimos solas unos minutos mientras acomodaban a nuestros invitados en el roof top para la cena, estábamos muy felices y no cabíamos de la emoción, fue mágico. Tuvimos un tiempo con los invitados antes de la cena en donde nos abrazaron, nos tomamos fotos y nos dijeron hermosas palabras. La cena estuvo espectacular, deliciosa y tropical como habíamos pedido, todos la disfrutaron mucho.

El brindis después de la cena lo hicimos nosotras, queríamos mantenerlo íntimo y corto y después iniciamos con nuestro baile. Fue un momento de nervios y de magia a la vez, el sonido y las luces robóticas fueron perfectos y terminando tuvimos unos fuegos artificiales maravillosos que todos disfrutamos.

La noche pasó muy rápido, pero disfrutamos bailando sin parar, todos nuestros invitados estuvieron bailando y cantando y muy felices compartiendo el momento. En definitiva, no diría que fue la boda de mis sueños... fue mejor de lo que la hubiera podido soñar.