La boda de Gerardo y Diana en Monterrey, Nuevo León

A las 4 nos fuimos rumbo al horno 3. La súper lluvia continuaba. Salí con paraguas y toda la cosa. Había mucho tráfico por la lluvia, pero llegamos. Por el día nublado las fotos fueron dentro del Horno y nada de jardín porque seguía la lluvia. Nos tomamos mil selfies, nos dijimos cosas chistosas, reímos y chillamos poquito. Nos tomamos un whisky para los nervios. Aunque debo reconocer que este día estuve super tranquila, a pesar del clima lluvioso, me despreocupé de absolutamente todo, y me dejé disfrutar de nuestro día.

Después nos avisaron que ya había llegado la juez civil, y nos alistamos para bajar. La juez fue Rosalinda González, e hizo una entrada nupcial bien padre. ¡Todos estaban ahí! Era demasiada la emoción. La ceremonia fue de lo más amena, la juez dijo frases llegadoras y certeras, hizo lagrimear a más de uno, incluidos nuestros papás.

Duró como 40 minutos aprox. Disfrutamos mucho el momento, nos tomamos fotos con la familia y amigos. Después a las casi 8 nos fuimos a la Catedral de Monterrey, empezó a las 8:30 de la noche. Estuvo increíble, el padre es un amigo de mis suegros, e hizo la misa muy amena. Mientras una mini orquesta tocaba las canciones acorde a la ceremonia. Las lágrimas rodaron y rodaron.

Al salir corrimos directo al coche, ¡un mustang clásico convertible! Nos fuimos con una amiga y su esposo. Nos fuimos casi en caravana, con la capota destapada. Destapamos un champagne y lo tomamos en el camino. Nos abrazamos, nos besamos. Llegamos al Horno 3 y yo con el cabello deshecho por el aironazo. Por fortuna me retocaron, y tardaron bastante porque casi que me tuvieron que volver hacer todo.

Después salimos al vals, entramos con “Marry me” de Bruno Mars, y bailamos la de “Disfruto” de Carla Morrison. El baile fue lo máximo. Nos sentimos en completa plenitud y en completa conexión. Es fecha que escucho la canción y me lagrimea el ojo. Fue mágico. Bailamos con nuestros papás y pasamos a la cena.

Recuerdo que moríamos de hambre, pero no sé si por los nervios o porque cenamos casi nada. Y a la prisa. Después nos pasamos a la pista y de ahí… ¡Fiesta! No paramos de bailar en toda la noche literal hasta las 5 de la mañana. Puedo decir que vi a todos mis invitados gozando igual que yo. Me sorprendió que la pista estuvo llena de 11pm a 5am. Tuvimos muchos buenos comentarios sobre la boda, más de uno nos dijo que era la boda más increíble a la que habían asistido. Y pues que puedo decir yo… ¡Claro que lo fue! Me casé con el amor de mi vida. Llevamos 1 año y 2 meses, y todo ha sido increíble.