La boda de Hazael y Liliana en Monterrey, Nuevo León

La crónica de nuestra boda

Inició desde muy temprano. Ese día comenzó con nervios y acelerada en todo sentido, hasta que hablé con mi esposo y me dijo: “lo que importa hoy no es lo que falte si no que iniciaremos nuestra familia con la bendición de Dios y estaremos juntos, te amo”. Bastó con eso para disfrutar cada momento.

Disfruté cuando me maquillaron y peinaron, al ponerme el vestido, pese a mi tristeza de haber perdido a mi papá meses atrás, sentí su presencia en todo momento y amé cada paso. Sabía que el estaría conmigo en todo momento.

Claro que me faltaron algunas cosas que olvidé como los sobres y plumones, los ramos… pero lo disfruté como nunca al igual que disfruto cada día en compañía de la persona que amo, que al final del día es lo que importa. ¡Mis invitados se divirtieron también y todos ganamos!