La boda de Héctor y Ángeles en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
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H&Á
10 Sep, 2016La crónica de nuestra boda
Cuando era pequeña y en el transcurso de mi adolescencia no tenia idea de lo que podría ser un noviazgo y mucho menos un matrimonio, quizá por las circunstancias de mi entorno familiar, pero bien dicen que cuando estás destinada a algo, no hay poder humano que interfiera, y eso es lo que sucedió. A Héctor mi hoy esposo lo conocí un 12 de enero del 2006, en la iglesia que está situada cerca de donde ahora vivimos,
Todo comenzó como una hermosa amistad, en la que desde el momento en que nos vimos jamás imaginamos todas las aventuras que recorreríamos juntos. Al mes de conocernos nos hicimos novios, como todo noviazgo hubieron momentos hermosos en los que todo era "miel sobre hojuelas", momentos tristes en los que quizá uno de los dos tenia que ser más fuerte que el otro, momentos tormentosos en el que estuvimos a punto de terminar la relación, y no solo una vez, sino muchas, y así fueron esos momentos como la ruleta de la suerte, a veces arriba, a veces abajo, pero el amor es la fuerza más grande del universo, hasta que llegamos a los 10 años de novios.
Seguir leyendo »Muchos nos preguntaban como habíamos estado tanto tiempo juntos, por qué no nos casábamos, la 1era pregunta fue respondida, habíamos tardado tanto tiempo juntos porque en primera ambos creemos en Dios, y a él le habíamos puesto en sus manos nuestra relación, y porque al amarnos tratábamos de que los defectos de cada uno no nos perjudicaran, sino al contrario, trabajáramos en ello para ser mejores. La 2da pregunta es porque durante 10 años quizá dábamos prioridades a seguir estudiando, preperándonos, la economía no nos alcanzaba por mas sencilla que queríamos hacer la reunión, no tener un trabajo estable, todo ello hacía que nos limitáramos a ese hermoso sueño.
Bien dicen que los tiempos de Dios son perfectos, por gracia de su amor, a Héctor le ofrecieron un buen empleo, y a mí me dieron la oportunidad de trabajar un poco mejor, en esa búsqueda de consagrar nuestro matrimonio, decidimos ahorrar poco a poco y conseguir lo necesario para ese día especial, aunque no tuviéramos fecha exacta de ese gran día.
Un 14 de diciembre del 2015, Héctor llegó a la casa, desde que llegó sabía que algo pasaba, su actitud era diferente, por momentos se quedaba callado y en otras totalmente nervioso, mi mamá, su cómplice, al igual que mi hermano, ya sabía lo que estaba a punto de suceder... en eso Héctor se acerca, y de la manera más hermosa se arrodilló (sentía que mi corazón estallaría, los nervios estaban a todo lo que daba) él empezó a sudar y a llorar, y cuando me pidió que si aceptaba ser su esposa, (en un segundo pasó por mi mente todo lo vivido, los sueños que teníamos para ese día) sin dudarlo acepté. Mi madre y mi hermano nos abrazaron y nos bendijeron; y a partir de ahí fue todo diferente: agendar la fecha, la iglesia, el salón, invitaciones, y demás.
El día llegó, un 10 de septiembre del 2016, me levanté más temprano de lo normal, desperté pensando en que precisamente ése día cumplíamos 10 años y 7 meses, todo lo vivido y afrontado en ese tiempo, y que sólo faltaban unas horas para estar a lado del amor de mi vida. Desayuné con mi familia, mi madre nerviosa acompañándome en todo. Desde la mañana empezamos a decorar el salón con esferas chinas, las rosas color blancas y azul turquesa, Héctor con las mesas, el banquete, colocando donde estarían el árbol de los deseos, el árbol de huellas, los recuerditos para los invitados, las letras gigantes con nuestras iniciales, la música, que fue muy chiapaneca, (para ello se eligió la marimba que nos caracteriza a todos los del sureste de México, con parachicos) así como lo había soñado, así estaba ese día especial.
A las 2:00pm me dirigí a la casa de mi mejor amiga, ahí llegaría la persona encargada de maquillarme y peinarme. Me encantó el cambio que hizo en mi cabello y mi rostro, después de hora y media de maquillaje y peinado, llegué a la casa, descansé un poco, y a las 5:00pm empezaron a llegar algunos regalos, y mi hermoso ramo natural, el que luciría ese día.
En ese momento comenzó todo para vestirme, el vestido estaba precioso, yo misma me encargué de elegir y comprar la tela, al igual que las aplicaciones que llevaría, estaba hermoso, la novia de mi hermano me ayudó a vestirme, mientras mis papás se preparaban de igual forma. Ya lista, sólo esperaba a que llegará la hora.
6:30 nos dirigimos a la iglesia, el novio ya estaba ahí, nervioso. A las 7:00pm llegó la hora bajamos del carro, mi papi me tomó del brazo, nos dirigimos a la puerta, al fondo el novio esperaba. El padre de la iglesia se acercó, nos bendijo, y empecé a caminar por ese pasillo que lo veía enorme, delante de mi iba mi sobrinita como pajecita, tirando pétalos de rosas, y atrás de mí iban mis damitas de honor, que fueron mis primas y mis mejores amigas, a las que agradezco enormemente por todo el apoyo y amor brindado; a los lados estaban nuestros amigos muy cercanos y familiares que acudían a ver cómo dos novios se juraban amor eterno.
Mi padre me entregó a mi novio Héctor. Aún recuerdo su carita, comenzó a llorar y me dijo que estaba hermosa, (él se veía tan guapo, ¡hermoso!) nos acercamos al altar, y empezó la ceremonia, hasta el momento en el que el padre dijo "los declaro marido y mujer, puede besar a la novia" empezamos a llorar de alegría: después de 10 años habíamos cumplido el mejor sueño de nuestras vidas, la mejor decisión tomada. Por mi mente pasaba “valió la pena la espera”, la alegría que sentía en ese momento es inexplicable.
Salimos de la ceremonia religiosa, los familiares nos abrazaban y felicitaban, era el momento de acudir a la recepción donde ya habían mas amigos y familiares esperándonos. Llegamos, nos saludaron con enormes aplausos y porras, pasamos a la pista y comenzamos a bailar nuestro primer baile como esposos llamado "Hasta el final" de Il Divo. Aunque había gente a nuestro alrededor, la canción, el momento, parecía que solo estábamos nosotros dos, decíamos “lo hemos logrado, ya somos uno”.
Al término empezamos el vals familiar, después el baile del ramo, y el baile del novio; y pasamos al brindis. Todos se diviertían y disfrutaban, al igual que nosotros. Empezó el baile al son de la marimba chiapaneca, y el zapateado que tanto bailamos. Después de una primera ronda de baile, comenzó la cena, el menú fue en dos tiempos: crema de pistache, y lomo de puerco en salsa de cacahuate con puré de papa y espaguetti. Para el pastel fue una parte de queso, otra de chocolate Hershey's, y otra parte de rompope español.
Después de cenar seguimos con las fotos de familiares, amigos, muchas fotos con el novio, y con las damas de honor, para que de ese día tengamos los mejores recuerdos. Seguimos bailando hasta las 4:00am, puedo decir que todo fue perfecto para nosotros. Con las personas que mas amamos nos acompañaron y fueron testigos de nuestro amor. La decisión y la experiencia mas hermosa de mi vida.
Quienes dicen que un noviazgo después de 5 años no llega al matrimonio, éstos somos nosotros: 10 años y 7 meses de novios, y felizmente casados. ¡Que vivan los novios! ¡Que viva el amor!
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