La boda de Héctor y Javier en Monterrey, Nuevo León

En el jardín fue el civil y fue una ceremonia muy emotiva, quien ofició fue una persona muy sensible y amena en su discurso e interacción con nosotros e invitados.

Al terminar el civil los invitados, que no pasaban de las 100 personas, pasaron a la recepción, y nuestra entrada fue también muy emotiva. Decidimos que toda la música de la boda fuera en vivo y no nos equivocamos en eso, ya que le dio un toque más íntimo al evento; por supuesto que cuando el vals es con música en vivo, hay detalles, en nuestro caso fue que, aunque teníamos ensayado el vals, la cantante extendió un poco la canción, por lo que durante unos segundos (que en esos momentos parece mucho más tiempo), tuvimos que improvisar, pero nada de qué preocuparse.

También tuvimos un vals con nuestras mamás y hermanas y, posteriormente, tuvimos pirotecnia, que es algo que recomiendo ampliamente porque fue un momento muy bello.

Posteriormente hubo dos brindis por parte de dos de nuestros testigos, ya que nosotros no tuvimos padrinos y, al finalizar, dimos unas palabras de agradecimiento a nuestros invitados.

La cena se sirvió al terminar el brindis y, durante ese tiempo, el grupo tocó algo de jazz posmoderno que hizo la cena muy agradable. Aquí hay que destacar a la cantante que no se limitó a permanecer en el escenario, sino que bajó a la pista para cantar desde ahí. El menú consistió en una tabla de charcutería que estuvo desde el inicio; una crema de chile poblano y pepita; ave a los dos pimientos acompañado de arroz griego y verduras y; dos tipos de postres, blynset y cheesecake tortuga.

Al concluir la cena aventamos un ramo y seleccionamos una canción en particular para iniciar el baile; los invitados estuvieron bailando durante todo el evento, así que sin duda que la selección de la música fue muy afortunada.

Como otros agregados tuvimos una mesa de postres con bocadillos dulces y salados; video 360 que a todo mundo le encantó; helados con licor que estaban muy ricos y; shots que entraron en el momento en que el grupo terminó y entró el dj, que estuvo en la última hora del evento.

Hubo, a lo largo del evento, muchos detalles que no salieron como uno los tenía planeado, pero aquí el asunto es cómo los abordas; en nuestro caso decidimos de antemano que no íbamos a dejar que los detalles nos alteraran y nosotros estábamos con toda la actitud de disfrutar por completo el evento. Mi sugerencia, sin lugar a dudas, es que no importa qué les incluya el paquete que adquieran, contraten wedding planner por lo menos para ese día; aunque eso esté incluido en su paquete, contraten a alguien; nosotros no lo hicimos y eso nos pudo haber ahorrado muchas dificultades ese día. En nuestro paquete eso estaba incluido y por eso no contratamos a nadie más, pero al final nos dimos cuenta de nuestro error. Sin embargo, a pesar de ello, nos la pasamos muy bien y los invitados disfrutaron mucho del evento, además de que los detalles no fueron tan significativos.