La boda de Isaac y Anaisa en Saltillo, Coahuila

Cuando llegamos yo aún no me bajaba del auto para que mi novio entrara primero y así no vernos. Después ya bajé, saludé a algunos familiares y vi que las mesas y todo el montaje estaba afuera cuando había pedido que fuera adentro por la probabilidad de lluvia ja, ja, ja. pero la verdad no le di importancia porque si se veía muy bonito en el jardín y pues aún no estaba lloviendo, creí que no sería problema. Después, nos tomamos las fotos mi novio y yo, después con cada una de nuestras familias y al final hicimos un recorrido por el montaje para revisar que todo estuviera bien antes de que llegarán los invitados. Cabe mencionar que contraté wedding planner y ella fue la que se encargó de todo y tenía una asistente que me acomodaba mi vestido cada que caminaba, me cuidaba el ramo, etc. Que la verdad antes de la boda creí que sería innecesario, pero ya ese día me di cuenta que me ayudó muchísimo, mucho más de lo que imaginé ja, ja, ja, hasta me tomo fotos, videos, etc, y me los mandó por WhatsApp. 🫶🏻

Bueno, después de las fotos y todo eso, ahí mismo sería la ceremonia religiosa y el civil, teníamos ahí el espacio para eso, comenzaron a llegar los invitados, todo al 100, se llevó a cabo la ceremonia civil, la jueza super puntual, todo muy bien. Después, fue la ceremonia religiosa, la wedding planner acomodó a todos, hizo la fila para la entrada, etc, e iniciamos la ceremonia. A media ceremonia fue cuando comenzaron a caer gotas ja, ja, ja, y nos empezamos a mojar. Nos metimos a una tipo palapa que había en la pista y ahí terminamos la ceremonia ja, ja, ja, con todos los invitados adentro. Después de eso, se calmó la lluvia y todos los invitados pudieron sentarse en sus lugares, recibimos a las personas, saludamos, etc.

Todo se veía súper bonito, me encantó todo, esa parte del día me gustó mucho. Después fue nuestro baile de novios y ahí fue cuando empezó a llover de nuevo, pero ya fuertecito ja, ja, ja, ya se necesitaba paraguas, pero pues yo andaba bailando y vi a los invitados acercarse al techo para no mojarse. Al finalizar el baile, ya nos acercamos todos en lo que se calmaba la lluvia pero en eso se vino un aironazo que tiró la mesa de novios y un arco de flores que había detrás. Tiró el set del sonido del Dj y se escuchó un ruidazo ja, ja, ja, la verdad medio caótico, pero en el momento pues ya qué se podía hacer ja, ja, ja. Ahora si un wedding planner de una boda de a lado (en el salón son varios salones y puede haber eventos al mismo tiempo) el señor agarró el micrófono y dijo que todos agarráramos mesas y sillas para comenzar a meter todo al salón (lo que yo había pedido desde en la mañana que hicieran pero que no hicieron. Y se empezaron a quebrar platos, copas, caer los centros de mesa ja, ja, ja, neta esa parte estuvo bien rara.

Yo andaba muy feliz, pero en ese momento fue extraño, como que todo cayéndose en pedazos ja, ja, ja. Después nos adaptaron una mesa toda mojada ahí a un ladito, toda la gente nos decía que la lluvia y la tormenta significa bendición pero no creo tanto en esas cosas ja, ja, ja. Después el DJ no pudo voltear todo su equipo para meterlo porque era muy grande y muy pesado, entonces quedo el set así medio volteado, se veía como improvisado la verdad.

Fuera de eso, ya comenzaron a servir la comida, ya no había servilletas de tela porque se mojaron, las sillas, los manteles, los bajo platos ja, ja, ja, todo mojadísimo. Entonces sirvieron así, informalón. Después ya con la música y la gente bailando estuvo más ameno, pudimos tomarnos fotos, disfrutar, reír, etc. Me di cuenta que eso es lo importante, a veces nos preocupamos por que todo salga perfecto, bonito, de ensueño literal y dejamos de fuera los percances o las situaciones que no están en nuestro control, y que aún y cuando pasan no es más importante eso que el momento que estamos viviendo, de unir nuestra vida con la persona que queremos, rodeados de amigos, familiares y seres queridos. Ese día comprobé que se podría caer el salón completo y como quiera me sentía feliz. Claro que en ese momento uno no sabe qué hacer ja, ja, ja, y te preocupas por el dinero que gastaste, los invitados, etc. Pero al final de cuentas son sentimientos insignificantes que no logran tener el poder o la importancia de arruinar un día tan bonito y especial, es más, le dan un toque especian e inesperado ja, ja, ja, creo. De todos modos, la lección es que si hay probabilidades de lluvia actúen sin pensarlo, tengan un plan b, consideren ese escenario y sepan qué opciones pueden tener, no se arriesguen al "qué tal que no llueve?" porque si llueve, ya tendrán la solución y todo bien pensado.

Al final, cenamos, bailamos, comimos pastel, los invitados fueron retirándose y logramos concluir el día. Llegamos al hotel llenos de comida, flores y todo lo que te dan (que no sabia que te lo daban ja, ja, ja). Terminas cansadísima, te duele la cara de sonreír y los pies de caminar, y en el momento sientes que no te cae el 20 de que ya te casaste ja, ja, ja. Aún ahorita mientras escribo esto ya pasaron 5 meses de casada y siento como que apenas lo ando asimilando y apenas siento que es algo que pasó. A veces esperamos o anhelamos ese día tantos meses que cuando ya está sucediendo se siente raro, como si no estuviera pasando. Y ya vives con tu novio (bueno esposo ja, ja, ja), duermes con él, tienen su casa juntos y sientes que en qué momento pasó ja, ja, ja. Es extraño, son etapas y son sentimientos que te hacen reflexionar y madurar.

El día de la boda, los días de luna de miel, todos pasan rapidísimo, y ya sé que está super choteado decirlo pero pues por algo lo dicen, y ya comprobé que sí es verdad, pero les aconsejo tomar fotos mentales de cada momento, con sus ojos detenerse y apreciar detalles chiquitos, en su ceremonia, en su vals, con su vestido, en su viaje, etc. Capturen 2 ó 3 momentos con sus ojos, como si tomaran una foto, y esos recuerdos quedarán por siempre en su corazón. Les dejo algunas fotitos para compartirles ese hermoso 9 de abril del 2022.