La boda de Israel y Gabriela en Durango, Durango

La crónica de nuestra boda

Todo llega a su tiempo. Y por fin ese día llegó, es simplemente inolvidable, lleno de mucho amor y felicidad. Cada instante fue único, pero lo más bello es saber en ese momento que esa persona estará contigo siempre, que será tu compañero de vida. Amamos cada momento, nuestra ceremonia fue muy bonita y sobre todo los votos que cada uno escribimos (hicimos llorar de emoción a varios).

Vernos acompañados de nuestros seres queridos y escuchar los buenos deseos que nos compartieron, bailar nuestro primer baile de esposos (y recordar esa canción con tanta emoción), bailar con nuestros padres (escuchar a mi papá decirme ,”siempre soñé con el momento que bailaría con mi hija en su boda“ me hace sentir una gran alegría), disfrutar de nuestra sesión de fotos en la que nos divertimos mucho, escuchar el brindis y ver cómo una leve lluvia con sol caía (fue mágico).

Disfrutar del jardín que es bellísimo, la comida, los detalles. Si nos preguntaran qué cambiaríamos de ese día, simplemente nuestra respuesta es nada. Hoy podemos decir que el amor existe y es lo más bello que pudimos encontrar.