La boda de Ivan y Lizette en Manzanillo, Colima

La crónica de nuestra boda

Hola, pues por fin nos casamos y queremos platicarles nuestra historia. Yo soy originaria de Colima y mi amado esposo de Hidalgo, nuestros caminos se cruzaron en el 2009 cuando los dos entramos a la Academia de la PF, sin embargo, nunca tuvimos contacto durante los meses de capacitación y 6 años ya trabajando en la misma adscripción (pero áreas y funciones diferentes), hasta que a finales del 2015 él mi esposo, le pidió a un amigo en común que nos presentara o que le pasará mi número de teléfono y bueno en enero del 2016 comenzamos a salir. Yo me enamoré muy pronto por su forma de ser, de tratarme, su personalidad y su gran corazón, así que decidimos compartir nuestras vidas para siempre después de un año de novios y elegimos nuestro segundo aniversario como fecha para la boda. Por nuestro trabajo fue muy complicado y difícil organizar la boda, prácticamente lo hice sola (y por teléfono e Internet), pues el sólo me ayudaba a elegir entre las opciones, de igual manera al vivir los dos en la ciudad de México y querer la boda en el Estado de Colima, las cosas se complicaban un poco más. 8 meses antes elegí y aparté mi vestido de novia en una Expo, después apartamos el jardín "Mare", lo cual fue genial porque contratamos con el servicio decoración y todo lo demás, hasta ahí todo iba perfecto, pero a la hora de elegir la iglesia hubo contratiempos, pues ninguna nos podía dar fecha hasta el mes de noviembre, y por lo tanto no mandábamos hacer las invitaciones. Cuando al fin tuvimos fecha confirmada en la iglesia, mandamos hacer las invitaciones en un local del centro de la ciudad, ahí comenzó una pesadilla, pues nos dijeron que en 15 días nos las entregaban, nos quedaron super mal, no nos contestarán las llamadas ni los mensajes, fuimos un par de días antes de la fecha de entrega (cuando el trabajo nos lo permitió) y resulta que ni siquiera las habían comenzado, dándonos de pretexto que se descompuso su teléfono y perdió los contactos y las fotos de lo que iba en las invitaciones. Dios mío yo quería llorar de coraje, de tristeza, de impotencia, de nervios, (para eso ya estábamos por entrar a las fiestas decembrinas y pretendíamos entregarlas en navidad y año nuevo a nuestras familias y amigos). Ese día quedó de tenerlas el 6 de enero por la tarde, fui por ellas ya que el 7 viajábamos a Colima, pues aún no estaban listas, tuve ganas de ahorcar a la mujer, dijo que me las podía enviar al día siguiente por mensajería para que las recibiera el 8 y acepté, pues no llegaron, yo le mandé para el envío que fuera por Estafeta o DHL y según ella la envío por la primera, pero en realidad era otra mensajería que tenía convenio, pues después de pelear con la mujer y con los de la empresa porque según hasta el 10 llegaban, pero ya no daba tiempo de esperarlas, así que pedí que se regresará el envío y ya fui por ellas el 12 de enero a la sucursal de la empresa en el centro de la CDMX. Estaba muy triste pues el tiempo ya estaba encima y no habíamos repartido invitaciones, mi amado me ayudó mucho a tranquilizarme y darme ánimos, el fin de semana fuimos a Hidalgo y en un día repartimos a sus familiares, entregamos las que pudimos a nuestros amigos del trabajo y a otros se las enviamos por foto, le envié por paquetería a mi madre y hermana las de la familia y ellas me hicieron el favor de entregarlas. Iniciando febrero ya estaba todo listo y yo muy nerviosa, pues subí un poco de peso debido al estrés y que desde mayo del año pasado tengo hipotiroidismo, gracias al cielo si me quedó el vestido, muy hermoso, por cierto, de Essence. Ya en Manzanillo un día antes de la boda, cuando teníamos ensayo de la ceremonia en la iglesia, mi mamita se puso mal y la tuvimos que internar, a Dios gracias no pasó a mayores y sólo estuvo unas horas para control, y llegada la noche ya estábamos ansiosos de que amaneciera para el gran día.