La boda de Iván y Sandra en Naucalpan, Estado México

Cada vez que nos acercábamos a la fecha, la emoción nos inundaba día con día, comprando los recuerdos, visitas con la modista para el vestido de las damas y mi suegra, que al final resultó un caos, citas con proveedores, entrega de invitaciones, tomando clases de salsa, pues queríamos mejorar un poco nuestros pasos para el primer baile, y reuniones con las familias para afinar detalles.

En la última semana, recibía varios mensajes de felicitaciones y recomendaciones, sin embargo me preguntaban si sentía nervios, y lo más extraño en mí, es que no me sentía nerviosa, sólo sentía emoción y alegría porque ya fuera el día. Yo considero que, como ya teníamos medio año viviendo juntos, pienso que quizá eso ayudó para no sentir nervios.

Un día antes andábamos un poco atareados por aquello de ir a la estética por las uñas, el cabello; ordenar y revisar la lista que hicimos de todo lo que nos llevaríamos, y como decidimos dar unas plantitas como recuerdo, en la tarde empezamos a adornarlas y pues ya terminamos muy noche. Yo tenía una ligera preocupación, pues soy muy nerviosa para este tipo de eventos, y lo único que me preocupaba era que ese día me sudaran mis manos y pies, por ello prepare algunas cosas para que nada de eso pasara.

Por fin llegó el día, un poco nublado el día, y como era de esperarse esa noche no dormí muy bien por la emoción, y desde las 6:00am ya estábamos preparando las cosas mi hermana y yo, ya que mis papás pasarían por mí y por todo lo que nos llevaríamos. Eran las 7:00am y llegó la florista a darme los tres ramos, corsage de las damas y botonier del novio. Llegaron mis papás con unos familiares a ayudarnos con las cosas e irnos a la Hacienda San Andrés.

Todo fue un poco extraño quizá para las familias, pues el no salir de mi casa vestida de novia se les hizo algo extraño, y es que yo no quería hacer lo que comúnmente hace la gente. Llegamos a la Hacienda desde las 9:30am para que empezaran a peinar y a maquillar a mi mama, hermana, mi suegra, dos tías de mi esposo, su sobrina, una de mis damas e incluso a mi esposo, mi papa y un tío de mi esposo; a mí me arreglaron hasta la 1:00pm pues tenía que estar lista a las 3:30 ya que la ceremonia por el civil fue a las 4:00pm ahí mismo en la Hacienda. Mientras mi esposo se arreglaba en el cuarto, yo andaba por los jardines de la Hacienda perdiendo un poco el tiempo para no vernos, una vez que terminó, trataron todos de que no nos viéramos. Eran las 3:55pm y nos avisaron que ya había llegado el juez, aún faltaban por pintar mis labios, rápidamente terminó la chava de maquillarme y salimos hacia el salón donde se celebró la boda civil, en ese momento pensé que todo lo que había ganado en no tener nervios se vendría abajo, pero no fue así y eso me puso contenta.

Al finalizar el civil, seguimos con la sesión de fotos ahí mismo en la Hacienda con mis damas y bestmen, en el transcurso de la sesión llego el auto en al cual nos trasladaría a la iglesia, salimos de la Hacienda hacia la iglesia de nuestra señora de la Covadonga, muy cerca de ahí, la misa fue a las 7:00pm.

Al estar ya en la iglesia y ver ya a tus invitados sentí aún más emoción, camino al altar del brazo de mi papá, me iba diciendo cosas emotivas; transcurrió la misa y al salir hubo dos momentos en los que mis papás, por ir saludando me pisaron mi velo, trate de no enojarme, pues total, mejor reírse de lo sucedido. Algo que nos agobiaba un poco de la iglesia es que, cuando fuimos a ver las misas en la iglesia, notábamos que tenían boda tras boda en horario corrido, y no podías disfrutar un momento con tus invitados al salir, porque ya estaría la otra novia esperando entrar; pues esto no sucedió ni antes ni después, y los de la foto pudieron hacer algunas tomas muy bonitas, lo que sí, al salir cayeron unas cuantas gotas de lluvia.

Partimos de nuevo a la Hacienda, esperamos en el cuarto con mis damas, bestmen, el Dj y la coordinadora del banquete, mientras llegaban los invitados. En días anteriores se me ocurrió que nuestras damas y bestmen entraran bailando con la canción de Uptown Funk de Bruno Mars, así que dos días antes les avisamos y estuvieron de acuerdo, por lo que, en lo que esperábamos escuchábamos la canción para tomar tiempos y entrar en cierto espacio nosotros.

Llego la hora, eran las 9:00pm y salimos a la pista, todos los invitados ya estaban esperándonos, bailamos, nos tomamos fotos con algunos invitados y llego la hora de cenar; el menú fue de 4 tiempos, la entrada que fueron unas Tapas españolas, seguido una Crema de zanahoria con pistache, Fetuchini al pimiento y como plato fuerte Suprema de pollo rellenas de queso crema en salsa de mango acompañadas con papas con tocino y queso, todo sabía riquísimo, incluso recibimos buenos comentarios de la comida. En cuestión de la bebida, contratamos el servicio de coctelería en el cual dimos piñas coladas, mojitos y margaritas, además de la bebida que llevamos. En la recepción se sirvieron congas como coctel de bienvenida y una mesa de chamoy y a mitad del evento hubo mesa de dulces, botanas y fuente de chocolate.

La decoración de lugar fue sencilla, lo que incluía el jardín, y nosotros rentamos las iniciales de nuestros nombres y el montaje del Dj fueron unas cabinas londinenses y un pizarrón anunciando el evento, a todos les gustó mucho el lugar y la ambientación. Terminando la cena empezó a llover muy fuerte, pero no nos representó problema alguno, pues se bajaron las lonas laterales y los invitados estuvieron bien. En seguida venia nuestro speech, partida de pastel, brindis y el baile de novios, bailamos la de “Déjame un beso que me dure hasta el lunes”, por ello las clases de salsa.

Inició el baile, y mi esposo y yo no nos despegamos ni un momento, pues no queríamos hacer lo que veíamos en otras bodas, el novio con su familia o amigos y la novia bailando; y no fue así, a todos lados íbamos juntos, eso sí, ni al baño fuimos en toda la noche, disfrutamos cada momento, cada baile, cada foto. Llegó la víbora de la mar, aventar el ramo, la liga, shots en cada momento.

Entregamos los recuerdos que fueron las macetas y unas pulseras para las mujeres y plumas para los hombres, además, una de mis damas entregó dulces típicos de Puebla a cada familia, estos venían acompañados de un imán en forma de plato talavera con nuestras iniciales, muy bonito detalle; y en especial a las personas que nos ayudaron, les obsequiamos una licorera llena de tequila a los hombres ya las mujeres un kit de toalla facial y jabón.

Como tornamesa se sirvieron chilaquiles y café, y llego la banda sinaloense, que la verdad este fue el único detalle que no nos gustó para nada, en primera, llegaron 15 minutos tarde y luego no cantaban nada bien, cuando los fuimos a ver para decidir si los contratábamos o no, no eran los mismos, por lo que al final se le comentó a la banquetera, ya que fue ella quien los contrató.

En fin, salvo ese detalle lo demás estuvo excelente, la fiesta termino a las 3:00 am, aun nos quedamos un rato platicando con la banquetera y el Dj sobre el evento. Algo un poco chistoso, fue que la camioneta de mi papá ya iba llena de regalos y muchas cosas más, por lo que tuvimos que pedir un Uber e irnos nosotros, y mi hermana con su novio, al principio bromeábamos con que nos iríamos en Uber, pero al final resultó realidad.

Disfruten cada detalle, tomen las decisiones que ustedes crean convenientes, habrá comentarios buenos y malos, pero al final de cuentas la boda es de ustedes y para ustedes, sonara egoísta de mi parte, pero si no al final luego vienen los remordimientos del –porque no lo hice-, -yo no quería-, un sinfín de cosas. Éxito a todas las que están por casarse, -el casarse es un lujo que no cualquiera se da- y no me refiero solo a lo económico.