La boda de Job y Adriana en Puerto Vallarta, Jalisco

Al bajar y dirigirnos al auto para irnos, todos me miraban y felicitaban, yo no sabía que hacer, no estoy acostumbrada a ser el centro de atención.

Llegamos a la iglesia y todos ya estaban dentro, menos los padrinos, damas y caballeros de honor acompañando al novio.

Por mi parte solo me faltaba mi ramo de novia, que me compro mi cuñada, pero este ramo es especial porque está hecho de tela y los detalles de cada flor son magníficos. Al dármelo y verlo por fin me dio mucha felicidad, ya que era lo que esperaba y me puso feliz.

Ya al bajar del auto para acomodarnos en la fila de entrada de los padrinos, me seguían grabando y fotografiando varios invitados y me puse más nerviosa, ya me encontraba temblando.

Por fin caminamos para la entrada, mis padres me acompañaban a mis costados, cuando por fin pasaron todos y pudimos mirarnos, nos sonreímos y yo no podía creer lo apuesto que estaba. Mis padres me dieron la bendición y le dijo unas palabras a mi novio, nos tomamos de la mano y comenzó la ceremonia. La misa nos agradó bastante, el templo era muy bello y el espacio fue acogedor.

Terminando la misa nos dirigimos al hotel a la boda al civil. Al llegar ya nos esperaban los invitados en el área de la playa y nuestra coordinadora. Cuando lo indicamos entro primero mi esposo, con una canción en violín de una serie que vemos, todos aplaudieron. Al entrar yo cuando comencé a caminar sonó en violín la canción de la película up, married life y las lágrimas y las expresiones de ternura no faltaron.

La ceremonia del civil fue también muy bonita, la juez nos dio unas palabras muy bonitas con el atardecer de fondo. Una vez terminada la ceremonia comenzaron las fotos y la mini sesión de fotos que nos dio el fotógrafo del hotel.

Después nos dirigimos a la entrada al evento, dimos una vuelta con la canción de fondo L.O.V.E. Después nuestro padrino nos dio unas palabras, para después cenar.

La comida fue maravillosa, a todos nos encantó, fue mejor de lo que esperábamos. Yo estaba nerviosa, pues después de la cena bailaríamos nuestro vals y con nuestros padres.

Al bailar con él practicábamos para el final de los vals, ya que teníamos un baile extra. Al bailar con nuestros padres cada uno lo disfruto a su manera, el muy serio y tierno con su madre, en cambio, yo disfruté y reí en compañía de mi padre.

Cuando llegó nuestro turno para el baile final, lo disfruté, reímos y abrimos pista.

Pasamos el resto del tiempo bailando, hasta que tocó aventar el ramo, yo lo hice utilizando unos listones y descartando listón por listón hasta que quedara uno y el uso la máscara de la monja y todos en círculo al rededor de él giraron bailando y gritando, hasta que arrojo el listón.

El resto fue baile, hasta que acabo el tiempo y seguimos a la playa a seguirla. Realmente fue un dia genial, todos se divirtieron, mi esposo y yo la pasamos increíble y no cambiaríamos eso por nada.