La boda de Jonathan y Ana karen en Ixtapa Zihuatanejo, Guerrero

La crónica de nuestra boda

Mi boda fue sencilla pero maravillosamente hermosa, recuerdo con mucha alegría y nostalgia todo lo que viví ese día. El maquillaje y peinado perfecto, mis padres con un brillo especial en sus ojos, felices de verme feliz y al mismo tiempo tristes porque me iba de casa.

El día pintaba para ser bellísimo, muy soleado a pesar de que se pronosticaban lluvias y una fuerte tormenta, pero no deje que eso me afectara, aunque en realidad sentía miedo porque mi boda era en jardín… imagínese que lloviera, se arruinaría todo, pero deje esos pensamientos atrás.

Llegué a la iglesia y él estaba esperando, junté a toda nuestra familia y amigos, sentí como mi corazón. Palpitaba rápidamente de nervios y felicidad, bajé del coche y fue hermoso como nuestras miradas se encontraron y sonreímos ansiosos de dar el ¡sí, quiero! Terminó la misa religiosa y nos dirigimos al jardín donde sería la fiesta y la boda por el civil. ¡Empezamos con una sesión de fotos y sorpresa! El cielo empezó a nublarse y llovió fuertísimo. Gracias a Dios había una pequeña cabaña donde se había montado todo por los pronósticos de lluvia. Llovió como nunca y muchos invitados no pudieron llegar, pero no dejé que eso opacara mi felicidad. A pesar de la lluvia y las complicaciones que surgieron para mí fue la boda más hermosa del mundo porque estaba mi familia, mis amigos más cercanos y, por supuesto, el hombre y amor de mi vida. Disfruté cada segundo de mi boda.