La boda de Jorge y Nayeli en Tepotzotlán, Estado México
Vintage Verano Rosa 1 profesionales
J&N
19 Jul, 2019La crónica de nuestra boda
Bueno, pues que puedo decir, mi boda, fue el 19 de Julio a las 5 pm en la Finca Mexicana y como la mayoría lo pensamos, ¡fue maravillosa, espectacular! En un inicio mi marido y yo teníamos cosas muy claras, queríamos un lugar de jardín que tuviera hospedaje suficiente para la familia que sabíamos se iba a quedar y que no fuera muy lejos de la ciudad, por los que no querían/podían quedarse. Eso redujo mucho nuestras opciones ya que no hay muchos lugares así en los alrededores, pero buscamos exhaustivamente. En el camino nos topamos con lugares super lindos como Hacienda Cerro Gordo en Polotitlán, o Hacienda Compostela en Soyaniquilpan, ambos cubrían nuestras necesidades, lástima que la atención a los clientes dejo mucho que desear, jamás recibimos la cotización de lo que pedimos, por lo que tuvimos que seguir buscando hasta que llegamos a Tepotzotlán. En Tepotzotlán hay muchísimos lugares para eventos de todos los precios tamaños y tipos, entre los que visitamos están La Morada, Las Rosas, Las Hortensias, Las Bugambilias, Gran Hotel Real, entre muchos otros. Finalmente encontramos la Finca Mexicana, que cumplió con todo lo que queríamos. Otra cosa importante para nosotros era un lugar que pudiera organizar todo, que fueran nuestros “wedding planners”, la finca también cumplía eso.
Seguir leyendo »También teníamos algunas cosas claras sobre la vestimenta que llevaríamos, yo no quería un vestido muy amplio ni con mucha pedrería, incluso ni siquiera pensaba en comprar uno, mi idea era rentarlo. Mi marido sí quería comprar un traje ya que lo podría usar después para trabajar o en otros eventos. Haciendo la búsqueda del vestido me di cuenta que la renta del vestido saldría más o menos en lo mismo que comprarlo, entonces decidí que era mejor comprarlo y después revenderlo y así recuperar un poco de lo invertido.
La búsqueda comenzó en páginas de internet y este foro, ahí decidí el modelo que quería, tipo de cuello y esas cosas, pero los precios que veía estaban muy por encima de mi presupuesto, así que me di a la tarea de ir al centro a buscarlo con mi mamá. Fuimos por primera vez el jueves de Semana Santa y recorrimos la mayoría de las tiendas pero íbamos con la idea solo de ver los modelos de las tiendas y recolectar las tarjetas de los lugares donde más nos gustaran, no me probaría ninguno en ese día porque al ser Semana Santa, cerrarían temprano, y así lo hicimos. Visitamos muchas tiendas, vimos mil modelos y nos llevamos a casa la idea de lo que quería y la intensión de volver el sábado, que abrirían las tiendas que estaban cerradas y tendríamos más tiempo para, ahora sí, probarme vestidos.
El sábado en cuestión, llegamos a las tiendas y la primera que visitamos fue Denisse Gallery en república de Chile, donde el jueves me dieron muchos tips de que me quedaba mejor por mi complexión, gusto, tipo de cuello, cara, el peinado, etc. Karina, fue la vendedora que me atendió y desde el primer momento estuvo dedicada a mí. Me mostró primero el vestido que yo quería y que me dijo que no era muy conveniente para mí, pero que no quería que me quedara con las ganas de probármelo, y en efecto, no me encantó, pero después me mostro otro que me dijo que iba más conmigo, y así fue, solo que no era “el vestido”, así que me trajo otro, y otro y otro y otro más, y para cuando me trajo el sexto vestido. Ni siquiera me lo terminaba de poner cuando sabía que ese sería el elegido, aun cuando no era 100% lo que quería en un inicio. Karina supo leerme lo suficientemente bien para poder buscar lo que me haría sentirme como una verdadera novia.
Cuando le dije a mi mamá que ese vestido era el elegido, me preguntó si estaba segura, si no quería ver más opciones, que no me quedara con lo primero, que a eso íbamos, a probarme mil vestidos si era necesario, pero la verdad es que ya estaba yo enamorada de ese vestido y no quise ver muchos más y después no recordar cual era cual, jajaja. Así que no lo pensé más y me quedé con ese vestido de la tienda Denisse del centro y con Karina que, no solo me mostró lo que no sabía que quería pero que me hizo muy feliz, si no que me atendió como en ningún otro lugar lo hicieron. Por eso fue la primera tienda a la que quise ir y al final fue donde conseguí mi vestido. Solo faltaba los arreglos finales, que también los incluía el precio del vestido, cortar lo largo del vestido, ajustarlo un poco y ponerle unas mangas pequeñas para hacerlo “hombros caídos”. Faltaban los zapatos, pero yo quería que fueran del color del vestido de las damas, y aun no lo había elegido, así que solo iba viendo el modelo que me gustara para ello.
Los arreglos estuvieron listos 15 días después, por lo que para el 18 de mayo ¡yo ya tenía listo mi vestido de novia! El día que fuimos a recoger mi vestido fuimos también a buscar el vestido de mi mamá, y afortunadamente, como pasó con el mío lo encontró en la primera tienda que entramos a buscar y ¡también estuvo muy lindo! Para el color de las damas fue un debate entre mi marido, mi mejor amiga y yo. Yo tenía claro que no quería mil damas porque no le veía el caso, pero sí tenía claro que quería que fueran una de mis primas y una de mis sobrinas, y obviamente mí amiga de toda la vida Adriana. Al final también se agregó la hija del mejor amigo de mi marido que muy linda me pidió que si podía ser también ella mi dama y no pude más que decir que sí. El debate por el color fue que yo tenía en mente unos colores que a mi marido no le agradaban del todo, y Adriana y yo estuvimos viendo los pros y contras de cada color. Al final, mi marido nos sugirió un rosa y un lila que contrastaban muy bien con el vestido blanco, y el que más me gustó fue el rosa y al mostrárselo a Adriana también le gustó. No quise que todas fueran iguales en el vestido ya que las edades, complexiones y gustos de cada una son muy diferentes y quería que se sintieran a gusto con lo que usaran, así que cada una busco el vestido a su gusto solo cuidando que fuera el tono de rosa que elegimos.
Ya teniendo mi vestido y el color de las damas, ¡ahora si podía buscar mis zapatos! Fue mucho más difícil de lo que pensé, recorrí muchísimas zapaterías y de todo tipo, de zapatos personalizados, zapatos de novia, zapatos para toda ocasión, ¡uuufff de todo! Buscaba que fueran cómodos pero lindos y apropiados a la ocasión y que pudiera usar después sin que tuviera que ser necesariamente en una fiesta. Mi ángel guardián (mi mamá) me encontró unos muy lindos en Price Shoes, pero no eran exactamente del tono de rosa que quería, así que se quedaron por el momento como la segunda opción. Un día dando la vuelta en plaza Toreo, entré a una zapatería y vi unos zapatos rosas del tono de rosa que buscaba, tacón no muy alto y hermosos, solo esperaba que hubiera de mi número (2.5, jeje) afortunadamente los hubo, ¡y me salieron súper baratos! Así que tenía ahora 2 modelos para escoger, jeje, la decisión fue muy difícil porque al compararlos con los que me había comprado mi mamá, resultó que el tono era muy similar, aunque ligeramente más claros que los que ella había comprado. Pero ya pensando en todo, los más apropiados para la novia, eran los que yo compré. Afortunadamente los otros los he podido usar en otras ocasiones y también me encantan, jajaja.
Al inicio en la Finca Mexicana, Alejandro nos atendió y siempre fue flexible con nosotros en cuanto a lo que queríamos para la boda, el menú, la música, el hospedaje, la tornaboda, ¡todo! Obviamente todo iba acompañado de un costo, pero todo era justificable y nada fuera de lo normal. Faltaba elegir el día y la hora, por lo que estuvimos comentando sobre la mejor opción, pensamos que casarnos en viernes por la tarde era buena idea ya que muchos salen temprano ese día de trabajar y en caso contrario, algunos incluso podían pedir el día para ir y los que no, podían al menos llegar a la fiesta. Queríamos también que fuera antes de septiembre ya que haría menos frío, así que preguntamos en la Finca las fechas disponibles y así decidimos que fuera el 19 de Julio a las 5 pm. ¡Estábamos felices de haber decidido ya la fecha y encontrado justo lo que buscábamos en la Finca! Desafortunadamente, al poco tiempo Alejandro se fue de la finca y no pudimos continuar con él la organización del evento y Liliana Monroy fue la encargada de dar seguimiento a esto.
Cuando iniciamos la planeación de la boda, los amigos nos aconsejaban que nos enfocáramos en 2 ó 3 cosas máximo que fuera lo más importante de la boda para nosotros ya que sería imposible cubrir todo, así que para nosotros lo esencial era el lugar y el banquete. Cuando mi marido contacto a Jorge Bucher, lo hizo porque nos lo recomendaron muchísimo, y no se equivocaron, es increíblemente bueno, para este punto en la organización y después de la situación con Liliana y la Finca, decidimos que terminaríamos siendo nosotros nuestros wedding planners y solo contratar a la finca el espacio para el evento y el hospedaje. Ya se imaginarán la locura que se volvió esto para nosotros, ya que, entre elegir proveedores, el menú, el vestido, las damas, peinado, maquillaje, zapatos, traje, invitaciones, la familia preguntando y, por si fuera poco, ¡el trabajo! ¡Pfff! ¡Fueron meses de locura verdadera! Pero como siempre, aparecen ángeles en el camino, uno de ellos fue mi mamá, quien nos ayudó a encontrar a una wedding planner buenísima, Maricela Esquivel, aunque ella ya solo tuvo que coordinar a los proveedores elegidos con la Finca. En verdad nos quitó un peso de encima. Por supuesto que discutimos por varias cosas de la boda, que si cambiar el lugar, que si mover la fecha, que si más invitados, que si el color de las damas, en fin.
Ahí mismo en Tepotzotlán encontramos a una florista, Araceli (Ara y sus Girasoles) que hizo mi ramo y los de mis damas además de los boutoniers de mi marido y los padrinos, también nos hizo los centros de mesa y adorno de la mesa de los novios, no hizo una muestra antes del evento de los centros de mesa y nos mostró varios ramos que ya había trabajado para otras novias. En verdad que su trabajo superó nuestras expectativas. En el inter también estuvimos contactando a quien musicalizaría nuestro evento, Jorge Aguilar de Play DJ. En un inicio nos pareció caro lo que nos propuso, pero como mi marido y yo sabemos de tecnología y audio, le pedimos que nos explicara porque el precio y la verdad estaba más que justificado, su equipo es de la mejor calidad y él tiene muchísimo conocimiento sobre cómo acomodar todo para que no parezca la fiesta de sonidero y que a kilómetros oigan bien pero en el evento es solo un ruidero horrible. Fue muy flexible en cuanto a todo lo que queríamos tener y no en la boda. Igualmente, en Tepotzotlán encontramos a nuestro fotógrafo, Ángel Patiño, a él lo contactamos porque hizo las fotos de unos amigos que se casaron ahí y que nos encantó el trabajo final. El libro con las fotos de la boda estaba hermoso y quisimos algo así para nosotros, así que nos reunimos con él, nos enseñó su trabajo, comentamos los detalles y firmamos el contrato. La verdad fue muy fácil y rápido porque ya habíamos visto lo profesional de su entrega y en lo personal, me gusta mucho la gente apasionada por su trabajo, y que te cuenta lo que ha hecho y te sugiere mil cosas y busca siempre darte un poquito más, ése es Ángel.
Uno de los días que visitamos la finca para ver detalles, hubo una boda y justo en el momento en que nosotros estábamos ahí llegaron los maquillistas y peinadores de la novia de ese día que eran 2 chicas y un chico). Yo para este momento no había elegido quien haría mi arreglo, por lo que me pareció muy buena idea tomar sus datos ya que si estaban ahí seguramente tampoco tendrían problema en ir el día de mi boda. Al momento de pedirles sus datos solo una de ellas llevaba tarjetas Fernanda DeVars, y me dio una. Días después la contacté para pedirle información y me dijo que podía checar su trabajo en su página de Instagram. Resultó que es una de las maquillistas de TV Azteca y su trabajo es súper profesional, por lo que hice cita con ella para la prueba de peinado y maquillaje y la agendamos una semana después. Cuando se llegó el día de la cita, fue súper puntual y llegó con Yolanda, la peinadora, instalaron todo en mi casa y comenzó la prueba. Mi maquillaje lo hizo con aerógrafo y fue con base de agua para fuera ligero pero duradero. Antes de la prueba, pensé que ¿y si no me gusta?, ¡¿en dónde encontraría a alguien de confianza que pudiera hacer mi arreglo?! En verdad me estresaba mucho esa situación, además tenía la idea de que el maquillaje y peinado tardarían ¡horas! Al menos unas 3, Fer y Yola me dijeron que ese día no se irían hasta que yo estuviera conforme con el arreglo, aunque les llevara toda la tarde y noche. Mi sorpresa fue que en hora y media ya estaba maquillada y peinada y ¡quedé mejor de lo que esperaba! Quería un maquillaje sencillo, ligero pero que se notara arreglo apropiado a la ocasión, a final de cuentas era para el día más importante ¡de mi vida! Y no me decepcionaron, me hicieron sugerencias y comentamos las mejores opciones y la verdad es que ¡me encantó! Tomamos fotos y notas de lo que hicieron y listo, maquillaje y peinado ¡solucionado!
Conforme se acercaba el día, yo estaba más y más emocionada, todo el mundo me preguntaba si no estaba nerviosa, pero siempre pensé que no tendría por qué estar nerviosa por unirme al amor de mi vida en algo tan hermoso como lo que estábamos planeando. Se llegó la semana de la boda y nosotros pedimos 2 días antes de la boda de vacaciones para poder preparar lo último sin problema ni tanto estrés. Así que hicimos la maleta y nos hospedamos en la finca desde el jueves, el viernes por la mañana empezamos a ver como montaban todo, aun teníamos que llevar algunas cosas a la Finca, pero fueron mínimas. Aun teníamos la incertidumbre de si llovería o no, así que todos los días en esa última semana veíamos el reporte del clima y unos días pintaban mejor que otros, pero siempre nos mostraba amenaza de lluvia, lo que nos tenía muy nerviosos.
Alrededor de las 11 am me empezaron a maquillar y peinar, Fernanda y Yolanda y de última hora, se me ocurrió hacerle un ligero cambio al peinado, como ya habíamos hecho la prueba, sobre eso que hicimos les dije que cambio quería y les pareció bien, así que iniciamos con los arreglos para ¡el gran momento! Como en la prueba, todo quedó listo muy rápido, y yo a las 2 pm ya estaba maquillada y peinada, así que mientras llegaba la hora, recibí a mi familia que llegó temprano y se hospedaba ahí en la finca y vi las flores y como iba el acomodo de todo, ¡yo estaba super emocionada! Mientras eso pasaba, se arreglaron mi mamá, mi cuñada y mi prima con Fernanda y Yolanda y yo checaba el pronóstico del clima, rogando a Dios que no lloviera y que nos dejara hacer las ceremonias al aire libre como queríamos. De repente y sin sentir, ya eran las 4 pm y yo tenía que ponerme el vestido y arreglarme para cuando llegara Ángel, el fotógrafo, y que empezara a tomar las fotos, pero cuando él llegó aún no estaba lista, así que comenzó a tomar fotos de los elementos de la boda y de todo el previo, jeje. Mi marido aún no se había bañado porque nuestro cuarto estaba ocupado como salón de belleza, jajaja. Después de un rato por fin se pudo bañar mi marido y empezar a arreglarse, pero ¡ya eran casi las 5 pm! Y la Jueza nos hizo hincapié en ser muy puntuales, así que estábamos ya a contrarreloj y el cielo comenzaba a nublarse.
Cerca de las 5, Ángel me tomaba las últimas fotos del previo y yo veía por la ventana que la gente ya empezaba a reunirse en el punto de la ceremonia, el tiempo pasaba y yo seguía en las fotos, lo que empezaba a ponerme nerviosa, llegaron las 5 pm ¡y yo sin poder bajar! jajaja. Por fin terminaron las fotos y bajé a la ceremonia, eran las 5:05 pm, pero bueno, ya estaba ahí. Los que no estaban eran mis suegros, que se les había hecho tarde y que llegaron a mitad de la boda civil y ya cuando estábamos empezando a firmar, de sobra esta decir que mi marido estaba verde de coraje, pero bueno, ya por fin estaban ahí. La ceremonia fue sencilla, rápida, pero linda, sobre todo porque ya amenazaba más la lluvia y comenzaban a caer algunas gotitas, pero no impidió que la Jueza nos dijera palabras con sentimiento y en 20 min ¡ya éramos legalmente marido y mujer!
Terminando la ceremonia civil, las gotas habían dejado de caer, lo cual me tranquilizó porque venía la ceremonia religiosa. Mi marido y yo somos cristianos y habíamos estado yendo ya a ver al pastor para el estudio previo y para los detalles de cómo esperábamos que fuera todo, lo que nunca ensayamos ni pensamos mucho fue en la entrada, jajaja así que en ese momento improvisé a mis pajes, que fueron 2 de mis sobrinas que coincidentemente, iban del mismo color que las damas, rosa, así que al vapor organizamos la entrada, afortunadamente, mis damas se veían hermosas y me ayudaron a poner un poco de orden y mucha vista a la ceremonia, pero otro problema que tuvimos en ese momento era que ¡no había marcha nupcial! Por lo que Maricela corrió para hablar con el personal que estaba ahí del sonido para que la pusieran y pudiera comenzar.
El mensaje del pastor fue súper bonito, muy adaptado a nosotros y a todos les gustó mucho, leímos nuestros votos y mi marido dio unos votos muy cortos a comparación de los míos, pero pues yo me inspiré y escribí votos muy largos, jajaja, mientras él decía sus votos, yo lo veía y aguantaba las ganas de llorar por las palabras tan lindas que dijo, pero mientras yo leí los míos, solo podía mirar lo que había escrito, porque si lo veía no habría poder humano que me hiciera dejar de llorar, jaja. Era demasiado sentimiento para mí ¡y no quería arruinar el maquillaje! Jajaja. No quisimos tener muchos elementos en la boda y que fuera muy larga por eso, así que solo tuvimos lazo y biblia, que es lo más representativo para nosotros, nuestros padrinos fueron nuestros papás, ya que representan la espiritualidad y unión que buscamos en nuestro matrimonio. Sus papás fueron padrinos de Biblia y mis papás de lazo. Los anillos nos los entregó mi sobrino en una idea muy chistosa que vimos donde él iba resguardado por 2 guaruras mientras cargaba el preciado tesoro, jajaja, nos encantó la idea.
Al terminar la ceremonia teníamos alrededor de una hora o un poco más para el cocktail de bienvenida que fueron aguas frescas y nieves para el calor, jeje, y en ese mismo lapso, aprovecharíamos para las fotos con los invitados y nuestra sesión también ya de casados. Estábamos felices saludando a todos y recibiendo muchas palabras lindas de todos, pero conforme pasaba el tiempo, el cielo se nublaba cada vez más y más, así que nos apuramos a tomar fotos con la gente y hacer algunas de nuestra sesión. Desafortunadamente, al paso del tiempo la lluvia comenzaba a hacerse más y más presente, hasta que no pudimos continuar con las fotos y tuvimos que correr a resguardarnos de la lluvia en el lugar donde fue la fiesta, que estaba techado y ya estando ahí ¡comenzó la tormenta! Yo estaba muy molesta por ello porque la locación era muy bonita para podernos tomar fotos con todos, pero pues no fue posible, mi marido me calmaba diciéndome que al menos pudimos hacer las ceremonias como nosotros quisimos y que todo eso salió bien, así que no quedaba más que disfrutar la fiesta.
Como aun no era el tiempo de iniciarla, aprovechamos para tomarnos fotos en la pista de baile con los invitados y después de un rato ¡dimos inicio al festejo! Comenzó la fiesta con nuestra presentación y después nuestro baile, nuestra canción fue “Absolute Beginners” de David Bowie, y después del baile dimos palabras de bienvenida a los invitados para luego pasar a la cena, pedimos taquiza y estuvo ¡deliciosa! Bailamos, recibimos más invitados, bailamos más, platicamos con la gente y después llegó el momento del ramo, yo no quería lo tradicional y que todas terminaran aventándose por él, quería algo donde todas nos divirtiéramos y fuera algo poco común, así que encontré una idea en internet donde se le amarran listones para que cada una de las invitadas tome uno (o varios, jeje) y la novia va cortando uno por uno hasta que solo queda 1 y esa es la ganadora del ramo. Se veía muy padre y lindo y mi mejor amiga me ayudó a tener todo eso listo para el momento, en verdad se veía muy bien y nos divertimos mucho, la ganadora fue una de mis primas, que pensó que fue intencional, aunque no lo fue, yo esperaba que se lo quedara una de mis cuñadas, jajaja, pero no le atiné al correcto, jajaja.
Una vez entregado el ramo, hicimos el corte del pastel, quisimos un pastel sencillo pero lo importante eran las figuras, nosotros somos fans de la Formula 1, así que nuestras figuras eran los novios sobre un coche de la F1, pero al momento que pusieron el pastel en el centro de la pista. ¡No llevaba las figuras! Tuve que correr a buscar a Maricela para que me dijera donde estaban y porque no estaban en el pastel y ella estaba tan sorprendida como yo. Por fin las encontramos y corrimos de vuelta a la pista y a ponerlas en el pastel y olvidar el coraje para poder partirlo, jajaja. El pastel fue de pan de vainilla con cajeta y también estuvo ¡delicioso!
Dado que la lluvia interrumpió nuestra sesión, cerca de la media noche nos llamó el fotógrafo para continuar con las fotos, y la verdad es que estuvo padrísimo porque tuvimos fotos de día y de noche y quedaron hermosas en verdad, lo único malo es que nos perdimos una parte de la fiesta por ir a las fotos, pero ¡valió la pena!
Como siempre, nos faltó más tiempo de fiesta, más tiempo de convivir con la familia, con los amigos, pero ¡estamos felices de habernos casado! Lo bueno es que como la familia y algunos amigos se hospedaron ahí o cerca de ahí pudieron ir al día siguiente a seguir la fiesta, jeje y así convivir un poco más. Todos nos fuimos hasta el domingo descansados, divertidos, super cargados de amor y alegría y además ¡con millones de cosas por llevar de regreso a casa! Jajaja. A pesar de los contratiempos, el estrés, la tormenta y demás, mi boda fue hermosa, la disfruté mucho. Todo me dejó muy satisfecha y contenta y sobre todo mi marido, que en verdad ha hecho toda una aventura de esto y con quien he disfrutado cada etapa de este tiempo con él.
La parte triste de esta historia vino un par de semanas después de la boda, ya que tanto mi marido como yo nos quedamos sin trabajo. Muchos nos han dicho que es el año del noviciado y que a muchos les pasa así y que eso ayuda a fortalecer el matrimonio. No sé si será cierto, pero lo cierto es que nos casamos para estar juntos y ahora estamos las 24 horas del día juntos, jajaja. Por supuesto que esperamos que esto no dure mucho ya que los gastos no paran, pero confiamos en que ¡Dios pondrá algo mejor en nuestro camino muy pronto!
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