La boda de José Antonio y Edna en Culiacán, Sinaloa

Para esto yo ya estaba sobre el auto, con el chofer y mi familia en camino a la iglesia. Todo bien, llegamos a la iglesia y había pocas personas, en su mayoría mi familia. Llamé a mi FM y me dijo que tuvo que bajar antes de la iglesia del taxi pues había mucho tráfico, esperé a que llegara para poder bajar del auto y mi hermano que me entregaría ya estaba ahí conmigo. Bajamos y había familiares y amigas de mi madre afuera esperado en la iglesia, pasaban y me saludaban, fuimos avanzando a la puerta y miré de espaldas a mi FM hasta el frente. Mis padrinos de anillos, arras y todo se fueron acomodando a como la encargada de la iglesia nos acomodó, dejando a mi hermano, mi madre y a mí al final. Les comento así extra, que ninguna de mis damas llegó a tiempo, entré sin ellas. Los grooms de mi novio tampoco llegaron a tiempo, mi hermano, que era padrino de lazo, no llegó al cortejo ni mi sobrino, que llevaría el letrero de "aquí viene el amor de tu vida". Al final entramos los que estábamos, la iglesia un poco vacía pero con las personas que conocía y me importaba que estuvieran ahí. Comenzó la ceremonia, todo iba bien, el sacerdote dio una plática muy amena en su sermón, haciendo énfasis en cómo la confianza es muy importante entre la pareja y si estábamos dispuestos a dejar el teléfono sin contraseñas, en fin... la ceremonia prosiguió tal cual, ¡todo muy bonito! Al término nos tomamos fotos con los invitados y hablamos con el fotógrafo para ir a hacer unas cuantas tomas a la avenida principal de la ciudad aprovechando que era de noche. Obtuvimos unas cuantas buenas tomas a pesar de ciertos problemas técnicos, para una toma donde el velo se viera en el aire, la persona que nos ayudó a moverlo lo jaló y el velo se salió del peinado y la peineta se quebró. Al terminar las tomas que pudimos, el chofer nos llevó a dar la vuelta hasta que dio la hora de poder ingresar al salón para la recepción a las 8:30pm aproximadamente. Entramos al cuarto para los novios, donde podíamos ver desde una puerta como quedó el salón y los invitados que llegaron. A las 9:30 horas comenzó la fiesta, nos presentaron y entramos al salón con la canción de "I don't wanna miss a thing" de Aerosmith (nosotros la elegimos), dimos el recorrido de entrada, saludamos y nos acomodamos en el centro de la pista para comenzar con nuestro vals ensayado. Lo hicimos lo mejor que pudimos, ya que el vestido estaba muy grande no permitía hacer bien las vueltas como cuando las ensayábamos, ¡pero todo salió bien al final! ¡Los invitados nos aplaudieron y todo muy bien!

Después siguió el brindis con los padres y los padrinos de velación, para continuar con una sorpresa que le tenía preparada a mi esposo, cantarle "Perfect Simphony" de Ed Sheeran y Andrea Boccelli, donde un amigo soprano me acompaño para cantar las partes en italiano. Mi esposo se emocionó y lloró mientras cantábamos y yo encantada cantándole. Al terminar la sorpresa, la fiesta siguió sirviendo la cena y aproveché un poco la privacidad de que cada quien estaba comiendo para dejarle el ramo de novia a mi padre. Teníamos su fotografía cerca de la mesa de honor y ahí fue donde la emoción me ganó a mí, puesto que lo extraño mucho. Ya van 8 años sin él a nuestro lado, pero estoy segura de que estuvo ahí con nosotros viendo lo feliz que estaba siendo su única hija. Antes de comenzar con el baile y lanzar el ramo, abrimos la mesa de postres (muy rica, por cierto) y la tanda húngara, en la cual nos fue super bien la verdad. Juntamos muy buen dinero tanto en el baile, como con la ayuda de unas primas mías que se encargaron de pasar por las mesas con el zapato de mi esposo y una de mis zapatillas. Al terminar pasamos a hacer las rifas (nadie quería agarrar los ramos, por cierto) y siguió el baile tradicional de los ganadores y ¡a comenzar la fiesta! Hubo música variada para bailar toda la noche y siempre hubo gente bailando, la verdad, muy buen DJ y ambiente. Cuando nos acordamos, partimos el pastel para que repartieran a los invitados (¡estaba riquísimo!). La fiesta terminó a las 2am, tomamos fotografía final con los invitados que sobrevivieron toda la fiesta, ¡y ahora a recoger todo lo que quedó!. Algunos invitados dejaron el centro de mesa que tanto me esforcé en hacer, quiero creer que porque no sabían que se lo podían llevar y pensaron que era parte de la decoración del salón. ¡Fuera de eso todo estuvo muy bien!