La boda de Juan y Annel en Zapopan, Jalisco

Al llegar a la Basílica, ya estaban muchos de mis invitados y esperé en el coche hasta que se comenzara a formar el cortejo. Cuando me formé se me desprendió el velo del cabello y comecé a preocuparme al grado de que salí toda seria en todas las fotos de la entrada, sin embargo, al entrar a la basílica escuchando la marcha nupcial caí en cuenta de que ya era mi momento y comencé a voltear a mis alrededores. Vi muchísimas caras conocidas y me emocionó ver la basílica llena de personas muy queridas sonriéndome y tomando fotografías.

Al llegar al altar y recibir la bendición de mis papás, mi esposo me recibió con una sonrisa, nos sentamos y comenzó la celebración. Fray Pierre, un amigo muy querido que celebró la Eucaristía nos dedicó palabras muy lindas haciendo referencia a la trayectoria de nuestro noviazgo. Cuando llegó el momento del rito del matrimonio, comenzamos con nuestros brazos entrelazados en un Cristo, pronunciamos las palabras, llegaron los anillos, las arras, el lazo, el cirio, la biblia y rosario, en cada momento saboreabamos cada palabra que dijimos y con una sonrisa fuimos complices de esos momentos.

Al terminar la celebración, recibir los aplausos de las personas que nos acompañaron y fueron testigos de nuestra unión, salimos de la basílica a ritmo de la marcha nupcial con una sonrisa de orgullo y felicidad por que nuestra historia juntos, como esposos, comenzaría desde aquellos momentos y así fue.

Al salir de la iglesia comenzaron las felicitaciones y los buenos deseos, éramos los protagonistas del momento y lo aprovechamos totalmente. Tuvimos nuestra sesión de fotos con las damas y sus acompañantes al termino de la celebración, fue muy divertido y nos encantaron las fotos.

Llegando a la fiesta recibimos a cada uno de nuestros invitados con una sonrisa y una fotografía, esperando el momento de que fuera la entrada de los novios. El lugar estaba espectacular, de verdad, en ningún momento dudamos de las elecciones que hicimos ya que se veia hermoso y no podía esperar a entrar y observar la decoracion, los invitados y que iniciara el grupo.

Cuando entramos con la canción que elegimos, la fiesta comenzó. Estábamos felices de estar ahí, era nuestro momento. Llegó el primer baile, nosotros elegimos "Otras vidas" de Carlos Rivera y fue un momento mágico. Bailamos con nuestros papás y el grupo llamó a todos los invitados al centro de la pista para una foto, nuestos invitados gritaron al unísono "eeeeeehh los novios" y comenzó la fiesta.

Nos divertimos muchísimo, la música de Sonido 13, espectacular, no nos sentamos en toda la noche. La cena deliciosa y los detalles del ramo y la liga y el baile con nuestros invitados que mis damas prepararon dieron un toque elegante y diferente a mi evento.

En resumidas cuentas, fue el día más feliz de nuestras vidas, si tuviera que casarme otra vez, lo haría, sin titubear y además lo haría con la misma persona, el amor de mi vida... Juan.