La boda de Juan José y Alejandra en Pachuca, Hidalgo
Modernas Primavera Fucsia
J&A
28 Mar, 2015La crónica de nuestra boda
Ese sábado desperté de lo más tranquila del mundo a las 9 de la mañana, había tenido miedo unos días antes, miedo a estar demasiado ansiosa y que se me fuera muy lento o muy rápido el tiempo. Sin embargo desperté normal, cuando Juan José me mandó un mensaje para avisarme que ya se iba a la barbería a que lo arreglaran, casi no había dormido, porque el grupo musical que iba a amenizar la fiesta era el de él y su hermano, y estuvieron casi todo un día completo instalando el equipo, sinceramente creo que pecaron un poco de proteccionistas.
Mi maquillista llegaría a las 11 de la mañana, pero no sé qué me pasó por la cabeza, bueno, más bien si sé, me puse a pensar en que la fotógrafa retrataría mi recamara toda regada y me puse a arreglarla, obviamente cuando llegó la maquillista yo estaba sin bañar, lo bueno es que ya había acabado de arreglar mi cuarto. No se tardó más de una hora en maquillarme y peinarme, cuando terminó siguió con mi mamá y después llegó una prima que era dama a que también la maquillara y la peinara.
Seguir leyendo »Mi hermano había quedado de llegar a la una de la tarde, él vive en la Ciudad de México y traía los Smokings del novio, mi suegro y el de él, pero tuvo que pasar a su oficina y se retrasó casi tres horas, eran las 16:00 y Juan José, no tenía que ponerse.
Durante 8 meses planeamos, buscamos, fuimos criticados inclusive insultados por querer realizar la misa en el jardín del salón, las más amables sugerencias fueron que hiciéramos otro tipo de ceremonia, pero no, nosotros queríamos una misa en el jardín y eso es lo que íbamos a tener. A menos que Dios dispusiera otra cosa, teníamos todo listo, conseguimos sacerdote que la oficiara y que nos diera nuestro papel de que esa misa era, no sé cómo llamarlo, real, teníamos la distribución y la decoración perfecta, compramos luces de bengala para después de la misa y entre la misa y la ceremonia civil habría una mesa de quesos y cocteles, pero a partir de las 15:30 empezó a caer un aguacero como pocos se ven en Pachuca, motivo por el cual y siguiendo nuestro sentido común le solicitamos a la administradora del salón que metiera todo y acomodara en el mismo lugar en donde sería la ceremonia civil. (Ni modo, uno propone, pero Dios dispone). De todos modos el común de los invitados nos comentó que es de buena suerte que llueva así durante la boda.
Llegaron mis amigas la fotógrafa y la madrina de copas que en ese momento fungía de su ayudante y empezó la sesión. Recordé mis tiempos de modelo, fue algo maravilloso, mi mamá estuvo presta todo el tiempo y eso que odia las fotos, llegó mi hermano y así sin peinarse, le enfundaron el smoking y lo pusieron para las fotos, fue muy divertido.
Nos fuimos a un bar que está cerca de la casa a tomar algunas fotos con las damas en lo que Juan José que por fin tenía que ponerse se cambiaba en mi casa y después nos alcanzó ahí para la foto del first look, me divertí horrores con mis damas, sentía a flor de piel el amor que sienten por mí y que siento por ellas, una de ellas, que es mi prima, nos invitó una cerveza y las fotos fueron completamente espontaneas, fue padrísimo, después, cuando Juanjo llegó, la foto del first look salió borrosa, pero el recuerdo de su rostro quedó para siempre grabado en mi mente.
A mí se me hizo un segundo, pero la verdad es que ya eran 19:30, las damas y el novio tenían que irse al salón, la fotógrafa y la ayudante tenían que irse a peinar y a maquillar y yo tenía que ir por mi hermano que sería el que me entregaría (somos huérfanos de padre desde hace 17 años), me fui a la casa y ¿adivinen qué? Víctor (mi hermano) no estaba listo aún, así que me metí un chicle a la boca y me dediqué a esperar, mientras recibía instrucciones de una de las damas para entrar, porque como se tuvo que modificar el lugar de la misa y había más invitados de los que se consideraron que llegarían temprano, debía entrar por otro lado, también estaban apuradísimas, las damas y el novio, porque la administradora del salón cometió un error y mandó poner 24 mesas de 10 personas, cuando le habíamos solicitado 32 de 8 personas, entonces, cuando Juan José se dio cuenta, mandó corregir el error, pero por hacerlo rápido, desordenaron los números de mesa y eso era un gran problema.
Cuando salimos de la casa mi hermano y yo, ya llevábamos 20 minutos de retraso, y llovía, había mucho tráfico y mi mamá empezó a llamarlo, la familia de Juan José, pensaba que me había arrepentido, yo solo me estaba dando a desear.
Cuando llegamos, hice todo lo contrario a lo que me dijo mi dama que debía hacer, entré por donde no debía, mojé el vestido y pasé en frente de todos antes de entrar al altar, en fin, me formé en donde me tocaba, se acercó el padre a bendecir mi hermoso ramo e inicio la ceremonia religiosa, como mi familia no es ni por mucho religiosa, no sabíamos muy bien que teníamos que hacer mi hermano y yo, pero le inventamos un poco y caminamos hasta donde estaba el novio.
Sinceramente ha sido la única misa que he disfrutado en toda mi vida, me pareció linda, concisa y amorosa sin ser cursi, cuando dije eso del anillo, lo de las arras y lo de prometo serte fiel, realmente lo disfruté.
Terminó, vinieron los abrazos, me reencontré con gente que tenía tiempo de no ver, pero que necesitaba en mi boda, disfrute la felicidad sincera de todos los que nos acompañaban y me dí cuenta de algo, bueno, alguien me lo hizo notar. No había llegado el juez, y tampoco había llegado uno de los testigos.
Tardó el juez media hora en llegar, pero el testigo tardó casi 50 minutos, la lluvia había generado mucho tráfico y los había retrasado, me puse un poco nerviosa, la ceremonia que realmente me importaba era esta, la que es oficial y que verdaderamente nos une en matrimonio ante la ley, cuando empecé a sentir que el testigo no iba a llegar, llego corriendo de la mano de su guapísima esposa. La ceremonia inició en ese momento.
El Juez estaba tan nervioso por las personalidades que nos acompañaban, que nunca pudo decir nuestros nombres, siempre se refirió nosotros como Alejandro y José Juan yo moría de risa y un poco de pena ajena, el moría de nervios, pobre.
Despuesito del matrimonio civil, vino el caos. Las mesas estaban todas desordenadas, las hostess no encontraban los lugares y sentaban a la gente donde fuera, luego llegaban con más invitados y levantaban a los primeros que habían sentado, en fin, después de no sé cuántos problemas, todos estuvieron debidamente sentadas y sentados, sirvieron la cena.
La cena consistió en cuatro tiempos, ensalada suprema de lechugas con queso brie y reducción de naranja, crema de quesos maduros con pistaches, había dos tipos de platos fuertes salmón con costra de pistache en salsa de champaña y suprema de ave rellena de queso de cabra en salsa de uva antigua, después festín de postres y café. De beber hubo ron, brandy, tequila, vodka, whisky y vino espumoso para brindar.
Fue nuestro primer baile, lo único que puedo decir es que verdaderamente estoy enamorada de mi esposo, el escogió la canción, yo solo le dije que quería que fuera algo que quisiera decirme y que fuera en español para que todo el mundo lo entendiera, el decidió que fuera "Hoy es un buen día" de Rio Roma, yo creo que cuando la escribieron pensando en Juanjo cuando decidió que quería casarse conmigo, es impresionante, pero como si eso fuera poco, me tenía una sorpresa que nunca esperé, cuando empezamos a bailar, me dijo que no me fuera a asustar con los cohetes, yo no entendía a qué se refería, no habíamos comprado cohetes, pero cuando estábamos a la mitad de la canción, pum!!! Salieron unos chisperos en todas las orillas de las mesas, cortesía de un invitado amigo del novio, fue maravilloso, espectacular, bueno nunca en mi vida había visto algo tan bonito, me encantó.
Después, vino la partida del pastel, el ramo, la liga y la pachanga. Mi marido y yo nos salimos a las 9 de la mañana, un poco pegando anuncios, pero tenemos amigos que salieron a las 12 del día, no puedo negarlo, somos de carrera larga.
Al otro día, fue la tornaboda, con carnitas y cervezas, familia y amigos cercanos y después, los maravillosos 10 días de luna de miel, en conclusión ¡quiero casarme de nuevo! ¡me encantó mi boda!
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