La boda de Juan y Karla en Puerto Vallarta, Jalisco

La crónica de nuestra boda

Realizamos una ceremonia simbólica frente al mar. Ese día todo fue perfecto y tuvimos la suerte de que no lloviera. Fue un momento mágico, en compañía de nuestros seres queridos, quienes se dieron el tiempo para viajar hasta este hermoso lugar y disfrutar con nosotros el día más importante de nuestras vidas.

La recepción fue en la playa, el hotel Buenaventura Grand nos apoyó con la organización, el montaje, la cena (deliciosa) y el servicio. ¡Nos atendieron de maravilla y nuestros invitados quedaron fascinados!

Durante 5 horas el ambiente fue de lo más agradable, la música nos encantó. El DJ de Broxz producciones se apegó por completo a nuestros gustos, desde la cena, el vals y el baile con los invitados. ¡Todos la pasamos genial!

El detalle más inesperado y que nos dio una gran lección de vida, fue que a un lado de la carpa que instalaron para protegernos en caso de lluvia, llegó una tortuga (caguama) a desovar. Todos nuestros invitados se sintieron atraídos por este hecho, el cual es poco común observar. Aunque por un momento mi esposo y yo sentimos que nos robó cierta popularidad, nos sentimos celosos del hecho, yo me sentí molesta porque todos mis invitados se acercaban a observarla, hasta que le comenté mi enfado a mi mamá, quien me dijo: "deberías sentirte afortunada, un evento como este no es común presenciarlo. El hecho de que la tortuga llegará justamente a este lugar en este momento y decidiera dejar algo tan hermoso como es la nueva vida, deberían sentirlo como una bendición." En ese momento me sentí mal y egoísta, comprendí que me había dejado llevar por el lado negativo, en lugar de haber tomado este hecho como una señal divina, como el mensaje de que nuestro matrimonio era un milagro y que sin duda Dios lo bendecía. Por desgracia las autoridades llegaron al lugar para proteger al animal y no nos permitieron tomarnos fotos con ella.