La boda de Juan Pablo y Cinthia en Querétaro, Querétaro

Al llegar a la iglesia, mis nervios comenzaron a apoderarse de mi, pues ya estaba consiente de que la novia que entraría por esa puerta, sería yo. Mis nervios me provocaron estar mirando en que momento llegaría mi novio, cómo estaría vestido, qué cara tendría o si estaría igual de nervioso que yo.

Al momento de estar formado para entrar a la iglesia, lo veía a él hasta el frente, y mi emoción comenzó desde ahí, verlo tan elegante, guapo y esa seguridad al momento de entrar.

Al verlo a lo ojos una vez dentro, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, y tuve que controlarme, y con una sonrisa de lado a lado lo miré fijamente y él hizo lo mismo. Ver su sonrisa, su alegría y amor en sus ojos, vinieron a mi los recuerdos desde el día que nos conocimos y hasta donde llegamos.

La ceremonia fue de lo más hermoso, con las palabras exactas y hechas para nosotros. La bendición de Dios en nuestro nuevo camino se hizo presente, la bendición de nuestros padres nos llenó de dicha y alegría.

Después de la ceremonia, rumbo a la hacienda, hicimos parada en Dairy Queen, porque ese día hacía extremadamente mucho calor. Así que paramos por un delicioso Artic y nos regalaron un cupón por ser los primeros novios en pasar por un producto el mero día de nuestra boda.

La fiesta fue de lo mejor, la música, la compañía y la comida, pero sobre todo celebrar el amor junto a la persona que más admiro y amo. La comida que servimos fue mexicana, barbacoa, carnitas, buñuelos, sin medida, por que eso es lo que queríamos, que la gente se sintiera satisfecho con la comida, que se sintieran en familia, ya que todos ahora formábamos una familia.

Nuestro primer baile como esposos, fue Your Song interpretada por Boyce Avenue. A los dos nos llenó de lágrimas, cantarla desde el corazón uno al otro, nos llenó el alma y la seguridad de que estamos el uno para el otro, en las buenas y en las malas, que nuestro amor lo puede todo y contra todo. Hasta la fecha, escucharla y cantarla, se me hace un nudo en la garganta y me hace recordar ese día tan lleno de amor.

Al finalizar, nos quedamos hablando por horas, reviviendo cómo la pasamos, cerca de amigos y familiares más cercanos. Que fue exactamente como lo pensamos y que nos hizo sentir que definitivamente en nuestro camino encontraremos varios baches, tropiezos y desesperación, pero que también nos tenemos para superarlos y pasarlos, que en las buenas y en las malas, estaremos los dos. Pero que a pesar de todo, tendremos muchos éxitos, felicidad, alegría y unión, siempre de la mano de Dios.

Así que, ese día no saldrá como uno espera, pensarás, es que si hubiera contratado, si hubiera tenido más para poner, eso sólo queda en un día, pero la dicha de poder compartir la felicidad y emoción del otro, no se compara para nada con tener la mejor boda, esa en mi humilde opinión. Disfrutar y estar presente en uno de los más importantes, a lado de tu compañero de vida, lo vale todo.