La boda de Leopoldo y Gladys en Oaxaca, Oaxaca

La crónica de nuestra boda

Por suerte nuestro evento fue un mes antes de que declararan la cancelación de los eventos por la pandemia a la que nos enfrentaríamos. El día tan esperado por fin llegó, me levanté muy temprano ya que dentro de los contratiempos, un día antes me habían puesto unas uñas que no me habían gustado para nada, por lo que me las tuvieron que cambiar. Mientras tanto los nervios me iban aumentando a cada momento.

Se acercaba la hora de la misa y aún no terminaban de maquillarme. Finalmente partimos hacia la iglesia y había un montón de tráfico debido a la celebración del día del amor y la amistad, por fin llegamos y cuando mi papá me iba a entregar en el altar con mi ahora esposo, sentí muchos sentimientos encontrados, tanto que ya estaba al borde del llanto. Concluyó la misa y nos dirigimos al salón donde sería la boda civil, y posterior a ello la fiesta. Nuestra gran sorpresa fue que cuando llegamos, ¡el salón ya estaba a reventar! Y mucha gente continuaba parada esperando un lugar, como si fuera un antro que acabaran de inaugurar. En ese momento sentí como el corazón se me salía y aunque quería llorar por el descontrol que ya estaba haciéndose presente, me contuve por no arruinar el maquillaje tan perfecto que me había hecho Wen Barroso. Los organizadores fueron clave en ese punto, ya que se las arreglaron para montar más mesas y utilizar incluso el menú que era para la tornaboda en los platillos. En cuestión de una media hora quizá, (mientras acontecía la boda civil en el jardín), todo había quedado resuelto. Nos dieron unos shots de mezcal para aminorar el estrés e hicimos la entrada triunfal con la canción de "Can´t take my eyes off you", las damas y caballeros aplaudieron con mucha emotividad, valseamos un ratito y de ahí dimos unas palabras de agradecimiento. Se sirvió la cena que era crema de poros y tocino, pasta a los 4 quesos y lomo en salsa de cítricos, no se sirvió pastel, solo hicimos la partida simbólica y se dio de postre mostachón. Terminando la cena dimos nuestro primer baile con la pista de "Pensando en ti" de Mago de Oz y la coreografía sorpresa con la canción de "Fuego lento" de Drake Bell, de ahí prosiguió la víbora de la mar, el ramo, la corbata, el muertito y el brindis. Terminando eso, el grupo empezó a tocar y casi todos nos levantamos a bailar. Al final la gente que estaba ahí era muy allegada a nosotros, por lo que en ningún momento se sintió una mala vibra, al contrario fue tanta la buena energía, que la mayoría de los invitados permaneció hasta el final. Nos divertimos tanto que las horas transcurrieron super rápido.