La boda de Luis Armando y Marlen Noemí en Aguascalientes, Aguascalientes

Inicié el proceso de la máscara, el maquillaje de larga duración que sabía jamás usaría de nuevo en mi vida, pero gracias a Dios ese si me quedó tal y como lo quería, me tardé demasiado y comencé a correr cuando faltaba una hora para que pasaran por mí.

Mi mamá comenzó a vestirme y fue algo tan bonito pero tan nostálgico a la vez, cuando ya me vi vestida de novia, y mi mamá comenzó a llorar, la abracé, me dio la bendición y en ese momento llegaron por mi.

Me fui a las fotos, mi novio pasó por mi, me vio y no dejaba de sonreírme, era hermoso todo el momento, inició la sesión de fotos y salimos corriendo al templo, que gracias a que estaba a la vuelta de las locaciones de las fotos llegamos a tiempo.

Comencé a ponerme de nervios porque ni mis damas, ni madrinas llegaban, mis papás estaban ya ahí puntuales, como siempre. Mi mamá hermosa con su vestido largo y mi papá de traje, como nunca imaginé verlo.

El padre salió a formar el cortejo, y ahí estaba yo cuidando a mi sobrino con su cartel de "ahí viene la novia".

Llegué al altar y mi papá me dio la bendición, me inundé de llanto pero logré controlarme.

Pasaron mis madrinas, mis damas, todo pintaba de maravilla, el padre dijo la frase que tantas veces soñamos "¡puede besar a la novia!".

Nos fuimos al salón, inicio la fiesta, después de la cena hicimos nuestro baile moderno el cual se me olvidó, pero todo se vio bien, porque todos dijeron que estuvo de lujo, supimos improvisar.

La fiesta pastel, todo, el mejor dia de mi vida. Mi cuñado se encargó de luz, sonido y animación, es excelente lo recomiendo.