La boda de Lyzy y Diego en Tequisquiapan, Querétaro

3:00 pm. La hora había llegado, acompañado de mis padrinos me encaminé al lugar donde se realizaría la ceremonia y esperaba ansioso la llegada de la novia, casi 10 minutos depués llegó ella, radiante, hermosa y con un sonrisa que no se podía ocultar.

La ceremonia fue rápida y casi al final pudimos leer nuestros votos, creo que lo hice bastante bien ya que al terminar la ceremonia, mi ahora esposa necesitó retoque de maquillaje debido a las lágrimas que cayeron por su mejilla.

Después de eso todo fue más fácil, ya no hubo nervios y tocaba hacer fotos con las damas y padrinos, después de una corta sesión de fotos con todos los invitados, los despachamos a la recepción donde habia quesos de la región (Tequisquiapan), 8 barriles de cerveza artesanal hecha por mi y por mis invitados y algunas carnes frías que me dijeron estaban bastante buenas, como buen novio apurado no probé nada de eso.

Estuvimos en la sesion de fotos casi una hora más mientras los invitados se divertían en la recepción, cuando fue el momento de pasar a sus mesas nosotros nos retiramos para hacer la entrada oficial de los novios. Mi esposa y yo decidimos usar "Highway to Hell" de AC/DC como canción de entrada, algo que evidentemente es poco común y nada romántico, sin embargo refleja muy bien nuestra divertida dinámica de pareja y mi pasión por la buena música.

6:30 pm comienza a sonar "Highway to Hell", los invitados se sorprenden al escuchar los primeros guitarrazos y se sorprenden más al ver los fuegos artificiales mientras nosotros nos acercamos a la pista, caminamos tomados de la mano y al llegar a la pista pido un microfono para agradecer a todos el haber asistido a nuestra fiesta. Los invito a seguir tomando cerveza y a probar el delicioso vino de Tequisquiapan que se estaba ya sirviendo para acompañar la cena.

Una de las mejores decisiones que tomamos fue haber elegido nosotros el menú y no haber elegido la clásica comida de boda, gran acierto ya que la deliciosa cena fue algo que muchos nos mencionaron después.

Al terminar la cena elegimos partir inmediatamente el pastel para que sirviera de postre. El pastel fue algo espectacular, nunca pensé que tuviera tanto éxito, de entrada el diseño del pastel fue algo 100% de mi esposa y quedó realmente espectacular, era tan bonito que ya no teníamos ganas de partirlo.

Partimos el pastel, muchos nos tomaron fotos en ese momento y al terminar de hacerlo decidimos dejar la seriedad y pasar a lo divertido, abrimos la pista.

Decidimos bailar "La Vie en Rose" del gran Louis Armstrong que es una canción que a ambos nos encanta, tal vez algo poco común escoger una canción de jazz para abrir la pista en una boda, pero era lo que nosotros queríamos hacer. Al terminar nuestro baile se apagaron completamente todas las luces del hotel y comenzó la pirotecnia. Fue una gran sorpresa para todos los invitados y sin duda se veia increiblemente hermoso.Al terminar los 3 minutos de pirotecnia comenzó lo más divertido de la noche, el baile. Comenzamos a bailar y el DJ invitó a los invitados a acompañarnos, la pista no tardó en llenarse y quedarse así toda la noche.

Con la fiesta ya animada y los invitados bailando, decidimos visitar a los pocos que estaban aún sentados para conversar un poco y tomar muchas más fotos.

Después de un buen rato de baile pasamos a lanzar el ramo, todo muy ordenado y divertido, como suelen ser las mujeres, al terminar decidimos hacer el ritual de la liga, algo que me apenaba mucho pero al final decidí hacer y fue algo super divertido.El DJ, que por cierto es mi cuñado, me hizo quitar la liga con los dientes y sin poder usar las manos, hazaña que si bien fue algo complicada, no me demoró lograr. Una vez con la liga en mano me di cuenta que tenia a cerca de 30 simios salvajes atrás de mi en espera del lanzamiento, cabe mencionar que la mayoria son mis amigos y que ya estaban más que en ambiente después de tomar algunos litros de cerveza y al menos un par de caballitos de tequila. Para tal ritual el DJ escogio "Jump Around" de House of Pain, otra vez con canciones poco ortodoxas para una boda, pero le dio al clavo ya que es una de mis canciones favoritas para la fiesta. Con todos los simios brincando al ritmo de la canción lancé la liga después de haberlos engañado un par de veces, al final un buen amigo cervecero la ganó, no sin antes haber sido empujado y terminar en el piso.

Siguió el baile, la cerveza, muchas rondas de caballitos de tequila entre los invitados y casi a la 1:30 am se comenzó a servir algo para aliviar el ánimo, tacos de pastor, que obviamente como buenos novios tampoco probamos por estar con los invitados, también fue algo que nosotros decidimos llevar por nuestra cuenta por lo que sabíamos que eran deliciosos.

Sorprendentemente muy poca gente se habia ido a esa hora y nosotros habiamos planeado los tacos para la mitad de los invitados por lo que nos quedamos cortos, sin embrago, como mucha gente estaba bailando no se percataron de la cena lo cual nos alivió.

Dadas las 2:00 am sonó la última canción.

Sin duda la mejor fiesta de nuestras vidas, todo valió la pena.